Ahí para ti © || El Comienzo || 1er Libro [LINK Y TÚ] COMPLETA *EN REVISIÓN*

CAPÍTULO 2

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Me sonrojé mucho al escuchar a Sofía comentar que Link me diría bonita. Siempre he negado los cumplidos que me han solido decir. Amigas y familiares. Siempre es lo mismo con mi forma de ser, pero agradezco que tengo buenas amigas como Sofía y Rocio.

—_______ es mejor regresar a clases— miré a Sofía y asentí. Nos pusimos de pie y ella colocó su mano en mi espalda para que apresurara mi paso. Miré para atrás y vi a Rocio reír. —Link te amará _______, yo lo sé.

Me susurró al oído dejándome inmóvil y obviamente sonrojada. La miré y estaba mirando al frente. Luego Rocio apareció a su lado, ambas me dejaron bastante confundida. Nos dirigimos a nuestra siguiente clase que era matemáticas, las tres odiábamos a la profesora, principalmente yo.

—No puede ser que siga matemáticas— afirmó Rocio recargándose en una pared que separaba los casilleros con los baños. Aguanté mi risa al verla con una cara chistosa. Sofía estaba sujetando su mochila mirándome sonriendo.

—_______ tengo que decirte algo en mi casa. Ya que Rocio no puede saberlo...— dejó un silencio y me miró con una sonrisa pícara que provocó una risa en mi. Miramos a Rocio y ella confundida nos miró arqueando una ceja.

—¿Qué pasa?— reímos al ver su confusión sobrepasar el límite. —¿______, te encuentras bien?

—¿________?— escuché a ambas preocuparse por mi, ya que tenía la mirada clavada al suelo y estaba roja de las mejillas. Sentí la mano de Sofía rozar mi rostro, me levantó la cabeza para que mi mirada atendiera la suya.

—Chicas, no sé qué me sucede, siento que Jocelyn y Naomi volverán a fastidiarme— suspiré y ellas se miraron a los ojos molestas, luego miré a Sofía y me dijo ya más calmada: —no te preocupes por Jocelyn ni Naomi. Ambas no saben lo que es amar.

Sonreí una leve mueca agradeciéndole su ayuda y calma para que no sintiera miedo con ellas, ya que ambas son las populares del salón. Entramos al salón y las vimos sentadas en primera fila como en todas las demás. Ambas eran bastante guapas, rubias de ojos de color; Jocelyn azules y Naomi verdes, ambas también eran irritantes.

No sé si sentir envidia o felicidad por no ser como ellas. Pero prefiero felicidad por no ser una gata como ellas. Rodaron los ojos al verme y sentí como Naomi estiró sus piernas adrede para que yo cayera. Por desgracia lo logró, mis cosas cayeron al suelo al igual que yo y todo el salón se estaba riendo.

—Ups... ¿estás bien _______? Sabes algo, no me importa— escuché a Naomi reír junto con Jocelyn, me hinqué y vi a Rocio frente a mi ayudándome a levantarme. Recogimos mis cosas y las miré de reojo con el ceño fruncido apretando la mandíbula.

—Mira Naomi, no quiero volverte a ver haciendo eso en clase, y menos a una de tus compañeras— escuchamos a la profesora mirarla y gritarle enojada, supe que Naomi la ignoraría, pero solo la escuchamos decir un "perdón" con voz ahogada. Rodeé los ojos y me senté en mi lugar alejado de la pizarra junto con Sofía.

—_______, no te preocupes, no te harán nada de ahora en adelante. Yo te voy a cuidar— la miré un tanto confundida pero a la vez me sentí halagada y sonreí.

—Gracias Sofía, en serio no es necesario. Ya me siento protegida— me miró arqueando una ceja con su sonrisa molesta que suele hacer. Guardé silencio nuevamente separando mi mirada de la suya, que me miraba con intriga.

—¿Por Link?— evadí su mirada y miré la pizarra fingiendo poner atención a la clase. Ya que esta maestra es muy estricta con cualquiera. Miré de reojo a Sofía y estaba sonriendo esperando mi obvia respuesta.

—Pues sí, quien más— rió al ver mis mejillas arder en un leve sonrojo. Vi cómo varias miradas nos observaban de forma extraña al escuchar a Sofía reírse de la nada. —Sofía, cállate.

Me miró de nuevo y se calló ya que sabe que no me gusta ser regañada por algo que no hice, y menos por esta maestra. —Sofía y ______, déjenme escuchar, quiero aprender— ambas escuchamos a Naomi con su voz chillona mencionar "aprender" y tratamos de aguantar la risa; ya que ella ha reprobado su materia miles de veces.

—Claro, perdóname— dije y Sofía empezó a reír, las miramos y rodaron los ojos molestas. Suspiré y golpeé levemente a Sofía del hombro para que se callara.

—Perdón _______, pero acepta que fue buena esa— asentí mirándola de reojo y se calmó ya después de varios segundos. —por cierto, ¿_______ estás lista para nuestra reunión?

Susurró y asentí sin mirarla, ya que había mucha posibilidad de que la maestra sin saber porqué, me regañara. Pasamos el tiempo contestando su absurdo libro de problemas matemáticos y todo ese rollo molesto.

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Listas para la penúltima clase, noto como Santiago me miraba frunciendo el ceño con la misma sonrisa desagradable que suele tener. Me encantaría desprenderla de esa horrible cara y meterla por donde más le cabe.

—_______, voy al baño, ahora vuelvo— asentí sin dejar de mirar a Santiago platicando con Esteban. Intenté desafiarlo con la mirada para que vea que ya no le temía más. Se me acercó como depredador dejando a Esteban atrás mirando la inesperada escena que tanta gracia le causaba.

—Lárgate de aquí _______, ningún humano ni duende te querrá; ahora vete de aquí— en ese momento volví a sentir esa extraña presencia de alguien observándome, miré a todos lados y no había nadie, era extraño al inicio. Luego lo miré de nuevo y sentí su aliento más cerca de mi rostro, la piel se me había puesto de gallina al sentirlo tan cerca. —él nunca te querrá. Ahora vete ________.

Retrocedí con mi pequeño corazón destruido. La presencia se volvía cada vez más fuerte. Los miré de nuevo y de pronto Santiago me había pateado en el estómago, sacando el aire que tenía dentro.

Caí al suelo y todos rieron como locos; alcancé a mirar los pies de Naomi y de Jocelyn dirigirse a mi. Miré hacia sus rostros y se estaban riendo. Naomi estaba sujetando un café, el cual derramó adrede en mi pelo y espalda dejándome empapada de café.

—Ups... _______ es mejor que te des un baño, sucia— escuché a Esteban y Santiago reír como locos al igual que medio pasillo. Intenté ponerme de pie y sentí el pie de Jocelyn empujarme para que no pudiera pararme.

—Que asco ________. ¿Que acaso no te bañas?— escuché a una chica mirarme con repugnancia al notar el café escurrirse de mi pelo. —bueno, aunque _______ no se bañe, le queda bien el café. Se camuflajea con su pelo.

Volvieron a reír. Rendida me dejé caer al suelo y vi cómo el pasillo se fue vaciando poco a poco. —¡________!— de pronto, escuché a Sofía gritar mi nombre preocupada al oír sus pasos acercarse —¿estás bien? Dios, ________.

—Sofía... creo que no iré...— traté de hincarme para verla mejor; ella colocó sus manos en mi rostro y sintió el café derramar algunas gotas en sus manos. —es mejor que me vaya a casa...

Intentando recuperar el aire la miré asentir sin ningún reproche. Me intentó poner de pie tomando mis manos y me acompañó a la siguiente clase que era Química. Suspiramos al entrar al salón y ver miradas posarse en nosotras. Cada una se fue a su lugar, el mío enfrente y Sofía atrás.

Suspiré para que nada malo pasara. Sólo que en ese momento escuché a Naomi comentar de nuevo: —¿Es tradición usar café en el pelo ________? Por qué no veo que funcione si es para alguna utilidad— como siempre, el salón se rió frente a mi cara.

—¡Pues se vea bien o mal, mínimo tiene bonito cabello y bien cuidado Naomi!— escuché a Sofía gritar en medio salón defendiéndome. La miré parada al lado de su asiento desafiando a Naomi con la mirada y sus puños bien firmes a sus costados. En ese instante Naomi se le acercó, pero por suerte el profesor detuvo la escena.

—Tomen asientos ya...— miró a ambas y luego me miró a mi después de suspirar pesadamente —______ es mejor que vayas al baño.

Asentí y fui a este callada escuchando sus risas. Miré de reojo a Sofía y le agradecí con un movimiento de labios. Salí y entré al baño; me miré al espejo y no pude creer lo que vi en él. Era una silueta negra de un chico alto que me miraba fijo a los ojos. Por un momento pensé que el café me había afectado, pero sí había alguien aquí.

—¿Un momento... Link?—