28. Es mejor un chocolate caliente.

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- ¿T-tú sabias de e-esto? -. Le pregunte mirándolo fijo, quería que me sea completamente sincero, el simplemente se quedo callado, y con eso me hizo saber todo.

- Y-ya veo... -. Me comenzaban a picar los ojos, pero no quería verme débil, no lo seria de nuevo.

- Vaya par de idiota que sos, marchémonos  de aquí -. Comento el chico de mi lado que ahora se encontraba abrazándome.

¿Era tan difícil darme una explicación?, simplemente Matteo se quedo mirando el suelo. Pensé que podía confiar de nuevo en el, pero estaba equivocada...

Mientras caminábamos, pensaba en todo lo que había sucedido, desde lo de Gaston, hasta lo que acaba de suceder. Vaya día que tuve, ¿el amor estará en contra mía?

Llegamos a una pequeña casa, era color blanco con un pequeño jardín muy lindo y cuidado. Al parecer era la casa del que ahora se encontraba apoyándome, me indico que entrara, a lo que dude un poco, ¿era de confianza?

- Vamos, no te voy a violar -. Reí un poco ante su comentario, en lo que llevo conociéndolo me di cuenta que es muy sincero ante lo que piensa, sin mas que pensar entre a su lindo hogar.

- Es muy linda tu casa... -. Comente un poco tímida.

- Gracias, iré a preparar algo de te, puedes hacer lo que quieras, estas en tu casa -. Comento con una pequeña sonrisa.

Explore un poco su casa, a pesar de ser algo pequeña era muy linda. Llegue a lo que seria una habitación y había una cama muy grande, debe ser cómodo dormir ahí... En eso un pensamiento se me vino a la cabeza, el día que dormí junto con Gaston en las vacaciones, no me había dado cuenta de lo que estaba ocurriendo, hasta que toque mi mejilla y estaba mojada, ¿en que momento llore?, vaya soy mas débil de lo que pensé...

Busque un baño para poder arreglarme un poco, no quería que Chris se preocupara por mi, al llegar me vi en el espejo, mis ojos estaban muy irritados y ya se estaban inchando un poco. Abrí el grifo y me eche un poco de agua en mi rostro, tal vez con esto me vea mejor... Al secarme mi rostro, me peine un poco el cabello y salí de aquella habitación.

Al llegar de nuevo a la sala principal, me senté en el sofá y Chris venia con dos tazas de chocolate caliente.

- Pensé que prepararías té.- le sonreí.

- Lo iba a hacer, pero creo que es mejor un chocolate caliente... -. Me sonrió.

Al tomar mi taza de chocolate, llego un chico con cabello rosa, mire a mi amigo y estaba completamente rojo.

- Ya lleg... -. Nos miro y frunció el ceño.

- No sabia que llegarías tan temprano.- Le respondió mi amigo a aquel chico pelirosa.

- Me dieron el día... -. Miro a mi amigo pero después dirijo su mirada hacia mi. - Hola, me llamo Francisco, pero puedes llamarme Fran.

- Un gusto, me llamo Luna .- le sonreí.

- ¿Y que hacían? -. se sentó a un lado de mi amigo y lo abrazo.

- Luna tuvo algunos problemas con su ex-pareja. - le comento Chris al pelirosa.

- Ouh, disculpa no sabia... ¿Cómo te sientes? .- Dijo Fran empujando a Chris hacia otra parte del sillón para poder estar a mi lado.

- C-creo que estoy mejor, acaba de ocurrir esto y... -. las lagrimas empezaban a salir de mis ojos...

- P-perdón, no llores bebé... -. Comento el pelirosa llevándome a sus brazos para poder abrazarme.

Transcurrieron algunos minutos y ya estaba calmándome, los abrazos de estos dos chicos que ahora eran mis amigos son muy cálidos.

- Luna, ¿qué te parece si te quedas algunos días aquí en nuestra casa? .- comento Chris con una sonrisa.

- Oh, vaya... No quiero ser una molestia para ustedes, en verdad. - comente cabizbaja.

- No lo seras, así podemos conocernos mejor y ayudarte, claro si gustas. - Comento el pelirosa regalándome una sonrisa.

- ¿Seguros que no lo seré?.- Y ante esta respuesta, Fran se levanto del sofá casi gritando.

- ¡PIJAMADAA! -. Comento casi gritando el pelirosa.

 Yo solo reí ante su reacción, estaba segura que la pasare muy bien aquí.


2 | Una PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora