Capítulo 6

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Decidió que quería guardar aquella imagen por el resto de su vida, aquella perfecta sincronía entre la belleza de la chica y la del paisaje, así que, sin importarle los helados, los dejó caer al piso y rápidamente sacó de su mochila su cámara Polaroid.

La acercó a su rostro y enfocó la lente para aclarar la imagen, buscando el ángulo perfecto para aquella toma, aunque por donde quiera que lo mirara, era más que hermoso.

Sin que la azabache se diera cuenta, Luka le tomó una foto. Captando el momento exacto en el que su cabello parecía moverse como las olas del mar.

No fue hasta que se escuchó el sonido del flash, que Marinette abrió los ojos y se encontró con el pelinegro a unos metros de ella, sosteniendo una cámara frente a él.

La sonrisa del pelinegro se hizo presente al momento de observar la imagen.

- ¿Acabas de tomarme una foto, Luka Couffaine? -le preguntó divertida la azabache mientras encarnaba una ceja.

De alguna manera, la azabache se sentía extremadamente cómoda con su compañía, incluso podía bromear y hablarle de una forma tan espontánea que le sorprendía.

- Tal vez -le dijo en respuesta y se sentó a lado de la ojiazul.

- ¿Puedo verla? -le preguntó al chico.

Luka asintió en respuesta y le pasó la cámara para que pudiera ver la foto, Marinette abrió los ojos completamente sorprendida, al tenerla frente a ella

Todo en esa foto parecía en armonía, como si cada parte estuviera en el momento exacto, incluso ella se veía perfecta, lucía hermosa.

- Wow -fue lo único que pudo decir, aún seguía viendo la foto con total fascinación.

Luka de acercó más a ella para poder observarla también, el corazón de Marinette latió fuertemente al sentir la cercanía del chico quien desprendía un delicioso aroma que le recordaba mucho al bosque y a la tierra mojada, le recordaba al verano.

- Esa sin duda va a ser mi favorita -dijo el muchacho mirando a la azabache, quien se sonrojo al instante.

- S-sin duda eres muy b-bueno en lo que haces.

Pronunció levemente, pero aquellas palabras le causaron una sensación cálida al de ojos azulados.

- Gracias Mari.

Y ahí estaba de nuevo ese cosquilleo en el estómago al momento de oír el apodo que le había puesto el pelinegro.

Ambos se quedaron callados, mirando hacia el frente, el silencio era cómodo, disfrutando de la compañía del otro.

Luka miró de reojo a la azabache, quien aún seguía viendo el paisaje con una pequeña sonrisa.

Estando a su lado le hacia querer decir lo que estaba pensando desde que la conoció.

Era un buen momento para decirlo.

- ¿Recuerdas que dije que yo sólo tomaba fotografías de lo que consideraba hermoso? - preguntó el pelinegro.

- Si -respondió la ojiazul sin mirarlo.

- Pues eso es lo que yo pienso de ti Mari - se sinceró el muchacho- Sin duda, tu eres lo más hermoso que había visto, es por eso que esta foto se convirtió en mi favorita.

Marinette levantó la mirada y volvió a toparse con ese bello oceano, pero ahora más brillante y hermoso que nunca y supo desde ahí que no quería olvidar ese color de ojos, de esas bellas tonalidades azuladas que adornaban el iris del muchacho, ni de esa brillante y perfecta sonrisa que adornaba su rostro.

Fue ahí donde Luka se volvió la inspiración de Marinette.

- ¿Te molestaría tomarte una foto conmigo? -dijo la ojiazul de forma tímida mientras un sonrojo adornaba sus mejillas.

Luka sonrió con cariño.

- Por supuesto que no me molesta Mari - como podía negarse a esa cara tan tierna.

Exacto, jamás.

Luka fijó su vista el frente y buscó a alguien apropiado para pedirle ese favor, hasta que un chico pasó frente a ellos, a Luka le pareció una buena elección.

- Hey amigo - llamó la atención del muchacho y este volteó- ¿Te puedo pedir un favor?

- De que se trata - dijo el joven mientras se acercaba a la pareja.

- ¿Nos puedes tomar una foto?

Él asintió amable y Luka le entregó la cámara, el chico retrocedió unos pasos y la pareja se juntó más y en un acto de valentía, Luka rodeó a Marinette por la cintura, la azabache se sonrojó en
respuesta, pero no se sintió incómoda, sino al contrario, la inundó un sentimiento de calidez y seguridad que no había sentido antes, así que ella rodeó el torso del muchacho con sus delgados
brazos.

Ambos se miraron, y de nuevo surgió esa increíble combinación.

Cielo y mar se juntaron creando un hermoso paisaje.

El sonido del flash los despertó de su ensoñación y ambos parpadearon algo aturdidos, así que voltearon a ver al chico que les había tomado la foto quien se acercaba a ellos con una sonrisa.

- Aquí tienen -les entregó la cámara.

- V-vaya, gracias -dijo Luka aún confundido.

Sin más que decir, el muchacho se alejó del lugar, pero antes les dedico una sonrisa cómplice a ambos.

Luka y Marinette fijaron su vista en la foto y ambos suspiraron asombrados al verla.

Ellos estaban abrazados, pero los dos se veían fijamente a los ojos y en el rostro de ambos se dibujaba una sonrisa de adoración y cariño, sin duda era una escena de los más romántica.

- Creo que he cambiado de opinión - susurró el chico aún viendo la foto- Esta sin duda se ha vuelto mi favorita.

- También la mía - susurró Marinette.

Ambos se sonrieron mutuamente y se pusieron de pie, el muchacho le extendió su mano a la ojiazul

-Vamos, te llevaré a casa

Marinette asintió y la tomó, sintiendo de nuevo esa calidez y seguridad que Luka le brindaba con tan solo juntar sus manos.

Blue like the Sky |Lukanette|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora