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Tres pares de ojos ven con asombro el teléfono que sostiene Suga, antes de que la llamada se finalice. Un silencio sepulcral se instala entre ellos, siendo palpable la sensación desagradable que esa voz les provoca y de la que pensaban haberse salvado hace bastante tiempo.

—   E-ese es...- Balbucea Jin intentando que la voz no le tiemble, fracasando en ello.

—   ¡No digas su maldito nombre! – Grita Suga exasperado, llevándose las manos al pelo para tirarlo con fuerza sin mediarse.

Nam llega poco después notando las caras pálidas de todos sus compañeros, teniendo el leve presentimiento de que algo malo ha sucedido. Ve a Jin comenzar a morderse las uñas con nerviosismo, mientras escucha las incontables maldiciones que Suga grita al cielo. Pero lo que más le aterra en ese momento es la mirada vacía que tiene el pequeño pelinaranja del grupo y la forma en que su rostro esta ladeado a un lado mirando un punto fijo, pareciendo ausente.

—   ¿Qué carajos ha pasado? – Dice a penas lograr estar más cerca de ellos, recibiendo una mirada colectiva.

—   Tiene a Hoseok. – Contesta Suga lanzando el teléfono al suelo con fuerza, haciéndolo trizar. - ¡ESE BASTARDO HIJO DE PUTA HA IDO POR ÉL! ¡MIERDA! – Exclama totalmente fuera de sí, golpeando a con furia todo lo que se haya a su alcance.

Namjoon abre los ojos por completo, sintiendo los tan conocidos escalofríos de terror recorrer su espina dorsal. Todo a su alrededor se silencia unos momentos, viendo a sus compañeros como si no estuviera siendo parte de la escena. Escucha los gritos de Suga mientras Jimin intenta controlarlo, llevándose más de un brutal golpe que recibe sin quejarse al respecto. Observa a cámara lenta como Jin se lanza a separarlos, teniendo bastante suerte en que Suga no se va contra él y en cambio se dedica a golpear el suelo hasta hacer sangrar sus nudillos.

El miedo le impide moverse para hacer algo al respecto, sabiendo que esto es algo que ocurriría tarde o temprano. Debían pagar su deuda. Suga lo sabía. Él lo sabía. Los demás quizás no tenían idea de en lo que se habían metido, pero ellos sí.

Antes no eran siete, sólo eran cuatro chicos con demasiados problemas como para mantenerse mentalmente estables. Demasiado jóvenes como para conocer las consecuencias de sus actos. Y ahora todo ello caía sobre sus hombros. Con fuerza. Sin piedad.

Habían aprendido a controlarse lo suficiente como para que ese hombre no los encontrara y los hiciera pagar. Pero tarde o temprano terminarían llamando su atención. No podía haber sido más idiotas. Deberían haber dejado de juzgar en aquella maldita purga, como si se tratará de un estúpido juego en el que tiene miles de vidas. Ellos definitivamente no las tenían. Sólo poseían una  y debían cuidarla a toda costa.

Para que la historia no se volviera a repetir.

Para no tener que volver a perder a uno de ellos.

—   ¿Qué mierda haremos, Nam? – Pregunta Suga tirado en el suelo, mirando hacia arriba sin dejar de manosear su cabello verdoso. Necesitan hacer algo al respecto. No pueden quejarse de brazos cruzados.

—   Llama a Tae y Jungkook. – Dice lanzándole su teléfono a Jin, que lo ataja en el aire con manos temblorosas. – No se muevan de aquí. – Advierte tomando su mochila y colocándose la máscara que reposaba sobre su cabeza. – Si tardo más de diez minutos y no regreso, váyanse sin mí. Los alcanzaré luego.

—   ¿Y los demás? – Pregunta Jin con voz temblorosa.

—   Deben venir en camino, apresúralos. – Ordena antes de desaparecer por el callejón oscuro que se extiende a sus espaldas.

Habían acordado juntarse todos poco antes de que amaneciera y así poder concluir con aquella purga, juntando las ganancias de la noche. Sin embargo, ahora las cosas cambiaban bastante. Jin observa a Suga perdiendo la cabeza, murmurando una infinidad de cosas que no logra entender del todo. A un lado, apoyando contra la pared, Jimin juega con su machete sin decir nada. Sus ropas están totalmente manchadas de sangre y no puede imaginarse en donde han estado por todas esas horas como para haberse aparecido con semejantes pintas.

Intenta marcar el número de alguno de los dos menores que faltan, no pudiendo marcar con tranquilidad las teclas correctas ante el nerviosismo que se ha apoderado de su cuerpo. Está a punto de marcar casi por cuarta vez, cuando escucha voces a su espalda y los tres se ponen en alerta. Descubriendo más tarde que se trata justamente de las personas a las que intentaban localizar.

Las risas y voces alegres de ambos chicos hacen que los demás se cuestionen su animado humor, dándoles una mala mirada en cuando se hayan lo suficientemente cerca de ellos como para verles las caras. El primero en detener su habla es Jungkook viendo que todos se ven extremadamente serios y con una mirada que a cualquier otra persona hubiera aterrado. Esos ojos solo podían augurar cosas malas.

—   ¿Por qué las caras largas? – Pregunta con su típico tono burlón esperando recibir algún regaño de sus hyungs, mas ninguno dice nada ante ello. – Hey...- Llama pero nadie contesta.

—   ¿Qué ha pasado? – Dice está vez Taehyung viendo como todos se ven extremadamente sombríos.

—   Se han llevado a Hobi. – Habla por primera vez Jimin, sin su tono dulzón. Mostrando una mirada seria, acorde a su edad. – Y Nam nos ha abandonado aquí.

—   ¡No nos ha abandonado, joder! – Salta Suga en su lugar, pasándose las manos por la cara por enésima vez. – Debemos ir por Hoseok antes de que lo maten.

—   ¿Saben quién ha sido? – Indaga Jungkook arreglando las vendas de su mano derecha, haciendo una leve mueca al ver que no ha dejado de sangrar.

Suga asiente suavemente llamando la atención de todos por lo aterrado que se ve. Normalmente el peliverde era de esas personas que se inmutaban demasiado y la mayor parte del día tenía una expresión neutra en el rostro. Sin embargo, ahora estaba mostrando sus verdaderas emociones a todos, poniéndolos nerviosos. La situación no pintaba para nada bien.

—   Hay algo que no les hemos contado. – Anuncia Suga, temiendo que todos se vayan en su contra al saber la temible verdad que ocultaban tres de ellos.

Aquella verdad que les puede costar la vida.


Jiminnie ya no jugará.
Es hora de saber la verdad y el juego finalizar.














Les subiré el final mañana, porque muero de sueño y el último capítulo es bastante extenso, además de que no quiero cagarla xD.
¡Gracias por todo el apoyo a esta historia!❤️

Nila🌙

12 hours | BANGTANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora