CAPÍTULO 4 - Dudas

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Mientras el equipo se encargaba de recuperar, extraer e interpretar la información, Ainhoa estaba cenando con su cita y al parecer todo estaba yendo genial por la sonrisa que tenía en la cara.

- ¿Y tú, has estado con más hombres de mi edad o soy el primero al que cazas?
- No... Eres el primero al que voy a dejar plantado, sinvergüenza.

Ainhoa se levantaba de su silla sin escuchar las súplicas de Gamboa para que se quedara y pedir disculpas. Realmente le había molestado el comentario, como si fuese con doble sentido. Le dedicó una mirada de desinterés y marcando fuerte sus tacones en el suelo se dirige al camarote sin saludar a quien se encontraba por el camino.
Se deja envolver en las sábanas de su litera e impide por un momento que sus lágrimas salgan, hasta que es inevitable.

Al otro lado del barco, Ramiro y Estela comparten una conversación entretenida, en la que la mirada de Estela descifra todo lo que le desea, Piti intenta hacer las paces con Vilma consiguiéndolo, pero acompañado de un "esta es la última oportunidad, te lo juro", y Palomares dedica unos rezos antes de acostarse. ¿A quién le rezaba, a Cristo o a Vilma?

22:45 h.

El buque escuela descansa en silencio. Ulises se encamina hacia su camarote para descansar después de un largo día, para ello tiene que pasar por en frente del camarote de las chicas. Frena en seco. Unos sollozos vienen desde el interior de la puerta y decide tocar esperando que le abran, al no ser así decide con sigilo abrir la puerta. Por un momento los sollozos paran al escuchar que alguien ha entrado y no quieren ser descubiertos pero a Ainhoa no se le da bien fingir.
Ulises trepa por la escalera y se hace un hueco entre la figura dulce de Ainhoa, aparta su pelo de la cara en vano, ella se cubre.

- Ainhoa, vamos. ¿Qué pasa? - al no obtener respuesta decide seguir intentándolo, - ¿quieres un abrazo?

Ella asiente con la cabeza y rodea el cuerpo de Ulises con sus manos frías y su nariz taponada, la cual intenta descongestionarse.

- Ha sido Gamboa, ¿no? - Ainhoa no confirma la pregunta, eso es mala señal, - o sea que sí... Yo no te voy a decir que no te conviene, tampoco sé qué ha pasado, pero nada que te haya hecho merece tus lágrimas, ¿me oyes?
Pocas mujeres increíbles quedan ya en el mundo como para que un imbécil vaya jugando con ellas.

Inspira cerrando los ojos sin dejar de acariciar el cabello castaño de su... ¿"amiga"? Ainhoa era la persona que más le dolía y verla llorar por un tío que no la merece era lo peor, encima por Gamboa, si por él fuera iría ahora mismo a quitarle las ganas de ilusionar a Ainhoa a base de golpes.
Ainhoa consigue, medianamente, articular palabra mientras es mecida en los brazos de Ulises, no explica qué ha pasado, ni por qué.

- Ulises, ¿y si me estoy equivocando? ¿Y si toda la gente tiene razón? ¿Y si no tenemos que estar juntos?

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