12.- Día

121 16 0
                                    

Kath se quedó dormida y a los pocos segundos dejó de respirar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kath se quedó dormida y a los pocos segundos dejó de respirar. No quería ponerle las esposas pues ya nos había ayudado, pero no podía correr el riesgo de que escapara y menos cuando la seguridad de mi hermano dependía de ello. Ya que si ella moría ¿por qué intercambiaríamos a Aloise? Amarré el extremo de la cuerda en su cuello a una de las barandillas, ella permanecía inmóvil.

Al voltear, Serch se estaba poniendo en pie con lentitud.

—¿Cómo te sientes, primo? —pregunté, acercándome a él.

—Extraño, siento los músculos duros allí donde estaban las rasgaduras, pero no duele. Además del cansancio creo que estoy bien —dijo

—Mihail, tenemos que llamar al consejo, y no creo que les agrade mucho la idea de que esa vampiresa nos haya ayudado.

—Les diremos que la obligamos y, si alguien se opone, podemos demostrar que Serch está bien y listo para la misión.

—Sabes que tú debes presidir el consejo en lugar de tu hermano ¿Verdad? Nosotros podemos ser tu ayuda.

—Serch ¿Te sientes en condiciones de acudir? Podrías descansar lo que resta del día —le ofrecí, aunque poco a poco su estado volvía a ser el de antes.

—No, me siento bien y cada vez mejor. Solo me cambiaré y acudiré a la reunión. También acudiré como tu segundo... si me lo permites claro.

—Saben que nada me honraría más, serán mis segundos pero esto solo será en lo que Aloise regresa con nosotros.

Salieron juntos del cuarto.

Luego de echar una última inspección a Kath también salí de allí, cerrando bien la puerta. Lancé el llamado para la reunión y fui a darme un baño para prepararme.

Era Aloise quien siempre llevaba el mando, quien tenía toda la madera para guiar a la familia, yo no era ni siquiera su sombra en ese aspecto, yo era mucho más de peleas y misiones, no de logística. Era por eso que tenía que encontrarlo y traerlo a salvo, era de vital importancia que él regresara y tomara su lugar.

Sí, yo era el siguiente en la línea sucesoria, y tenía el conocimiento y el entrenamiento para guiar a la familia, pero no tenía la intuición y la capacidad analítica de Aloise así como él no tenía mi fuerza y destreza. Los dos juntos éramos perfectos, por separado teníamos demasiados flancos débiles.

Me vestí lo más presentable que podía sin parecer ridículo, con una camisa color vino y un pantalón negro. También me amarré el cabello en una cola de caballo tras la nuca. Algo indeciso tomé el anillo con el sello de la familia, anillo que era de mi padre y que solía portar Aloise en las reuniones.

Al llegar, sabía que todos mis tíos ya estaban dentro y mis primos me esperaban afuera de la puerta. Hice un asentimiento hacia ellos antes de entrar, sintiendo como me seguían, me senté en la cabecera y ellos a mis lados. Miré uno a uno a mis tíos. Eran en total cinco, tres hermanos y dos primos. Todos ellos ya eran demasiado grandes para ir a misiones sin peligro, el único que aún tenía posibilidad era mi tío Marco, quien aún estaba recuperándose de una lesión sufrida en su última misión.

RossblackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora