Blue like the Sky |Lukanette|

Capítulo 7

Su manos aun seguían unidas y Marinette era un manojo de nervios por dentro, la calidez y cercanía de Luka la ponía nerviosa y a la vez demasiado cómoda.

Miró de reojo a su acompañante, observó su cabello teñido de azul caer por su frente de forma desordenada, su nariz un poco respingada, sus labios delgados que estaban formando una pequeña sonrisa y por ultimo, sus increíbles ojos azules, esos orbes tan brillantes como el mismo sol.

Desvió la mirada rápidamente, antes de que se diera cuenta que llevaba un rato observándolo.

— Ya es un poco tarde —dijo el chico volteando a ver a Marinette— Espero y tus padres no se enojen contigo.

—No,  tranquilo —respondió mientras una pequeña sonrisa aparecía en sus labios. 

—Bien —le susurró sonriendo de medio lado, el corazón de la ojiazul dio un pequeño vuelco en su pecho al ver aquella acción.

Ambos cruzaron la calle y llegaron a la panadería del matrimonio Dupain-Cheng, Luka abrió la puerta y dejó pasar a Marinette primero, ella sonrió en agradecimiento.

"Es muy caballeroso" Pensó la azabache mientras se sonrojaba levemente.

EL calor del establecimiento y el olor a pan recién hecho les llegó una vez que entraron.

Aún habían varios clientes dentro, algunos formando fila y otros aun escogiendo pan, sus orbes se posaron en el mostrador donde su madre estaba atendiendo a los clientes.

— Ya he llegado —anunció acercándose para que la viera su madre

— Marinette querida, que bueno que llegas, tu padre esta arriba, preparando la cena —Sabine fija la vista en el acompañante de su hija — Oh y ¿quien es este apuesto joven?

— Él es Luka —lo presentó con timidez —Es el hermano mayor de mi amiga Juleka.

— Oh, pero que sorpresa, mucho gusto Luka. —extendió su mano en dirección al chico.

— El gusto es mío Señora Dupain. —extendió también su mano para estrecharla con la agradable mujer.

—Tom me dijo que te ibas a quedar charlando con un amigo —dijo la mayor mientras le entregaba el cambio a un cliente— Gracias por su compra, vuelva pronto.

—Siento si su hija ha llegado demasiado tarde a casa —empezó a explicar el ojiazul— Ha sido mi culpa, estar con Mari hace que el tiempo se pase volando.

La nombrada abrió los ojos con sorpresa y de inmediato el rubor cubrió sus pálidas mejillas, en cambio Sabine miró de forma curiosa a ambos jóvenes y empezó a reír por lo nerviosa que se había puesto su hija. Hace tiempo que no la había visto actuar de esa forma cuando un chico le hacía un cumplido.

Miró curiosa al joven Couffaine y se dio cuenta de que se había quedando viendo a Marinette de una forma muy peculiar. 

La estaba mirando con cariño.

Eso hizo sonreír a la mayor.

—Luka, se que es repentino pero —empezó a hablar la señora Dupain haciendo que los presentes centrarán su atención en ella— ¿por que no te quedas a cenar con nosotros?

Ambos chicos miraron impresionados por la oferta de la azabache mayor, Marinette no se esperaba que su madre le hiciera esa invitación a Luka y estaba segura de que el chico tampoco se lo esperaba.

En ese momento, se escuchó como la puerta detrás del mostrador se abría y aparecía Tom, quien llevaba un delantal rosa pálido.

—Ya estamos a punto de cerrar cariño —le avisó a su esposa, segundos después se fijó en los dos jóvenes que estaban frente al mostrador.— Que bueno que llegas Marinette, la cena ya esta lista.