Aspiró fuertemente el aire, olía diferente, era obvio. Ya no estaba en su lugar, en su casa. En su país, recogió sus maletas, eran grandes y no tenían mucho; pero tenían lo necesario para empezar su nueva vida.
Salió del aeropuerto su corazón latía rápidamente, puso la mano a un taxi y subió en este, mientras el conductor terminaba de cerrar la cajuela donde había guardado sus maletas.
Sacó de su bolso de mano el sobre de maníla y sacó el papel donde tenía anotada la dirección, se la dictó al conductor.
Unos veinte minutos después el taxi paró frente a un edificio, tenía una lechada bonita, era clara. Bajó de éste, el barrio era bonito, muy bonito, calmado sería perfecto para ella.
Una sonrisa creció en sus labios, pronto la conocería.
Se preguntaba si tendría los ojos de ella, ¿cómo sería?.
Sólo un día y la conocería.
—Señorita—la llamó el conductor cuando tubo las maletas afuera—todo está listo. — pagó lo del taxi.
—Gracias— entró con sus maletas a la recepción donde una señora mayor esperaba.—buenos días.—saludó, la señora tras el mostrador la miró y sonrió, una sonrisa maternal, sonrisa que desapareció apenas vio su rostro
—Ivannaa— su piel había perdido el color— ¡cariño! — la señora rodeó el mostrador, pero cuando estuvo completamente fuera del mostrador la vio más de cerca—¿Dónde estabas?—intentó abrazarla — mira lo delgada que estas
—Señora yo..
—Oh Dios mío, te hemos estado buscando por todos lados incluso..— ella se aparto un poco brusco cuando intento abrazarla de nuevo—¡cariño!— volvió a gritar y esta vez un hombre un poco robusto, moreno salió de una de las puertas
—Ivanna....—dijo él completamente sorprendido
—Mire señora— desvió la mirada a el señor que ahora se acercaba —y señor, yo no soy Ivanna—la señora hizo el ademan de interrumpirla pero ella negó con su cabeza— vengo para que me entregue las llaves del apartamento 708—dijo sacando un sobre y entregándoselo, la señora leyó el contenido ampliando sus ojos.
—Eres la prima de la señorita Ivanna—ella la miró aun completamente confundida—ella hablaba mucho de ti—sus ojos estaban completamente aguados y la tristeza brillaba en sus ojos— eres tan parecida a mi niña —le sonrió con cariño—¡ay!, pero que tonta— dijo golpeando su frente con una palma—soy Martha.
—Corina Reed, un gusto señora.
—Hay nada de señora mi niña, soy Martha, me harás sentir vieja— Corina sonrió, pero pudo verse más como una mueva —quédate aquí cariño—le dice al hombre que la mira con aun sorprendido—ahora te explico, espera a que venga Stteano— mira hacía ella— venga conmigo—tomó su brazo halandola y fueron hacia el ascensor y subierón en el después de pisar el botón que las llevaría al piso número siete, cuando bajarón un pasillo las esperaba; era hermoso, contaba sólo con una puerta a cada lado y en el fondo el depositador de basura.
Martha sacó una llave y abrió la puerta que estaba a la derecha:—Adelante— Martha le dejó pasar, el apartamento estaba completamente desordenado, Corina frunció su nariz en disgusto.
—Vaya—susurró, parecía como si un huracán hubiese pasado por el apartamento, zapatos, ropa, trastes, cajas de comida, servilletas, hasta restos de comida.
—¡Wow!—Martha exclamó impresionada— mi niña si quieres podemos contratar a alguién que limpie esto y puedes quedarte en uno de los apartamentos desocupados.

ESTÁS LEYENDO
CAUTIVADO CON TÚ MIRADA [SAGA CAUTIVAME #1]
RomansaSalir de su zona de confort, de lo donde ella tiene todo el poder y control se vendrá abajo con tan solo una carta y un viaje, una investigación, interrogantes donde los ¿Por qué? Sobre abundan es lo que ahora será su vida. Pará él la vida siempre h...