Capítulo III

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Estoy en un avión, mi primera pregunta es ¿cómo he acabado aquí? Oía a la gente hablar en el avión, como si nada, pero yo quería salir de allí. Al girarme hacia la ventana vi que caíamos en picado, ¿y la gente tan tranquila? Al volver a girarme hacia los pasajeros no vi a nadie. Estaba sola en un avión que se iba a estrellar. No tuve tiempo de pensar, intenté soltarme del cinturón pero no podía, ya está, así iba a acabar.
En el momento en el que el avión llegó al mar me desperté. Había sido una pesadilla, y menuda pesadilla. Me levanté sobresaltada y con la respiración agitada, al girarme vi como Mimi se había comenzado a despertar por el escándalo que había montado.
Mimi:-¿Qué pasa?- preguntó con una voz ronca, que, en cualquier otro momento me habría parecido adorable, y pasándose la mano por el pelo.
Ana:-Nada, es que he tenido una pesadilla.- dije yo ya mas tranquila. Acto seguido miré la hora en el móvil, eran las seis, solo había dormido una hora? Al ver que aun tenía tiempo para dormir, no me lo pensé dos veces y volví a echarme.
Ana:-Aún es temprano, podemos volver a dormir.- dije acurrucándome en ella, tenía como miedo después de una pesadilla tan real, y con ella me sentía segura, no se porqué.
Mimi se acercó y me abrazó, quedamos frente a frente y me dio un beso en la frente, soltó un suspiro y asintió con los ojos cerrados.
Mimi:-Está bien pero si pasa algo despiértame, ¿vale?- dijo mientras me acariciaba la espalda. Yo solo asentí, y ella sonrió como respuesta a que lo había entendido y volví a quedarme dormida en sus brazos.
Volví a despertarme, a juzgar por la luz que entraba, ya era mucho más tarde. Mi primer reflejo fue levantarme y buscar el movil, pero al intentarlo noté como Mimi seguía dormida y agarrada a mi, me pareció adorable así que volví a como estaba antes y me quedé así unos diez minutos, hasta que se despertó.
Mimi:-Buenos días Ana Banana.- dijo sonriendo y estirándose. Me sonaba el mote, la verdad es que tengo lagunas sobre anoche, pero yo supongo que ella podría resolvérmelas.
Ana:-Buenos días Mimi.- dije yo dandole un beso en la mejilla y levantándome. Ella me miró con cara de pena y dijo -¿Ya te vas?- a lo que yo sonreí, tampoco quería molestarla, ahora que lo pensaba, nos conocíamos de la noche anterior. Entonces recordé que ella trabajaba, como era sábado, por suerte para mi, yo no tenía que ir a currar.
Ana:-¿No trabajabas hoy?- pregunté mientras me hacía una coleta en el baño.
Mimi:-Sí, pero tengo que ir a las doce a hacer una clase de una hora, es solo como demostración, para las puertas abiertas del centro.- dijo con la voz igual de ronca pero ya habiendo salido de la cama.
Ana:-Vas a tener que bailar delante de desconocidos?- pregunté con curiosidad, sí que recordaba que se dedicaba a bailar, pero no que diera clases.
Mimi:-Sip.- dijo ella sin darle mucha importancia, mientras se dirigía a la cocina.
Yo salí del baño con su pijama y con mi maquillaje de ayer, mierda, el maquillaje, tendría que habérmelo quitado...
Mimi:-¿Quieres algo de desayunar? Seguro que después de como ibas ayer, estás hambrienta.- rió sacando cosas de la nevera.
Yo me acerqué a la cocina, bonita, no me había fijado, con una isla en medio y taburetes, todo blanco, muy moderna, me gustaba bastante.
Ana:-Si no te importa.- dije con una media sonrisa en la cara, tampoco quería molestar.
Mimi:-¿Cómo me iba a importar? Así nos conocemos de verdad, porque a lo de ayer no se le pueden llamar conversaciones normales.- rió. Yo puse una cara de confusión que ella debió notar, la verdad es que no recuerdo si hablamos, o de qué, y comenzaba a temer qué le habría dicho... De repente Mimi puso una cara de sorpresa, como si le hubieran regalado algo, y gritó un poco.
Mimi:-¿NO TE ACUERDAS?- rió divertida, como si nos hubiéramos contado todos nuestros secretos y ahora yo no me acordara de ninguno. Solo negué con la cabeza, y le aparté la mirada, porque era difícil mantenérsela con esos ojazos, espero que no le hubiera dicho lo nerviosa que me pone, aunque ni yo sepa porqué me hace sentir así.
Ana:-¿Y qué dije que te parece tan divertido?- Al no continuar hablando, me quedé con las ganas de saber si habría dicho algo que no debía...
Mimi:-Al menos, ¿recuerdas como nos conocimos, no?- preguntó aún divertida, como si tuviera el control de la situación y le encantara.
Ana:-De eso sí.- dije victoriosa. -Nos chocamos en el baño y descubrimos que teníamos amigos en común.- asentí por recuperar algo del control.
Mimi:-Sí bueno... no sin antes decirme que tenía unos ojazos... o algo así.- dijo riéndose mientras por fin sacaba el desayuno. Mi cara fue un cuadro y eso solo le hizo reír mas. Si no fuera porque me encantaba su sonrisa, me habría hasta molestado que no me lo dijera todo de golpe.
Ana:-Bueno, tampoco dije nada que fuera mentira.- dije pensativa mientras cogía el zumo. Si quería jugar, jugábamos.
Mimi:-¿Ah no?- Y yo solo negué con la cabeza mientras me servía un vaso. -Entonces tampoco es mentira que...- hizo un gesto pensativo y cómico- ah sí, que te encantan mis labios, no?- ahí sí que me pilló un poco por sorpresa, ¿enserio había dicho eso? Joder Ana, controla. Bebí un poco de zumo y volví a mirarla a los ojos
Ana:-Bueno a ver... mentira no es...- dije mucho mas tímida, me había puesto roja segurísimo. Ella comenzó a reír y se acercó a mi, bastante a decir verdad.
Mimi:-En realidad, ahora que lo pienso no me lo dijiste, pero es bueno saberlo, gracias.- dijo sonriendo de una forma pícara. ¿Me había mentido y encima le había dado la razón? Si es que me lía cuando quiere...
Ana:-Qué idiota eres de verdad...- dije contagiándome con su risa. - anda vamos a desayunar que a este paso vas a llegar tarde. Mimi asintió y volvió a su sitio de antes, abriendo la nevera y sacando aguacates, AGUACATES. Se giró con una media sonrisa como pidiendo perdón.
Mimi:-En esta casa solo nos alimentamos de aguacates, ¿te gustan?- dijo con los aguacates ya fuera de la nevera.
Ana:-La verdad es que me encantan, algún defecto tendrás, ¿no?- dije riendo. Ella me miró divertida y mientras cortaba un aguacate por la mitad y me daba una parte, negaba con la cabeza.
Mimi:-Pues la verdad es que no muchos.- dijo ella intentando aparentar seriedad, pero se le escapaba la sonrisa.
Ana:-Mírala, ella solita eh.- dije yo riéndome. Entre una cosa y otra, nos pasamos todo el desayuno hablando, hasta el punto en el que Mimi casi llega tarde.
Mimi:-Mierda que llego tarde.- dijo mientras miraba la hora y salía disparada a la habitación. Se duchó en diez minutos, un récord, mientras yo acababa de desayunar. Al salir, ya vestida pero con el pelo mojado comenzó a buscar algo por toda la casa. Me parecía divertida aquella situación, se la veía hasta desesperada. Me comencé a reír viendo su cara de desesperación y viendo como se movía de un sitio a otro con tanta rapidez.
Mimi-De qué te ríes tú, ¿eh?- dijo sin parar de buscar.
Ana:-Nada, nada, es que te veo un poco perdida, ¿te ayudo?- dije calmando mi risa.
Mimi:-Pues si me ayudaras a buscar las llaves a lo mejor no llego tarde, pero puedes quedarte ahí riendo también eh.- dijo desistiendo de su búsqueda y mirándome.
Ana:-Anda trae, deja que busque yo las llaves, tú ves a secarte el pelo.- al decir esto, me miró y se me acercó de golpe. Me dio un abrazo y se fue corriendo al baño.
Mimi:-Bua gracias tía me salvas.- dijo ya desde el baño.
Ana:-No si ya...- dije yo mientras comenzaba a buscarlas.
Mimi:-Luego la del ego subido soy yo...- soltó subiendo el tono de voz, ya que no se la oía con el secador puesto.
Me comencé a desesperar yo, al ver que realmente sus llaves no estaban, busqué por toda la casa, incluso en su bolso, pero nada. Al acabar de arreglarse salió del baño. Hasta vestida de deporte estaba guapa, con unos leggins negros y una ralla blanca, y un top blanco básico, corto, que le ayudaría a moverse mejor. Puede que me quedara embobada durante un segundo, así que fue ella la que tuvo que pedirme la información.
Mimi:-¿Qué? ¿Las has encontrado?- dijo sonriendo por el repaso que le había dado sin querer.
Ana:-Pues no, lo siento...- le habría dicho algo mas pero es que no me salían las palabras, ¿qué me pasaba?
Mimi:-Mierda, es que tengo que estar fuera al menos media hora... y Ricky me ha dicho que hasta por la noche no va a volver...- dijo ella cogiendo su chaqueta y su bolsa.
Ana:-Si es solo media hora, podría quedarme y así al venir te abro yo... digo.- sonreí tímida, no quería separarme de ella. Quería pasar la tarde con ella y seguir conociéndola.
Mimi:-¿¿Harías eso por mi??- pregunto sonriendo emocionada.
Ana:-Claro, si tampoco tenía planes.- mentí. Había quedado con Javier para comer, pero sus ojos me hipnotizaron desde el minuto uno.
Mimi:-Me salvas otra vez Ana Banana...- dijo sonriendo y acercándose a mi para darme un abrazo. El gesto me puso nerviosa pero no me moví, al acabar de darme el abrazo, se apartó y me dedicó una sonrisa radiante, ojalá sonriera así siempre, pensé.
Mimi:-Te invito a comer para compensar. ¿Pizza y peli?- me dijo dirigiéndose hacia la puerta.
Ana:-Perfecto, pero de miedo no que luego no duermo...- dije acercándome también a la puerta para despedirla.
Mimi:-Bueno, ya veremos... gracias por quedarte, puedes ver la tele o lo que quieras, no se, como si fuera tu casa, nos vemos en una hora como maximooo.- dijo esto último ya corriendo por el pasillo hacia las escaleras. Yo le sonreí y cerré la puerta, en qué lío me estaba metiendo? Lo primero que pensé al cerrar la puerta es que debía llamar a Javi, mierda.
Cogí el movil de la habitación de Mimi y me senté en la cama mientras llamaba a mi novio.
Javi: -Dime- dijo nada mas coger el movil, cosa que me molestó, no podía decir hola al menos?
Ana:-Hola eh.- dije un poco molesta.
Javi:-Hola Ana, no te pongas así anda.- dijo quitándole importancia al asunto. A lo mejor era yo, que me enfadaba por nada con él, pero últimamente me pasaba mucho...
Ana:-Escucha, no podré comer contigo hoy, me han salido planes, ¿te importa si nos vemos esta noche ya en casa?
Javi:-Joder Ana... me voy mañana a Londres, y no se si esta noche me dará tiempo a pasar por casa, o me quedo directamente con Gonzalo en su casa para ir al aeropuerto...- dijo desganado, como si le hubiera roto todos los planes, como si me estuviera a punto de montar un drama.
Ana:-Bueno pues entonces, nos vemos cuando vuelvas directamente, ¿no?- dije algo fría, es que realmente no quería verlo, creo que tenía que plantearme muchas cosas...
Javi:-Como quieras amor, ¿estás bien? Te noto rara...- Y lo nota ahora? Llevo toda la semana igual, pero le apetece ir ahora de víctima, si es que me lo conozco...
Ana:-Sisi todo bien, es que tengo una resaca...- dije de mejor humor para que no pudiera montarme un drama o algo, que ya sabía como era.
Javi:-Es verdad, que saliste de fiesta ayer con Ago, he supuesto que dormiste en su casa, como no te he visto esta mañana al irme.-
Ana:-Bueno, al final nos repartimos por casas y me quedé en casa de otra amiga, pero estoy bien.- dije sin ganas de darle explicaciones.
Javi:-Bueno amor, me voy que tengo que dejar el movil.- dijo sin haber escuchado nada de lo que había dicho, como siempre.
Ana:-Claro.- dije suspirando. -nos vemos en unos días.- y colgué el teléfono sin esperar respuesta, no quería escuchar un "te quiero" al que no sabía qué responder.
Tras aclarar lo de Javi, me quedaba un buen rato hasta que volviera Mimi, recogí lo del desayuno y me puse algo en la tele, con la resaca que tenía, la verdad es que tampoco me apetecía salir de casa. Me puse una serie en Netflix y me quedé frita, porque al cabo de un rato escuché el timbre de la puerta, sería Mimi por fin. Le abrí y la esperé en la puerta, cuando llegó me dio un beso en la mejilla y diciendo que estaba muy sudada y prefería no darme un abrazo. Se metió directamente en la ducha, no sin antes dejar un par de pizzas en la cocina.
Mimi:-Puedes sacarlas ya si quieres, yo tardo nada y menos.- dijo gritando desde el baño, como si lleváramos toda la vida viviendo juntas.
Ana:-Date prisa rubia que me muero de hambre.- dije mientras abría las cajas y las llevaba al salón, que estaba unido a la cocina. Traje un par de cocacolas y puse Netflix, solo faltaba Mimi.
Tras unos minutos apareció en pijama y con un moño, estaba adorable estuviera como estuviera y me estaba dando cuenta poco a poco. Me dedicó una sonrisa radiante y se sentó a mi lado en el sofá.
Mimi:-¿Qué quieres ver?- me preguntó cogiendo un trozo de pizza.
Ana:-Ah, ¿puedo escoger?- pregunte cogiendo yo otro trozo. Me miró sonriente y asintió mientras comía.
Mimi:-Claro, mientras comemos sí, luego ya...- dijo sin acabar la frase. No tendría que haberle dicho que no me gustaban las pelis de miedo, lo iba a pasar mal.
Ana:-No te pases con la peli eh, que luego no duermo.- dije quejándome. Entonces vi como Mimi se reía, y justo después se ponía seria. Se me acercó un poco y entrecerró los ojos, como con curiosidad.
Mimi:-¿No me mencionaste algo de un novio? ¿Un tal Jaime?- dijo divertida.
Ana:-Javi.- dije seca.
Mimi:-Ah ¿ves? Puedes dormir con alguien.- dijo sonriendo pero con una mirada que no supe interpretar.
Ana:-Se va hoy de viaje, y tampoco me apetece mucho verle la verdad.- dije cogiendo el mando y buscando una serie. Mimi seguía mirándome con una mirada que no supe interpretar. Le sonreí y no hablamos mas del tema.
Ana:-¿Te parece bien que veamos La Casa De Papel?- dije cambiando de tema radicalmente. Ella cambió el chip y me dedicó una sonrisa.
Mimi:-Claro, tiene buena pinta.- y vimos la serie durante un rato, mientras comíamos, aunque nos era imposible estar calladas e íbamos soltando bromas sobre la serie o sobre lo que se nos pasaba por la cabeza, me encantaba poder ser tan yo con ella.
Una vez acabamos de comer, sorprendentemente no teníamos sueño, me parecía raro pero no me quejé. Comencé a cansarme de la serie y me levanté a recoger lo de las pizzas, por hacer algo. Mimi paró la serie y me miró sorprendida.
Mimi:-¿Ya te has cansado de la serie?- dijo riéndose, era impresionante cómo sabía lo que pensaba sin apenas conocerme.
Ana:-Sí.- dije sin esconder mi asombro -es raro que me conozcas tanto sin apenas conocernos, ¿no?- sonreí mientras volvía al sofá de un salto.
Mimi:-Bueno Anita, nuestra relación es especial.- dijo ella sonriente. Me contagió la sonrisa y le cogí el mando de las manos y quité la serie.
Ana:-Bueno, ¿qué vas a poner?- pregunte acercándome un poco a ella. Ella se lo pensó un segundo y de repente se le iluminó la cara.
Mimi:-Bua, te voy a poner una película que no vas a dormir en años...- dijo toda orgullosa, y saltó del sofá. Me pregunté a donde iría pero inmediatamente vi como bajaba las persianas del salón, para que hubiera una luz mas tenue en la habitación. Ella siguió sonriendo y volvió al sofá, cogió una de las mantas que habían y nos tapó a las dos, se acercó a mi hasta quedar pegadas.
Mimi:-No tengas miedo, si yo estoy aquí.- dijo al ver mi cara de miedo, no me fiaba de ella.
Ana:-Que idiota eres, anda pon la peli ya, y que acabe el tormento.- le dije sonriendo y dándole el mando. Puso Insidious, una peli que no conocía la verdad. No llevábamos ni quince minutos de película y yo ya no podía ni mirar. Mimi se reía por cada grito que pegaba, aunque yo intentara aguantarlos, no se como podía ver esas cosas.
Mimi:-Si quieres la quito eh.- dijo entre risas. No quería que la quitara, estaba tan a gusto con ella... y quería ver el final la verdad.
Ana:-Nono si yo estoy perfectamente.- dije intentando sonar creíble. -pero no te alejes mucho, que esto está a oscuras.
Mimi:-Qué dramaticaaaa, es para dar ambiente... Anda ven aquí.- y levantó un brazo indicándome que me apoyara en ella, cosa que agradecí, porque pude refugiarme en su cuello cada vez que quisiera, incluso sin tener miedo. Puede que aprovechara esa ventaja y quedarme allí, respirando su aroma, su calma, su seguridad, era como si el resto del mundo desapareciera.

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