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Miro al cielo con la esperanza de poder verte, pero no veo nada más que un sin fin de estrellas esparcirse sin ningún orden especifico, al mirar ese espectáculo frente a mi vienen todos los momentos que alguna vez vivimos, tu sonrisa resplandeciente que nunca olvidare, tus ojos marrones que me volvían loco y tus mejillas que se sonrojaban cada vez que nos sonreíamos mutuamente.

Con una pequeña sonrisa y una lagrima miro hacia el cielo y doy gracias por el amor y el cariño que me diste sin siquiera saberlo, siempre te extrañare pues me harás mucha falta, mucha más de la que crees.

Quiero pensar que donde quiera que estés estas bien, jamás me olvidare de ti ya que siempre estarás en mi mente y sobre todo en mi corazón.

Solo que aún no me hago a la idea de que me has dejado tan pronto, no puedo aceptarlo, me cuesta mucho seguir respirando con la tristeza y el dolor que se alberga en mi pecho, pero solo pensar en lo mucho que nos faltó por vivir y hacer juntos hace que una y otra vez se forme un nudo en mi garganta y las ganas de llorar me invadan.

Se que no quieres que siga sufriendo por tu ausencia, pero me es casi imposible vivir sin ti.

-Siempre te ame y por siempre lo haré- susurre por lo bajo mientras vapor blanco escurría por mi boca al hablar, era una fría noche de otoño así que el clima ya se hacía notar, mis ojos enrojecidos ya no soltaban ninguna lagrima por mucho que sintiese las ganas de caer de rodillas ante la lápida.

Doy un suspiro de pesadez y aclaro mi garganta mientras lentamente vuelvo donde Seungcheol que me esperaba en su motocicleta mirando con cierta tristeza a un punto fijo.

-Lamento la demora, me tomo más tiempo de lo que suponía- dije mientras Sungcheol bajaba de su nube, al escucharme comenzó a encender la motocicleta donde habíamos venido.

Sungcheol era una de las personas más importante para mí ya que siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, siempre cumplía nuestros caprichos y nos regañaba cuando nos metíamos en problemas, sin duda al ser el mayor de los tres su imagen parental era muy marcada, pero agradecía que fuese así por que sin su apoyo no hubiese podido soportar nada de esto, lo extrañaba, y diablos que lo extrañaba pero no me había atrevido a venir a su lapida, habían pasado 2 años ya del fatal accidente que sufrió Quanzhe y en todo ese tiempo no me había atrevido siquiera a dar las disculpas necesarias a su familia por no ir a su funeral.

Cuando ocurrió el accidente Sungcheol fue uno de los primeros en enterarse, yo estaba ocupado con el papeleo de ingreso para la universidad así que me entere cuando ya se había ido, no hubo nada más fuerte que enterarme por parte de Sungcheol, nunca lo había visto derramar una lagrima siempre trataba de mantener ese aspecto de duro frente a todos, pero cuando me contó lo que había sucedido se desmorono completamente yo no reaccionaba a consolarlo, pensé que era una broma de muy mal gusto, no podía creer lo que estaba pasando en ese momento.

- No te preocupes, puedes tomarte todo el tiempo del mundo aparte también quería venir a verlo, lo extraño - esto último lo dijo casi sin fuerzas, conocía a Sungcheol y la partida de  Quanzhe fue algo que le pego muy duro.

- Creo que fue ya suficiente - dije con pesadez mientras me aproximaba a tomar uno de los cascos que tenía en la parte posterior, pero la mano de Seungcheol me detuvo mientras buscaba algo en su mochila, sacando un paquete extraño del interior de esta.

-Supongo que un recuerdo antes de irnos no le hará mal- dijo mientras mostraba un oso de peluche marrón, Quanzhe era un coleccionista de animales de peluche así que probablemente le hubiese encantado, me apresure a tomarlo y colocarlo cerca de unas flores un tanto marchitas por las heladas que hubieron unos dias atras, mientras por última vez con mis dedos acariciaba las cavidades de la lápida susurrando lentamente su nombre.

- Te extraño, tonto- dije para mí mientras me alejaba de la lápida, Sungcheol me ofrecio uno de los cascos y me acomodé detrás de él para comenzar el viaje hacia mi hogar.

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Al llegar me despedí de Seungcheol lo más rápido posible ya que mi familia notaria que me había saltado unas clases de la universidad, y si notaban la presencia de Seungcheol comenzarían a hacer preguntas innecesarias, Sofia fue la única que salió a recibirme mientras a lo lejos Sungcheol se despedía.

-Era Cheol? ¿Por qué no se quedó a pasar el rato? Hace mucho que no lo veo venir a casa- dijo con su voz chillona, la amaba con todo mi corazón, pero cuando quería podía sacarme de mis casillas muy fácilmente.

- Esta ocupado con el trabajo, solo me trajo por que le quedaba cerca- mentí con la intención de que dejara de bombardearme con preguntas, no muy convencida acabo por entrar a casa.

- Y papá? - le pregunte mientras sacaba unas galletas de la alacena

- Debía ver unos papeles así que se fue hace poco, dejo algo de cenar guardado para que comas- me respondió desinteresada mientras miraba la televisión.

Con cautela subí hasta el segundo piso hasta mi recamara, no me moleste en encender la luz, solo atine a cerrar la puerta para luego lanzarme a mi cama ya que después todo lo sucedido estaba muy cansado, mire la pantalla de mi celular para verificar la hora marcando las 00:30, no tenia ánimos de nada mas que solo  sucumbir ante la oscuridad que me rodeaba, cerraba los ojos lo más fuerte que podía tratando de alejar los recuerdos que venían a mi cabeza, el momento en que el accidente se confirmó. Fue demasiado chocante para mi y lo cobarde que me sentí al no poder hacer nada por su familia ni siquiera por Sungcheol.

Estuve semanas encerrado en mi cuarto, no tenía ánimos, mi luz y mi sonrisa se habían ido con él pues no lograba entender cómo era posible que se esfumara de tal manera, me costó mucho tiempo recuperar mi cordura y aun puedo decir que tengo mi corazón roto por lo sucedido, Sungcheol estuvo días enteros esperando afuera de mi cuarto para poder hablar conmigo sin ninguna respuesta, pero no me forzó a hablar ni nada ya que sabía lo mucho que lo amaba y lo difícil que se me hacia el  hecho de aceptarme como era, muchas veces antes del accidente me había animado a que me confesara ante Quanzhe, me pregunto si hubiese cambiado algo el haberle dicho lo que sentía por él.

Muchas preguntas se formaron cuando estaba encerrado en mi burbuja y eso no estaba haciéndome bien, todo lo que eh estado viviendo por 2 años casi no me estaba haciebdo bien, pero sus recuerdos son los que me mantenían despierto y vivo desde ahora, sus recuerdos eran lo unico que nunca se esfumaria ...

Quizá de ese modo sentia que Quanzhe estaria conmigo para siempre junto a mi, con un fuerte suspiro mire una ultima vez la iluminada pantalla para caer en un profundo sueño, del cual no quería despertar.

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Bueno asi partimos el fic un tanto  deprimente pero mejorara (oh eso espero 💔) ojala puedan seguirlo semana a semana y puedan leer todas las estupideces que se me ocurren cuando tengo insomnio, esperen el proximo capitulo 💜
Un besito .

~Nali💜

Always, You   [Verkwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora