Alphabet Weekend JB.

Cap 21: Eleven Down, Only Fifteen More to Go

Eran las diez cuando Justin finalmente despertó la mañana del sábado. El sol salía a través de la pequeña rendija entre las semi-cerradas cortinas. No había tenido corazón la noche anterior para cerrarlas completamente; se había quedado anonadado por las luces destelleantes del jardín de Madison Square al otro lado de la calle. Desde su cuarto de hotel podía oír los sonidos del ajetreado tránsito de la ciudad de Nueva York en la calle quince pisos abajo.

Se sentía bien descansado, relajado, y mientras se desperezaba, no pudo evitar la sensación de euforia que lo recorrió como el calor extendiéndose por sus entumecidos miembros. Mientras yacía en la cama, mirando el revestimiento dorado de filigrana del intrincado motivo del cielo raso, no pudo evitar pensar en la llamada telefónica de la noche anterior.

La noche anterior había sido increíble. Había odiado no poder ver a ___________(tn) tocándose, arqueándose en su cama, cuando él tomó el mando de su cuerpo a través del teléfono. Aunque amaba poder haberla oído.

Sonaba sensacional cuando llamaba por su nombre. Su voy era ronca y áspera; la forma en que sonaba siempre que estaba excitada. Era increíblemente sexy. Justin amaba la manera en que la voz de una mujer se ponía ruda durante el sexo. No había nada más sexy o atrayente. Cualquier hombre podría confirmarlo, diablos, cualquier hombre estaría dispuesto a escuchar una lectura acerca de la menopausia si la lectora estuviera hablando en una suave y sensual voz. Los labios de Angelina Jolie no eran la única razón por la que los hombres fantaseaban con ella.

La voz de ___________(tn) siempre bajaba una octava o dos, y el nombre de Justin nunca sonaba más dulce que en esos momentos. Nunca fallaban en hacerlo sentir como un adolescente hormonal. Era ciencia, realmente. Toda la sangre corría hacia su pene cuando la primera sílaba de su nombre salía de sus labios. La noche anterior lo había provisto de esos sonidos, los sonidos que él deseaba oír cada minuto del día, sonidos que deseaba poder ser testigo.

Hasta los sonidos del vibrador zumbando dentro de ella, aunque débil a través del teléfono, diablos, casi lo hace venirse. Apenas podía oírlo deslizándose en sus húmedos pliegues, y lo volvió loco que no fuera él entre sus muslos. Hacía tanto desde que él la había hecho sentir así, y había fuego en sus entrañas, y un anhelo de sentir sus piernas rodeando su cintura, de hundirse en su calidez.

Las imágenes de cómo se vería la noche anterior lo mandaron al límite. Sólo pensar en cómo se vería su cuerpo desnudo retorciéndose en su cama era suficiente para incitarlo, más ahora en su estado de medio sueño; podía sentir el familiar cosquilleo de la sangre yendo hacia el sur.

Con su mano apretada alrededor de él mismo, la noche anterior, mantuvo sus ojos cerrados e imaginó a ___________(tn) yaciendo en su suave edredón.

Se figuró la manera en que el sudor corría por su pecho y la forma en que se juntaría en su clavícula para deslizarse hacia su espalda cuando ella se arqueara en su cama. Con sus ojos bien cerrados, vio su cuerpo enrojecerse, su pelo enmarañado en su nuca, los dedos de sus pies arqueándose, y sus ojos rodando hacia el interior de su cabeza. Imaginó la manera en que su boca se abría cuando ella no podía ya emitir sonido; sólo un suspiro entrecortado.

No había nada más hermoso para Justin que ver a __________(tn) perder el control, verla tirar su precaución al viento y abstraerse en el arrollador éxtasis que él podía darle.

Pero lo más alucinante de todo era sentirla cerca suyo.

Tenerla cerca era increíble. Tan sólo poder abrazarla, y sentir su suave piel contra la suya, su cálido cuerpo contra el suyo, era la sensación más asombrosa, o eso creía.

Sus labios en el borde de su boca… el calor que había sentido… el casi un beso… era el sentimiento más increíble.

Estaba tan confundido en ese momento que no había en eso ahora, deseaba haber vuelto su cabeza la segunda vez que ella lo besó, de forma que sus labios se encontraran con los de ella.