07:00am

4.6K 823 1K
                                    

⚠️


Cinco chicos se encuentran caminando por las frías calles de la capital, a la par que el sol comienza a salir al ser casi las seis de la mañana. Aún quedaba una hora para que se diera por finalizada la purga anual, así que debían ingeniárselas para lograr rescatar a Hoseok antes de que la hora finalizara.

Suga se encontraba más inquieto que nunca, haciendo que a todos les llamará la atención su extraño actuar, siendo que este normalmente era bastante tranquilo y calmado. Constantemente mordía sus uñas, poniendo a todos más nervioso de lo que ya estaban.

— ¿A dónde se supone que estamos yendo? – Pregunta con voz molesta Jungkook, jugando con el largo cuchillo que le había robado a su última víctima, lanzándolo al aire para luego atajarlo por el mango sin miedo alguno de cortarse la mano.

— A la teatro municipal. — Contesta sin más Suga, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta apurando el paso. - ¡Jimin! ¡¿Podrías caminar más rápido por un carajo?! – Grita al voltearse al último chico del grupo, que iba alejado a un par de metros.

— Parece molesto. – Murmura por lo bajo Taehyung a su acompañante, provocando que Jungkook también mire extrañado la forma en como el pelinaranja solo mira sus zapatos bañados en sangre y camina tarareando a un volumen poco audible.

— Quizás esté enojado con Suga por golpearlo. Nunca los había visto pelear. – Responde de vuelta el menor, hablando un poco más alto llamando la atención de Jimin.

El pelinaranja eleva su rostro mostrando una extraña sonrisa que le pone los pelos de punta a ambos, haciendo que giren sus rostros y continúen caminando detrás de Suga. Jimin patea todas las piedritas que se cruzan en su camino, odiando no ver a nadie cerca como para divertirse un poco y sacar su frustración. Las manos le tiemblan ante la necesidad de desmembrar un cuerpo caliente, sacar sus órganos y divertirse vertiendo lentamente la sangre en su boca.

Siente las mejillas algo tiesas por tener aquel líquido rojo secándose sobre ella. También observa sus manos ensangrentadas, su ropa...todo. Se pregunta en qué momento se convirtió en aquello que tanto miedo le causaba cuando era más niño, no teniendo que buscar demasiado caminos que lo llevaran a eso. Sólo una extravagante cabellera verdosa y un desafortunado incidente.

— ¡Hey! – Un grito se escucha detrás de ellos colocándolos a todos en alerta.

Una silueta viene corriendo hasta ellos, descubriendo poco después que se trata de Namjoon y carga al menos unos tres grande bolsos que parecen pesados. Al llegar frente a ellos arroja todo lo que lleva al suelo, apoyando sus manos contra sus muslos recobrando la respiración. Parecía como si hubiera estado corriendo hace un buen rato, teniendo la frente brillante por el sudor y más color en el rostro.

— ¿Has traído todo? – Se le acerca Suga, agachándose a los bolsos para ver su contenido.

Nadie entiende de lo que hablan esos dos, mirándose entre ellos en busca de alguna respuesta que les dijera que hacían ahí y porque carajos Namjoon parecía haber asaltado un banco. ¿Para qué era todo ese dinero?

— C-chicos...- Les llama tembloroso Jin sin dejar de temblar desde la llamada de Hoseok. ­— ¿Pueden decirnos que pasa?

Namjoon y Suga se miran repetitivas veces, hasta que el peliverde le hace un gesto con el rostro indicándole que hable. El moreno se endereza haciendo sonar su espalda, suspira y quita la máscara que colgaba de su cuello.

Era momento de soltar unas cuantas verdades. Ellos merecían saber.

— Antes de que nos conociéramos todos nosotros...Sólo éramos Suga, Hoseok, yo y otro chico...- Traga forzosamente, pasándose las manos por el pelo. – Este chico...se metió con alguien que no debía, pero como era nuestro amigo interferimos por él. Matamos a muchas personas de las cuales quería vengarse, sin saber realmente de quienes se trataban...Entre ellos...había alguien realmente importante a la que no podíamos tocar. Pero... — Respira profundamente deteniéndose un momento, mirando a Suga que se ve realmente aterrado por alguna extraña razón. Como si el mero recuerdo le produjera un terrible e incontrolable terror.

12 hours | BANGTANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora