Short Stories [Johnlock]

What do you want, Sherlock?

John leía el periódico en la sala cuando Sherlock se paró a su lado de repente. John no hizo caso, prefirió seguir leyendo.

—John, te ves bien hoy—

— ¿Qué quieres, Sherlock? —

—Oye... no siempre que te haga un cumplido significa que quiera algo—

— ¿Qué has hecho entonces? —

—John Watson, no seas así, soy tu amigo—

John por fin bajó el periódico y volteó para mirarlo—Mira, Sherlock, justamente porque soy tu amigo sé perfectamente lo que significa que me des un cumplido—

Sherlock lo miró indignado por unos segundos —De acuerdo, si eso es lo que piensas—

El detective se retiró de la sala y se metió a su habitación claramente molesto.

Más tarde...

John se preparaba un té en la cocina cuando Sherlock se acerca a él muy sonriente, con las manos en la espalda y a paso lento.

— ¿Preparando té? —

— ¿Sherlock Holmes diciendo lo obvio? ¿te sientes bien? — bromeó el rubio

Sherlock rio divertido —Oh, bueno, no tan obvio, puedes estar preparando cualquier cosa—

—No a esta hora. ¿Quieres que te prepare uno? —

—Oh, gracias, John, eres muy amable. Eres un gran amigo, realmente te lo agradezco—

A John le pareció muy extraño los excesivos cumplidos por parte de su amigo; sin embargo, prefirió aceptarlos sin decir nada.

—Aunque solo té no se me provoca ¿A ti? —

—No he tenido tiempo de hacer las compras y como tú nunca te dignas a ir, y tampoco tengo ganas de salir ahora, tendrás que conformarte con solo té hasta mañana—

—No te preocupes por eso, querido John— Sherlock, extendió su mano mostrando una caja de galletas —Son tus favoritas ¿no? —

John quedó totalmente asombrado por el gesto increíblemente inusual de su compañero. Recibió con dudas la caja de galletas y sonrió divertido.

— ¿Tú fuiste a comprar una caja de galletas? —

—Sí, pasé por ahí y recordé que eran tus favoritas—

— ¿Pasaste por el supermercado? ¿Tú? —

—Sí, yo. Pasé por ahí y pensé en comprarte una caja de galletas ¿por qué tan sorprendido? —

—Sherlock, tú nunca pasas por el supermercado y mucho menos...— a John de repente se le iluminó la mente —Oh Dios, claro...—

John negó con la cabeza como desaprobando su ingenuidad de hace unos segundos, Sherlock nunca hacía eso y si lo hacía tenía que haber una razón.

—Es como hace unas horas ¿no es así? —

— ¿Qué cosa? —

— ¿Qué es lo que quieres, Sherlock? –

—Oh, por Dios, que no quiero nada, John ¡intento ser un buen amigo! —

—No, no, tú nunca intentas ser un buen amigo. Esto lo haces cuando quieres algo o hiciste algo—

Sherlock frunció el ceño y abrió ligeramente la boca, estaba totalmente indignado por las palabras de su amigo.

—Es la segunda vez en el día que me acusas de eso, John Watson. Hasta la señora Hudson se indignaría por la desconfianza que me estás teniendo—