C I N C O

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París-Francia 4:20 am

No sabía en que momento se había quedado dormida, todo el cuerpo le dolía, horriblemente movió su cuello y desde la silla de su escritorio observó a la chica de unos años menor que ella dormía plácidamente en el sofá ubicado al lateral de la oficina. Contestó el teléfono que insistía timbrado y miró la chica, era recepción informando acerca de la familia allí.

Dijo que les permitiera pasar y unos dos minutos más tarde tocaron su puerta, miró de nuevo a la chica dormida y una sonrisa se formó en su rostro, había sido tan terca cuando la había mandado a a descansar a uno de los hoteles más  cercano se había negado completamente.

Abrió la puerta y una mujer apareció en su vista, sus ojos hinchados demostraban que había llorado, hacía que sus ojos color azúl idénticos a los de Candy se vieran más pequeños, aunque era lo único que tenía de la chica, su cabello negro, con algunas canas, tez clara un poco más alta que ella, por el contrario el señor era muy idéntico a la chica, cabello castaño claro, tez un poco más oscura que la de su señora, alto y de ojos color gris.

El hombre Abrió la boca para decir algo pero ella lo detuvo con la mano salió de la oficina  y salió.

—Buenos Días Señores Tocquebille, soy la Agente Reed, la que estuvo siguiendo el caso de su hija, como vera hemos desmantelado la organización que tenía a su hija, pero hay un problema. Se me informó  que su hija había desaparecido hace cinco meses en un aeropuerto.

—Así es Agente.

—Su hija tiene cinco meses de embarazo, casi seis—un jadeo salió de los labios de la mujer enseguida se un sollozo—se podrá imaginar por lo que pasó su hija, necesita ayuda psicológica.

—No-o puede ser, mi niña no— el hombre la lleva a su pecho, él por su parte tiene la mandíbula apretada, sus ojos están aguados y rojos. La ira se nota en sus ojos.

—Ustedes son unos inútiles, si hubieran hecho su puto trabajo a tiempo mi hija no tendría que estar así. — la ira denotaba en cada una de sus palabras.

—Señor, el caso estaba anulado, hasta hace un mes que me hice responsable de el  y peleé con uñas y dientes  para que reintegrarán el caso. Y en menos de un mes hice lo que pude. Si tiene alguna queja puede quejarse con el departamento de...

—Mi amor —habló la señora con voz llorosa—la chica encontró a nuestra hija, debes de comprender—sorvió su nariz. —lo importante es que nuestra hija está bien. Y-o voy a apoyarla en todo mi amor, si ella quiere tenerlo esta bien y s-si quiere darlo en adopción también está bien. —limpió lágrimas que salieron de sus ojos —lo importante esque La tenemos aquí con nosotros, con vida. —dirigió su mirada hacia ella — ¿podemos verla?.

—Si, pero si me permiten primero la despertaré está dormida. — la mujer se acercó y puso una mano sobre su hombro.

—Estoy muy agradecida contigo, infinidades. No sé qué habría pasado si no la hubiese encontrado.—la abraza y llora encima de ella.. Pero ella se quedó estática, sin saber que hacer. Nisiquiera le devolvió el abrazo. Se sentía incomoda, ella no era de las que daba abrazos a todo mundo. Puso una de sus manos en su espalda y empezó a dar golpesitos, "en forma de consuelo" se separó de ella y entró a su oficina.

—Señorita Candy—tocó su hombro para despertarla, pero ella se sobresaltó.

—¡No me toques! —se sentó enseguida desorientada, luego a miró a los ojos, sus ojos color azúl aterrados.

—Tranquila.

—L-lo lamento y-o.. —trató de disculparse.

—No se preocupe señorita—la interrumpió —sus padres están aquí.

CAUTIVADO CON TÚ MIRADA [SAGA CAUTIVAME #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora