FIVE-0: Love

Capítulo 4

*Danny*

—Isaac Mendez, 28 años buscado por el FBI, Interpol y agregaremos a la lista Unidad 5-0 de Hawaii,¿algo mas?— pregunté

—Porque ella está con ese imbécil!!— gritó Steve

—Se te olvida que tampoco tengo idea— dije

—Ese idiota la tiene amenazada o algo, recuperaré a mi novia y a mi hija como sea— comentó con enojo

En cuanto dijo eso me quedé pensando y mirando a un punto sin importancia. ¿Que es lo que tramaba mi hermana? ¿En verdad esta en contra de su voluntad?

—Que es lo que estas pensando Danno— Steve me sacó de mis pensamientos

—Bueno ya sabes... Tal ves ella no esta en contra de su voluntad— ví como me hice una cara de disgusto — Vamos Steve, viste las fotos tal ves sea verdad y te superó e hizo su vida con él— vaya que venia un gran alboroto con solo ver la cara de Steve

— Como puedes decir eso, es tu hermana, además de todos los imbéciles con los que me pudo superar porque escogería a un mafioso—

—Bueno mi hermana no es buena escogiendo hombres tu eres un buen ejemplo y por lo visto ya se sus gustos... altos, musculosos y morenos—ironía por aquí, ironía por allá.

—Basta Danno, no tengo ganas de tocar ese tema— con un tono desanimado se sentó en una silla.

— Tu fuiste el que empezó— comenté para después irme al baño.

...
Han pasado un par de dias en los cuales hemos estado vigilando a mi hermana y en los cuales el imbécil de Mendez la visitó y tuvieron momentos "familiares" y de los cuales no fueron del agrado de Steve. Está determinado a convencer y llevarse a Juliette a Hawai.

Día 5 y la vigilancia continúa, no hay nada fuera de lo común, Steve dijo que hablaría con ella y en verdad espero que regrese completo y mi hermana no lo maté.

....

*Steve*

Con paso firme fui directo a casa de Juliette un día después que el idiota de Mendez se fue, quería respuestas y las obtendría.

Me acerque a la puerta y toque dos veces. Escuche la puerta abrirse y era Juliette, noté su cara de sorpresa al verme.

—¿Que haces aquí?— comentó quitando su cara de sorpresa

— Vine hablar contigo, quiero que me respondas varias cosas— sin esperar invitación entre a la casa casi empujándola

— No tengo nada que hablar contigo así que vete porfavor— respondió siguiendome hasta la sala

— Es enserio, te vas, me enteró que tienes una hija y que tu pareja es un narcotraficante— levanto un poco la voz

— Eso no te importa es mi vida y te saque de ella así que LARGO! — de igual manera ella alzó la voz

— Quiero saber de quien es hija...—  me quede en silencio esperando que me dijiera su nombre

—  Charlotte.....Charlie— me dijo, mientras que caminaba al sillon y tomaba asiento — Es mi hija y de Isaac es todo, te pido que te vayas— suspiro evitando mi mirada

 — ¿Que cambio entre nosotros? , teníamos planes y un día simplemente te fuiste— me enojaba cada vez mas que recordaba todas esas platicas y promesas.

  — Los planes cambian Steve igual que las personas, igual que yo—  se levanto y camino hasta estar frente a mi

— Pero no cambiar lo terca que eres verdad—  

— Vaya.. creo que en eso nos parecemos— bajo la cabeza y hizo una pequeña sonrisa.

— Sabes que muchas personas están buscando al idiota de Mendez— trate de tocar su mejilla pero me contuve

  — Lo se y espero que no comentes nada al respecto— dio un paso hacia atras

— Te tiene amenazada y a nuestra hija también, es por eso que no te vas—  me acerque mas para tomarla de los brazos

— BASTA STEVE! NO ES TU HIJA....y no me tiene amenazada yo quiero estar aquí con él— de un movimiento brusco aparto mis manos. 

 —No lo niegues Juliette nosotros podemos sacarlas de aquí y regresaremos a ser una familia—

— No niego nada es la verdad, Charlie y yo pertenecemos aquí , sera mejor que te vayas—     en ese momento se escucho un auto y gente hablando

Juliette se percato de eso y camino hasta la ventana para mirar quien podía ser, en cuanto lo hizo se puso muy nerviosa.

  — Él esta aquí, sera mejor que te vayas, no debe de verte—  camino hacia mi y empezó a empujarme a la parte trasera de la casa

—  De que estas hablando. Ven conmigo te sacare de aquí—  dije llegando a la puerta

— Si llegas al muro entraras al bosque y te podrás ir sin que te vean, y no te quiero ver mas aquí— 

Hice lo que me pidió no sin antes escuchar un lejano — Hola cariño— me hervía la sangre pero en definitiva no me daría por vencido.