ShinDong Y Sus Amigos

Ni un poco de paz.

Estaba sentado, tranquilo. Viendo los miles de memes que Elf hizo de Heechul. Riendo un poco también. Era todo paz y tranquilidad. Era de las pocas veces en las que tenía un tiempo para mí...

-ShinDong Hyung ¿Querés jugar a la fiesta de te conmigo?- Entró Henry en el cuarto y saltó arriba de mí cama.

-No, gracias, Henry.- Le dije amablemente. El, desilusionado salió de la habitación, y otra vez puse los ojos en la pantalla de mí computadora.

-ShinDong ¿Querés venir a misa comigo hoy?- Tocó la puerta Siwon.

-No, gracias, Siwon. Pero hoy tengo ganas de quedarme acá y no hacer nada- Le dije. El asintió y se fue.

-¡HEECHUL!- Escuché que lo llamaba y otra vez enfoque mis ojos en la computadora.

-ShinDong ¿Puedo esconderme acá?- Entró Hee sin tocar y se metió en el placard.

-Es mí día libre, Hee...

-¡Ya se, ya se! Pero no voy a hacer ruido. Te lo prometo...- Dijo asomando la cabeza. Yo solo negué un poco cansado y volví a la computadora.

-¡ShinDong! ¡Amigo del alma!- Entró Hyuk y me abrazó. Yo solo suspiré frustrado.

-¿Que querés ahora?

-¿Puedo esconderme acá?- Me pidió.

-Eh... Bueno

-¡Gracias! Te prometo que no voy a hacer ningún ruido. Ni vas a saber que estoy acá- Se escondió abajo de la cama- Ah, y si Yesung pregunta, me fui del país- Dijo asomando la cabeza para luego esconderse otra vez. Yo solo rodé los ojos y me llevé la taza de café a los labios. Solté una risa al ver las imágenes de Heechul. Elf tenía una gran imaginación...

-Wow, que creatividad che...- Pegué un grito al oír esa voz detrás mío.- Ah perdón. Ando buscando a Hyuk y me distraje con las imágenes- Se justificó Yesung. ¿No odian cuando alguien va en absoluto silencio detrás de ustedes cuando están en la computadora?

-¡NO, CON LA ESCOBA NO!- Entró gritando DongHae al cuarto.

-¡TE DIJE, PENDEJO DE MIERDA, QUE ACABABA DE LIMPIAR EL PISO!- Entró gritando Leeteuk también, con una escoba en la mano.

-¡Hey, dejen de gritar! Hay gente intentando esconderse...- Dijo Hee, abriendo la puerta del placard.

-¡Ah, Hee! ¡Ahí estás!- exclamó Siwon feliz cuando lo vió. Heechul, rápidamente volvió a meterse en el placard.

-¡Hola, familia!- Entró SungMin en la habitación, que al parecer, había venido de visita- ¿Que está pasando acá!- Preguntó al ver todo el desastre.

-¡Estamos en una fiesta de té!- Exclamó Henry contento. ¿Cuando había metido sus peluches y la mesa en mí cuarto?

-¡SungMin, llevate a Yesung de acá!- Pidió susurrando Hyuk. SungMin lo vió sin entender.

-¡Ah, Hyukkie! Ahí estás...- Dijo Yesung agarrándolo de una pierna y sacándolo de debajo de la cama, a lo que Hyuk se agarró de una de las patas de ella.

-¡NO, SOLTAME!

-Dale, Hyukkie, solo quiero jugar un rato con vos...

-¡SOLO DONGHAE LE PUEDE DECIR ASÍ!- Le pegó SungMin con un libro en la cabeza a Yesung.

-¡Eso, solo yo lo puedo decir así! ¡AY!- Se quejó cuando se tropezó y Leeteuk lo alcanzó.

-Ahora vas a Ver, nene de mierda...- Dijo Leeteuk agarrando firmemente la escoba. DongHae, agarró la tetera que Henry estaba usando para servir el té, y se la tiró en la entrepierna a Teuk. El cual, cayó al piso y se retorció de dolor. Henry, al ver su tetera rota en el suelo, se puso a llorar como un bebé.

-¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO ACÁ?!- Entró KangIn en la habitación y todo el alboroto paró de golpe.

-¡KangIn, ayudame! ¡Pone orden!- Le pidió Leeteuk desde el piso.

-¡Papá, DongHae rompió mí tetera!- Se quejó Henry.

-¡Yesung no me deja en paz!- Se quejó Hyuk.

-¡Siwon quiere que me queme!- Se quejó Hee.

-¡Yo no sé qué está pasando!- Se quejó SungMin.

-¡Y YO QUIERO ESTAR EN PAZ PERO NO, TENÍA QUE ESTAR EN ESTE GRUPO LLENO DE PELOTUDOS QUE NO ME DEJAN NI TOMAR MI CAFÉ EN PAZ!- Grité enojado. Todos me miraron sorprendidos. Luego, se levantaron y se fueron de mí cuarto con la cabeza gacha.- Al fin... Gracias, San Siwon- Suspiré aliviado.

-¿Pero estas seguro de que no querés venir conmigo a misa?- Apareció Siwon otra vez y le tiré ni taza de café, que el esquivó.

-¡NO!- Le grité y se fue asustado.

A veces, era increíble la capacidad que todos tenían para romper las pelotas...