5.

42 8 0
                                    

El frío viento estremeció todo mi cuerpo, mientras pesadamente abría mis ojos, me sorprendí al darme cuenta que estaba aún afuera, acurrucado a un lado del árbol en que me había refugiado momentos atrás, mire mi celular para verificar la hora fijándome que era bastante tarde, estuve casi 3 horas dormitando en la misma posición así que no me impresionaba que me doliera todo el cuerpo, eran las 4 am y lo que más me preocupo fue que no había recibido ninguna llamada por parte de Seungcheol ... Quizá simplemente no se había fijado que había salido, pero como compartiríamos habitación me extrañaba que no me llamase con lo exagerado que era a veces.

Una melodía me saco de mis pensamientos, pensé que provenían de mis audífonos pero no era así, mire en todas las direcciones buscando aquella melodía que se me hacia tan familiar a mis oídos, tanta fue mi curiosidad que baje la pequeña colina que había que cruzar para llegar cerca de la orilla del mar, escabulléndome por los escasos árboles que habían para así no llamar la atención de nadie, a lo lejos vi un grupo de jóvenes que eran 4 para ser exacto, todos estaban cerca de una fogata un tanto improvisada cantando y riéndose con la melodía de una guitarra acústica de fondo y el sonido del mar haciéndole compañía, la luz de la luna no había bajado su intensidad desde que salí fuera de casa y esta brillaba hermosamente en lo alto del cielo.

Me había acomodado en unas rocas observando detenidamente lo que hacían, me sentía un acosador total en la forma que los observaba pero aquella melodía me había embriagado demasiado como para devolverme a la habitación así sin más, tenía unas ganas enormes de unirme pero sería aún más raro que estar mirándolos a la lejanía.

Mientras forzaba a mis ojos a enfocar pude ver quién tenía la guitarra en sus brazos, tenía el cabello corto de color negro azabache un tanto moreno con rasgos bien definidos y una sonrisa que daba la impresión que podría iluminar la noche más obscura, tocaba con una destreza y facilidad increíble mientras cantaba animadamente junto a los demás, atrás de él una muchacha de largos cabellos cafés que se movían al son de la música, algo llamaba la atención de aquella muchacha pero no podía decir que era, quizá su espalda algo ancha para ser una mujer oh lo bien que se le daba coquetear con el chico de la guitarra, aún así tenia una hermosa sonrisa, esta se afirmaba al cuello del guitarrista por su parte posterior mientras así pucheros y daba besos gentilmente en la nuca de éste, este los recibía alegremente, como si nada en el mundo pudiese superar los mimos de su novia.

Un poco más alejado a la pareja estaba un chico el cual estaba demasiado animado, aplaudía efervescentemente mientras gritaba y revoloteaba al rededor de la pareja, este era el más alto de tez morena con un buen cuerpo, el cual se notaba claramente a lo lejanía, este jugueteaba como un cachorro mientras todos cantaban.

De la nada todos guardaron silencio y abruptamente cesó el sonido de la guitarra quedando solamente el las olas golpear contra la orilla, se podían escuchar unas cuantas carcajadas ahogadas de parte de los 3 recién nombrados, mientras la intriga por lo que pasaba crecía y crecía en mi , tanto era el ambiente de tensión que habían creado que trate de acercarme más para ver qué era de lo que se reían, comenzó a sonar la guitarra nuevamente pero con una distinta melodía, esta vez mucho más serena y romántica que la anterior, era una canción tipo balada muy antigua como para recordarme la letra, pero tan memorable que sentías que ya las habías escuchado en algún momento de tu vida.

Finalmente pude ver al último chico, era un poco más pequeño que yo, con el cabello corto de un lindo color castaño, tenía unas lindas mejillas que rebosaban ternura y su cuerpo era simplemente perfecto, se me había entrecortado la respiración al verlo, no sabía cómo describirlo pero era como si al verlo una especie de electricidad recorriera todo mi cuerpo, esté se movía con gracia pero exagerando sus movimientos para hacer reír a sus amigos, lográndolo fácilmente, me causo gracia igualmente todo el acto que había presentado con el mar como su telón, todo iba perfecto hasta que esté comenzó a cantar, su voz era demasiado angelical, demasiado perfecta, cantaba con tanta confianza que me impresionó desde lo más profundo de mi, pero lamentablemente me comence a sentir desagradablemente angustiado, las lágrimas no dejaban de brotar y recorrer mis mejillas, una sensación de soledad inundaba mi garganta, sentía como si cada nota que entonaba el chico de las mejillas grandes fuese una puñalada en mi corazón, no aguantaba estar ahí más tiempo y en mi desesperación por irme lo más rápido de ese lugar caí al suelo tropezando con mis mismos pies, al parecer había llamado la atención del grupo que estaba junto al fuego ya que habían parado de cantar, aún persistía la sensación desagradable dentro de mi y lo peor era que no sabía por qué me sentía así, mi cuerpo no dejaba de temblar y mi codo había comenzado a sangrar por la caída de hace un momento, quería disculparme pero no me salía la voz, solo comence a correr sin siquiera mirar si iba en la dirección correcta.

Always, You   [Verkwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora