Capítulo 3

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La joven no lo dudó ni un segundo y bajó las escaleras del salón para abrazar a su hermano con cariño, este le correspondió de inmediato.

Marinette se sintió fuera de lugar y decidió ir al lado de su padre, no sin antes sonreir por el tierno momento entre los hermanos pelinegros, una vez que llegó con Tom, le entregó la caja de macarons.

—Gracias hija —agradeció con una sonrisa.

—No fue nada papá.

La azabache tomó asiento a un lado de su fiel amiga y de inmediato notó la mirada de Alya, una mirada que conocía muy bien.

Desde que entró al salón con el chico ya se imaginaba lo que su mejor amiga estaba pensando y esa mirada sólo afirmaba más sus sospechas, así que sus mejillas se empezaron a tornar algo rojas por la vergüenza.

Mientras tanto Luka y Juleka fueron a tomar asiento hasta el fondo del salón, donde normalmente la pelinegra se sentaba junto a Rose.

Al pasar por el lugar de Marinette, el joven de cabello oscuro la miró de reojo y le sonrió levemente, cosa que puso a Marinette más nerviosa de lo que ya estaba.

Alya por su parte seguía observándola con una sonrisa traviesa en su rostro.

Decidió mirar hacia otro lado y por fin pudo notar algunas cosas importantes, muy importantes, a decir verdad, una de ellas era que Gabriel Agreste se encontraba en el salón, junto a su hijo, eso sin duda era una gran sorpresa para ella y no dudaba que los demás no se hubieran sorprendido
con la presencia del gran diseñador de París.

Un sentimiento de alegría hacia Adrien se fue instalando en su corazón, sabía bien que el señor Agreste era un hombre ocupado y casi no tenía tiempo para esta clase de cosas, pero ahora era diferente, por que a pesar de tener varios compromisos, Gabriel se esforzaba por pasar tiempo con Adrien y eso era algo que Marinette agradecía infinitamente.

Otra cosa que no pasó por alto fue que el padre de Kim y de Max estaban presentes, a pesar de estar tres años con ellos, no habia tenido la oportunidad de conocer a los señores, supuso que se trataba de ellos por el enorme parecido que tenían con sus hijos.

Iba a seguir observando a sus compeñeros, pero la profesora empezó a dar la clase.

— Bueno alumnos, como ya saben, este año celebraremos de nuevo el día de traer a tu padre al trabajo —dijo con una gran sonrisa— Veo que casi todos los padres están aquí, me alegro mucho. —de su escritorio tomo la lista de asistencia— En ese caso, comenzaremos con las presentaciones.

Marinette dejó de prestarle atención a la profesora para girar levemente la cabeza y mirar a Luka que se encontraba platicando con su hermana en su respectivo asiento.

—Es guapo ¿no? —le dijo pícaramente su mejor amiga al notar como miraba al pelinegro.

— Si.

Marinette cayó en cuenta de su error y el color se le subió rápidamente a las mejillas, escuchó la risa de su amiga y se sintió todavía más avergonzada. Había hablado en voz alta.

— Ahora tienes que contarme, con todo y detalles —le dijo mientas se acercaba a ella— ¿Como lo conociste?

Miró un segundo a la profesora para asegurarse de que estaba distraída viendo la lista de asistencia, así que dio un profundo suspiro antes de hablar.

— En la entrada del colegio, choqué con él por accidente —vio como Alya rodaba los ojos divertida y eso la hizo reír levemente, su legendaria torpeza tenía que aparecer en algún momento— Me pidió que lo ayudara a buscar nuestro salón.

Blue like the Sky |Lukanette|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora