Noviembre 1973, algún lugar de Escocia
Podía decir con orgullo que su problema con la bebida ya estaba controlado. Además, ahora era capaz de salir de la cama y componer de nuevo. Estaba trabajando en más canciones para un nuevo álbum. Las cosas iban mejorando. A pasos pequeños, sí. Y aún le quedaban bastantes asuntos por resolver. Pero ahora veía el futuro con esperanzas después de mucho tiempo.
Sabía que no lo había logrado el solo. No. Si ahora estaba vivo era gracias al incondicional apoyo de su familia. Seguramente, de haber estado solo, se hubiera suicidado. Así de bajo había caído después de la separación de la banda.
Había sido un divorcio. Uno bastante duro. No sólo para él y John. Los cuatro habían sufrido bastante. Después de aquel incidente en india las cosas no volvieron a ser lo mismo. Poco a poco, aquello se convirtió en un infierno. La llegada de Yoko Ono a sus vidas no había sido de gran ayuda tampoco. Finalmente un día de abril en 1970, Paul se vio obligado a hacer pública una verdad incómoda y que nadie quería escuchar: The Beatles se habían acabado.
Y el mundo lo odiaba por eso. John lo odiaba también. No tenía pudor a la hora de admitirlo. Paul le tenía un poco de rencor. Era inevitable no sentirlo. Pero lo del otro parecía un odio puro. Y si sentía eso por él, si sólo buscaba burlarse de todas las formas posibles, si ya ni siquiera podía componer música (Porque durante un largo tiempo fue incapaz de hacerlo), si ya no estaban juntos. ¿Qué sentido tenía vivir?
Por suerte, Linda había aparecido para mostrarle que aún tenía un propósito, y que pronto sería capaz de componer de nuevo. Que no estaba solo. Que alguien lo amaba. Ella lo había ayudado a salir de su estado depresivo.
Sin duda alguna, las cosas estaban mejorando.
Paul estaba sentado en el jardín, jugando con Martha, cuando su esposa le avisó que había llegado una carta para él. Era algo bastante extraño. Aún recibía cartas de fans, pero esas llegaban al estudio. Y su padre llamaba por teléfono. ¿Quién era entonces?
Tomó el sobre de las manos de Linda. Reconoció la letra de inmediato. La hubiera reconocido en cualquier parte. Sintió que su corazón se paró por un momento. Abrió la carta, no sin un poco de miedo.
Había una hoja doblada y dos rosas un poco marchitas. No era una carta en sí, más bien era la letra de una canción. Había unas cuantas palabras remarcadas en ella.
And i know and I'm sorry (yes i am)
but i never could speak my mind,No pudo evitar sonreír cómo cuando tenía quince años. Sólo a John podía ocurrírsele algo así.
—Están un poco marchitas, pero creo que aun así podríamos trasplantarlas.
Paul miró extrañado a la mujer.
— ¿A qué te refieres, Lin?
—Las rosas. Crecerán, cubrirán el jardín y harán que sea aún más hermoso. Ya lo verás, Paul.
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From me to you
FanfictionCinco ocaciones en las que John le obsequió rosas a Paul, y una vez que Paul le regaló una rosa a John. Fanfic basado en un gif de @whydontwedoitontheinternet. (Thanks ^^) Disclaimer: Salvo algunos hechos, que están documentados y son comprobables...