Me cogió la mano y tiró de mi a la pista de baile, a un sitio apartado de nuestros amigos, porque apartado de ma gente era prácticamente imposible... Nos pusimos a bailar y enseguida noté que se le daba genial, como si realmente hubiera estudiado para ello, tenía tanta curiosidad que me acerqué a ella para que me oyera y se lo pregunté.
Ana:-Soy yo o bailas demasiado bien?- le dije al oído para que me oyera. Aunque no podía verle la cara, noté la sonrisa que puso, y al momento me respondió.
Mimi:-Crees que bailo tan bien?- su respuesta me desconcertaba, no estaba en el mejor momento para que me respondieran con una pregunta, así que me separé un poco de ella y asentí, la seguí mirando para que entendiera que quería una respuesta de verdad y pareció entenderlo.
Mimi:-He estudiado a baile y me dedico a dar clases, te lo habría contado antes si los cotillas de la mesa no estuvieran espiando.- rió. Yo sonreí ante el comentario, tenía razón, pero así era Agoney, y por lo que sabía, el resto también.
Dejamos de hablar durante un rato y solo seguimos bailando, llegó un punto en el que estábamos tan sincronizadas que la gente nos miraba, a mi me daba igual, sus ojos me tenían hipnotizada y con esa sonrisa, cualquiera aparta la vista. Tras unas cuantas canciones, apareció un chico alto y bastante guapo, que no dejaba de mirarnos, aprovechó el momento en el que Mimi tuvo que ir a decirle a Ricky que todo iba bien, para hablar conmigo. Como no me apetecía hablar y yo suponía que quería bailar, nos pusimos a bailar, con tanto alcohol en sangre tampoco opondría mucha resistencia, aunque noté una gran diferencia, él no era Mimi.
A los dos minutos apareció Mimi, que sin decir nada me rodeó la cintura con un brazo para separarme de él, mientras le dedicaba una sonrisa que podría ser tanto de perdón como de desafío. Sin soltarme de la cintura, me dio la vuelta y me agarró con ambas manos. Tuve la sensación de que había tomado el control de la situación por un momento y me encantó.
Mimi:-¿Dos minutos y me olvidas morena?- me dijo acercándose a conciencia a mi oido. Me confundió bastante su cambio de actitud, se había ido soltando durante toda la noche, y supongo que el alcohol acababa de hacer efecto real en ella, me gustaba esta Mimi. Yo negué con la cabeza varias veces rodeándola por el cuello para seguir bailando a nuestro compas, aunque la música fuera otra.
Ana:-De esos ojos me va a costar olvidarme la verdad.- no sabía lo que decía pero me gustaba esa sensación. De estar rodeados de gente, pero realmente solo estar ella y yo, de sentir que me guardaría cualquier secreto, de que sería mi cómplice en todo. Justo en ese momento se me desviaron los ojos a sus labios, ya los había observado antes, pero no de forma tan descarada, y supongo que la rubia se dio cuenta por la forma en la que se acercó mas y sonrió. En ese momento tuve que ser realista y salir de la burbuja, tenía pareja, ¿qué estaba haciendo? ¿Y porqué sentía que Javi era mas un estorbo que mi pareja justo en ese momento?
Me agobió el darle tantas vueltas al tema y decidí que tenía que despejarme un poco. Me solté de su agarre muy a mi pesar, no sin antes dejarle un beso en la mejilla.
Ana:-Salgo a fumar y a despejarme un rato.- dije lo mas alto que pude, para no acercarme tanto a ella, ahora que había pensado en Javi, ya no me lo quitaba de la cabeza.
Me di la vuelta dispuesta a irme pero me cogió la mano, yo pensaba que querría decirme algo, pero al girarme, simplemente tomó el control de la situación una vez mas.
Mimi:-Vamos entonces.- dijo poniéndose delante mío y abriendo camino.
Una vez fuera encendí un cigarro, le ofrecí uno a ella pero lo rechazó, miré el movil: las cinco de la mañana, miré los mensajes y Ago me decía que había vuelto a casa, que tuviera cuidado, hace más de una hora que se habían ido, ¿cuánto rato hemos estado Mimi y yo bailando? Al ver mi cara de asombro, la rubia reaccionó.
Mimi:-¿Estás bien?- preguntó un poco mas seria.
Ana:-¿Eh? Sí, es solo que he perdido la noción del tiempo.- reí. Ella me sonrió de vuelta.
Mimi:-Gracias por el cumplido.- Dijo mientras se soplaba las uñas en forma de superioridad.
Ana:-¿Y quién dice que ha sido por ti eh lista?- me gustaba la confianza que teníamos, como si nos conociéramos desde siempre.
Mimi:-Ah, ¿no lo es?- dijo acercándose tanto que me obligó a retroceder hasta que mi espalda encontró la pared. Tenía una mirada diferente, un brillo en los ojos que no había visto, me gustaba, parecía más ella, más natural. Intenté picarla y decirle que no, pero al estar tan cerca no fui capaz, me puse nerviosa y era la segunda vez que me pasaba esta noche, no me gustaba perder mi control por alguien a quien ni conocía casi. Así que le di otra calada y última al cigarro y cambié de tema radicalmente.
Ana:-¿Tienes que irte a casa ya? Es que no quiero volver todavía.- dije mirando para otro lado, para que me salieran las palabras de la boca. Ella sonrió victoriosa, por haber ganado en este juego suyo de ponerme nerviosa y me respondió.
Mimi:-No tendrás un novio... o novia esperando?- vaciló un poco antes de decir o novia, y en ese momento se me vino a la cabeza Javi, y mi cara no fue precisamente de alegría.
Mimi:-Ya veo que la respuesta es sí... muy a tu pesar.- dijo ella riendo. Aunque al principio le di un golpe en el hombro, acabé riendo también.
Ana:-Se llama Javier y está de viaje, pero aún así no quiero volver a casa...- dije sin mirarla, últimamente las cosas con Javier no iban bien, pero no me apetecía hablarlo y menos en este momento.
Mimi: -Te sonará un poco raro, pero vivo cerca y tengo que irme a dormir porque mañana trabajo, y no puedo hacer de niñera de una borrachilla hasta las mil con el frío invernal de Madrid, así que si quieres venirte a mi casa... bueno que no es mi casa, que la comparto con Ricky, pero invitada estás igual.- me sonrió segura, como si estuviera convencida de la respuesta pero preguntara por cortesía, me sonreía como si realmente ya lo supiera todo sobre mi, con solo mirarme.
Ana:-Mmmmm.... no sé, ¿pasar mas tiempo contigo? No me convences...- y me comencé a reír, ella lo hizo al segundo también, después de negar con la cabeza y soltar susurrando un "idiota". Cuando volvimos a quedarnos en silencio, volví a hablar.
Ana:-Vale, iré, no insistas más.- dije sonriendo. Teníamos amigos en común osea que desconocida del todo no era... ¿porque estoy intentando justificarme? Quiero ir y punto.
Mimi:-Ahora es cuando te doy las gracias, ¿no?- dijo haciendo un gesto de reverencia.
Ana:-Anda para de hacer tonterías y vamos, que a este paso amanece antes.- dije mientras me aguantaba la risa y la cogía del brazo para poner rumbo a su piso.
Mimi:-Sí señora.- respondió ella, muy seria. Fuimos camino a su piso contando bromas y chorradas, como llevábamos haciendo toda ls noche, quería conocerla, claro, pero cuando recordara lo que tuviera que decirme, por eso dejamos las conversaciones profundas para otro día, supongo.
Cuando estábamos en el portal y sacó la llave, recordé que había dicho que vivía con Ricky, me había caído bien, pero no se porqué prefería que estuviéramos solo ella y yo. Supongo que se me cambió la cara, porque paró en seco antes de meter la llave en la puerta de casa y me preguntó.
Mimi:-¿Qué pasa?- preguntó. Era como la tercera vez aquella noche que lo preguntaba y me pareció adorable que se preocupara tanto por mi, e inevitablemente la comparé con Javi, ¿porqué acababa de comparar a una chica, que encima había conocido esa misma noche con mi novio de hace dos años? Volviendo al planeta tierra, sonreí levemente por pensar que se preocupaba por mi y le pregunté.
Ana:-Has dicho que vivías con Ricky, ¿Ricky estará?- pregunté como pude, intentando que no se vieran mucho mis pensamientos. Ella sonrió aliviada, como si esperara un problema más grande y siguió abriendo la puerta de casa.
Mimi:-Que va, se ha encontrado con un viejo "amigo" suyo, ya me entiendes, y no dormirá en casa.- dijo mientras me invitaba a entrar con una sonrisa en la cara, supongo que por pensar en Ricky y su "amigo". Ricky era gay, no me lo esperaba, bueno, no me lo había planteado, pero en parte me sentí aliviada, y no se muy bien porqué. Asentí ante la respuesta de la rubia, quién había cerrado con llave la puerta de la casa
Mimi:-¿Porque lo preguntas?- dijo mientras una sonrisa mas bien pícara aparecía en su cara.
Ana:-¿eh? No por nada, por saberlo.- dije sonriendo tímidamente, era verdad, solo quería saberlo. Acto seguido me aclaré la garganta, y después de un leve suspiro en forma de risa por parte de la rubia, me puso una mano en la espalda y me enseñó la casa por encima, ya que era muy tarde.
Mimi:-Tú puedes dormir en mi cama, yo dormiré en el sofá, porque la habitación de Ricky es un desorden...- dijo ella mientras me señalaba su habitación. La verdad es que no me estaba fijando en absoluto en nada que no fuera la cama o el suelo, para no caerme. Aún era el alcohol el que hablaba, pero esta vez le dejé hablar con libertad.
Ana:-Me sabe mal que duermas en el sofá, tiene que ser incómodo.- dije mirándole a los ojos, no se porqué, pero en ese momento sentí que debía hacerlo.
Mimi:-Ah no tranquila, no me cuesta nada.- dijo ella sonriendo al ver mi gesto de preocupación.
Ana:-A mi no me cuesta nada que durmamos juntas, -dije mientras me dirigía hacia su habitación y por fin me quitaba los tacones. Al girarme y mirarla, vi como se había quedado en el mismo sitio y con una cara de indecisión que hablaba por sí sola.
Ana:-Así no te destrozas la espalda, y más si mañana trabajas, ¿no?- añadí para que viera que iba enserio, sentía la necesidad de dormir con ella, y no iba a parar hasta conseguirlo.
Al ver que seguía dudando, me levanté ya descalza y me acerqué a ella, ahora era mucho mas alta que yo.
Ana: -no me hagas suplicar que tengo sueño.- dije con voz de niña buena, a ver si así reaccionaba porque seguía en el mismo sitio de antes. Al decirle aquello reaccionó y sonriendo, fue hacia su habitación. Una vez allí me dio un pijama y se fue a cambiar al baño.
Mimi: -toma, te dejo el pijama encima de la cama, yo me voy a cambiar al baño, y está bien, no te haré suplicar.- dijo sonriendo mientras se dirigía al baño. Me había dejado una sudadera grande y unos leggins negros básicos, parecía tan cómodo... me lo puse y efectivamente, después me metí en la cama, en el lado derecho, por un impulso mas que nada, y al taparme solté un suspiro. Justo entonces salió ella con su pijama, una camiseta blanca básica y unos pantalones de pijama, adorable, al verme ya echada sonrió.
Mimi: -Así que has decidido tu lado de la cama no?- dijo sonriendo mientras se metía debajo del edredón. Yo asentí
Ana:- ¿No será este tu lado, no?- dije girándome para quedarnos cara a cara. Ella me dedicó una sonrisa y se acercó un poco mas a mi, cosa que agradecí porque hacía mucho frío.
Mimi:-Que va tranquila, precisamente es el izquierdo.- y tras decir esto me dio un beso en la nariz -Buenas noches Ana Banana.- sonreí ante aquel apodo, me gustaba.
Ana:-Buenas noches Mimi.- dije yo, y me di la vuelta para quedar de espaldas a ella.
Al girarme, sentí como tímidamente se acercaba a mi, hasta que cogí su brazo para que rodeara mi cintura, en ese momento se acercó a mi, quedando pegadas y cogidas de la mano. Pegó su cara a mi cuello tanto, que prácticamente sentía su aliento, cosa que no ayudó a que me calmara, pero después de la noche que habíamos pasado de juerga, me dormí enseguida