Amor Paralizado

Capítulo 15

El castaño junto a su compañero amante del negro regresaron a la enfermería cuando se enteraron de que Edo finalmente estaba despierto. Johan pudo regresar a su dormitorio tan pronto como se despertó el día anterior. El nuevo trabajo de Judai ahora no era ser solo la persona encargada de velar por el bien de Johan sino, que también era averiguar que diablos sucedió en esa habitación.

Cuando los dos abrieron la puerta, Edo estaba apoyado contra la cabecera de la cama con un libro en la mano, leyendo. Los dos se acercaron y Manjoume se sentó junto a Edo con preocupación. Judai, por otro lado, se quedo de pie con el ceño fruncido pegado en la cara y estaba de más mencionar que solo ver al peliplata lo enfadaba.

—No sabes las ganas que tengo de patearte el culo... Otra vez, así que te sugiero que digas la verdad de principio a fin ¿Qué diablos pasó el otro día? Johan no habla de eso, es casi como si tuviera miedo de hablar. -Judai estaba usando toda su fuerza de voluntad para no dejar que su ira se desatara sobre el adolescente lisiado frente a él. Edo dejó el libro y frunció el ceño hacia el castaño.

—¿Estás de su lado cuando fue él es quien me hirió a mi? ¿Por qué no das un paso atrás y ves quién es la verdadera víctima aqui?

—¡¿Te llamas a ti mismo la víctima cuando fuiste tú quien empujo esas cajas sobre Johan?! Sin mencionar que él cayo por las escaleras quedando peor que antes ESTANDO YA PARALIZADO. -Judai hizo hincapié en cada palabra para agregar más énfasis a la condición previa de Johan. Hubo un rayo que destelló entre los dos y una pelea habría estallado si no fuera por Manjoume.

—¡¿No has olvidado por qué estamos aquí, Judai?! -El pelinegro luchó contra Judai hasta dejarlo en su asiento y lo golpeo suavemente en la parte posterior de la cabeza. Manjoume tomó una respiración profunda antes de hablar.- De acuerdo, puedes contarnos tu versión de los hechos con un sentido de parcialidad ¿Qué sucedió contigo y con Johan en esa habitación? Empieza cuando las cosas se tornaron raras. -Edo miró a Judai y lo miró por un largo segundo antes de voltearse hacia Manjoume.

—Si cuento lo que sucedió cuando las cosas se pusieron raras, vas a tener que enviarme a un hospital de verdad porque Judai me va a dar una paliza.

—¡¿Qué diablos se supone que eso significa?! -Judai se levantó de su silla y su odio se encendió nuevamente. Estaba a punto de matar a Edo en serio pero, Manjoume lo evito una vez más.

—¡JUDAI! ¡Necesitamos averiguar qué pasó! ¡Necesitas refrenarte! ¡Por Johan! -Judai reprimió su furioso espíritu pero, solo por el bien de Johan de averiguar que sucedió.

—¡Bien! -Judai se obligó a sí mismo a mantener la calma y comenzó otra guerra de ceño fruncido con Edo.

—No hablaré hasta que Judai prometa no poner ni un solo dedo sobre mí. -Edo sonrió burlonamente a Judai regodeándose de que el Slifer no podría tocarlo incluso después de lo que estaba a punto de revelar.

—Grrr... B-Bien... T-Tienes mi palabra de que no te tocaré... ¡Ahora habla! -Judai rechinó los dientes y espero a que Edo continuara.

—Esto es un poco incómodo con Manjoume aquí, pero... ¿Cómo debería empezar con esto...? -La explicación de Edo sobre el abuso haría que ambos probablemente lo introdujeran contra la pared si no lo abordaba con cuidado.- Bueno, yo fui quien trajo a Johan dentro de esa habitación, lo saqué de su silla por lo que, probablemente se estaba volviendo loco porque no podía mover y la luz era muy baja por lo que tampoco podía ver bien, luego lo llevé un poco demasiado lejos, Johan se asustó y...

—¿Qué quieres decir con "lo lleve demasiado lejos"? -Preguntó Judai con un tono áspero, exigiendo una respuesta con los brazos cruzados sobre su pecho con dureza.