Pérdida irreparable.

33 3 2
                                    

Es muy duro empezar a escribir este capítulo, me tomó mucho decidirme.
Claudia insistió q lo hiciera por más de dos semanas; me persuadió con todas las justificaciones posibles, hasta q accedí cuando nombró a mi Danielito... argumentando "q el no merecía una madre con tanta amargura, q ya era suficiente con lo q le había tocado vivir a su corta edad".
En un esfuerzo por safarme intenté q ella escribiera mientras yo relataba, pero fracasé.

Claudia repetía una y otra vez q mi terapia consistía en autocurarme, ya q según su experiencia, solo yo decidía superarlo y seguir adelante.

-Yo: Hay tanto q contar, q tampoco sabría como empezar.
-Claudia: No importa, comienza por donde se te ocurra.
-Yo: Claudia
-Claudia: No me llames así, aquí dentro de estas paredes soy Dra. Rodriguez.

La miré y no supe q escribir, fue tan confuso aquel día q aun no entiendo q pasó, en q fallé?. Me pregunto una y otra vez q fue lo q realmente pasó?. Repaso ese día y no entiendo dónde qdo aquel amor q profesaba tenernos. Como pudo dejarnos solos?.

Eran las fiestas del pueblo, y como ya era costumbre Daniel ya andaba tomando desde temprano. Recibí una llamada de un familiar q me indicó q a Daniel lo iban a llevar preso porq había atropellado a un anciano q iba en bicicleta y en la postura q andaba era mas q seguro q lo llevarían preso por un buen tiempo.
Rápidamente llegamos con mi padres al encuentro y tratamos de investigar lo sucedido entre la gente y con la patrulla policial. Se aprovechó el alboroto entre tantas personas y mi suegro se lo llevó a nuestra casa.
Lo tranquilizó de q no había matado a nadie, q solo fue el susto, q el abuelito solo tenía un raspon en las manos y rodillas, lo dejó dormido y salió a buscarme para q me qdara con él, mientras el arreglaba el problema con las autoridades.

Al llegar a casa veo q la puerta de entrada está abierta, a pocos metros un frasco de veneno para matar ratas entre abierto y casi en la entrada de nuestro cuarto yacía Daniel tirado en el piso, retorciéndose del dolor y con mucha sangre saliendo de su boca.
El tiempo se paró por un instante, no atinaba q hacer y solo empecé a gritar por pedir ayuda.
Estaba de más claro q Daniel había tomado aquel veneno. Le preguntaba insistentemente q había hecho, porqué, porque?.
Mientras llamaba por celular a mis padres por ayuda, sentí q abrazó mis tobillos y alcanzó a decir:   Déjalo, no llames a nadie. Te amo. Perdóname.
Y de ahí perdió el conocimiento. Esa fue la ultima vez q oí su voz.

Al rato llegó la ambulancia y lo trasladaron a la ciudad. Mientras yo iba con él, le decía al oído "Vamos a salir de ésta, resiste, mi amor".
Lo internaron en emergencia en el hospital y el doctor de turno no daba buenas noticias, los exámenes arrojaban q sus órganos estaban  destruidos. Q solo esperaramos lo inevitable.

Cuando escuché sus palabras entré en  shock, sentía q me hablaban pero mi cerebro no disernía la realidad,  me desmayé y no recuerdo mas.
Cuando desperté estaba en mi dormitorio, y mi hermana menor se acercó y me dijo q me habían dado cedantes para ayudarme a soportar la noticia. Daniel había muerto.!.
No lo podía creer y entré en una crisis de niervos, por lo q tuvieron q sedarme nuevamente. Al volver a despertar, me prepararon y me dijeron q si no me tranquilizaba tenían q inyectarme de nuevo, q en la sala estaban velando a Daniel.

No era fácil aceptar aquello. Como me iba a tranquilizar y a no llorar cuando mi esposo estaba metido en una caja sin vida.

Busqué a mi alrededor y nuestro hijo no estaba, le dije a mis hermanas q no lo trajeran aquí, q evitarán q él se enterara de lo sucedido.

Caminé hacia la caja, las murmuraciones se escuchaban entre el público presente, en ese instante no me importaba nada, solo quería verlo por última vez.  Su semblante no era el mismo, sus manos estaban frías y su sonrisa ya no era mía. Porq nos dejastes solos, porqué lo hicistes.
Daniel te amo.

 Diario de una niña #TheDomains2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora