Capitulo 2

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Encuentros en el Sueño

Mike se despertó con una sensación extraña esa mañana. La visita al jardín de ensueño y el encuentro con la misteriosa chica rubia seguían resonando en su mente como una melodía persistente. Aunque sabía que era solo un sueño, la intensidad de sus emociones era real.

Durante el desayuno, sus padres seguían inmersos en una discusión que parecía eterna. Mike apenas los escuchaba. Su mente estaba ocupada por la imagen de la chica y por la extraña conexión que sentía con ella. ¿Cómo podía ser que en un sueño encontrara consuelo que no hallaba en su vida real?

La escuela fue un torbellino de actividades como siempre. Mike destacaba en deportes y académicamente, pero eso ya no le brindaba la misma satisfacción. Mientras entrenaba en el campo de béisbol, sus pensamientos divagaban hacia el jardín, hacia ella.

Al finalizar las prácticas, decidió quedarse un poco más en el campo, disfrutando del atardecer. Era el momento en que solía pensar en su futuro, pero hoy sus pensamientos se centraban en el pasado reciente: el sueño, la chica, las emociones que le había despertado.

Decidió intentarlo de nuevo esa noche. No tenía claro cómo, pero sentía que debía volver al jardín. Por primera vez en mucho tiempo, anticipaba la hora de dormir.

Al llegar a casa, se sumergió en su rutina habitual. Sus padres seguían discutiendo en la mesa del comedor, pero esta vez Mike apenas los escuchaba. Subió a su habitación, donde la quietud le dio espacio para reflexionar. Encendió su música favorita, cerró los ojos y se dejó llevar por las notas que lo transportaban a otro lugar.

Cuando el sueño lo envolvió, Mike se encontró de nuevo frente a la puerta marrón en el espacio en blanco. No dudó esta vez y la atravesó sin vacilar. Del otro lado, el jardín lo recibió con la misma serenidad y belleza. Las flores parecían brillar con una luz propia y el aroma fresco del césped lo reconfortó.

Caminó entre los senderos, buscando el lugar donde había visto por primera vez a la chica. El piano brillante atrajo su atención desde lejos. Se acercó con paso seguro y, justo cuando estaba a punto de llegar, una risa suave lo detuvo.

Giró y ahí estaba ella, la chica de cabello rubio como un halo de sol. Su sonrisa era cálida y acogedora, como si hubiera estado esperando su llegada. Mike se acercó lentamente, esta vez sin querer asustarla.

"Mike, ¿eres tú otra vez?" ella preguntó, sus ojos azules brillando con curiosidad y alegría genuina.

"Sí, soy yo," respondió Mike, sintiendo una mezcla de emoción y alivio. "No sé cómo, pero estoy aquí de nuevo."

Ella rió, una risa que resonó en el jardín como campanas. "Sabía que volverías. Estaba esperando verte de nuevo."

El corazón de Mike latía con fuerza mientras observaba a la chica. "¿Quién eres tú? ¿Por qué te siento tan cerca de mí?"

Ella se acercó y colocó una mano suave sobre su mejilla. "Soy Kate. He estado esperando que encuentres tu camino aquí, donde podemos estar juntos."

Mike sintió una oleada de emoción y algo más profundo, algo que no había sentido en mucho tiempo. "Kate," murmuró, probando su nombre en sus labios y con la duda de que la Kate que él había visto por los pasillos de la escuela, era una chica totalmente diferente a la que estaba frente a él.

Ella asintió con una sonrisa tierna. "Sí, Mike. Y aquí, en este lugar entre sueños y realidades, encontraremos nuestro camino juntos."

Pasaron horas hablando y riendo, compartiendo historias de sus vidas y sueños. Kate era tan real en ese lugar como la Kate que veía en persona todos los dias en la escuela. Mike comenzó a preguntarse si tal vez este jardín y Kate eran más reales de lo que había creído.

Ella sonrió suavemente, como si entendiera sus preguntas antes de que las formulara. "Lo que ves aquí no es solo un sueño, Mike. Este lugar es real, tanto como lo eres tú. Y nosotros... nosotros estamos conectados de una manera que trasciende los sueños y la realidad."

Mike sintió cómo la realidad se desdibujaba a su alrededor. "Pero... ¿cómo puedo estar seguro? ¿Cómo sé que no es solo mi imaginación?"

Kate tomó su mano y la colocó sobre su corazón. "Siente esto, Mike. Siente la conexión entre nosotros. No es algo que se pueda explicar fácilmente, pero es tan real como el latido de mi corazón."

Él cerró los ojos y respiró profundamente, permitiéndose sentir. La calidez de la mano de Kate sobre la suya, el latido rítmico de su corazón bajo su palma. Era una sensación única, una certeza que no podía negar.

Cuando abrió los ojos de nuevo, Kate seguía allí, mirándolo con una expresión de complicidad y amor. "No estamos limitados por las fronteras de la realidad, Mike. En este lugar, en este momento, somos libres."

Mike la miró con renovada determinación. "Entonces, si esto es real... ¿significa que tú...?"

Kate asintió lentamente. "Sí, Mike. Soy la misma Kate que has estado viendo en tu mundo despierto, luchando por volver a ti desde aquí, te admiraba Mike, desde lejos, pero te admiraba."

El corazón de Mike se llenó de esperanza y temor al mismo tiempo. Ahora que sabía la verdad, ¿qué podría hacer para ayudarla a despertar?

Cuando el sueño comenzó a desvanecerse, Mike se aferró a Kate con desesperación. "No quiero irme," dijo, sintiendo cómo se deslizaba de vuelta hacia la oscuridad de la realidad.

"Volveremos a encontrarnos, Mike," prometió Kate mientras su figura se desvanecía. "Recuerda, solo tienes que cerrar los ojos y encontrarme en tu corazón."

Un amor en sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora