Homofóbica ⊹ Jensoo | #3

O44 | Escape

Las lágrimas comenzaron a salir de los orbes de la chica mientras corría por los pasillos sin mirar a nadie.

Maldita sea ¿Cómo había pasado eso? Era una ciega y una tonta, se odiaba tabto.

Le costaba demasiado aceptar que Yeonwoo tenía razón, incluso pensó que era una de sus sucias trampas de perra resentida como siempre era habitual que se manifestará, pero no estaba mintiendo.

¿Cómo le había hecho eso?

¿Por qué Changkyun le había hecho eso?

Estaña destruida.

No era justo, debía ser el karma del cual le hablo MoonByul junto a Solar.

Dos días después de haber sido besada por Jennie, realmente Jisoo trató de no encontrarse con ella. No podía enfrentarla luego de ese día, no cuando sintió que sus emociones la traicionaron.

Por eso ahora se estaba ocultando de ella, no quería verle, pero Jisoo en el proceso de esconderse, se encontró con su "novio" besándose con un chico en lo más alejado de la "civilización" del campus.

Humillada y de la peor manera. Había sido con Kihyun, uno de sus amigos, se sentía altamente traicionada.

No era verdad, no podía serlo.

Las lágrimas bajaron por sus mejillas, bañando su rostro.

─¡Jisoo espera! ─la voz de Changkyun grito su nombre.

Jisoo apresuró el paso.

Todo el alumnado estaba comienzando a mirar el escándalo que ambos estaban dando, a lo que Jisoo se sintió tan pequeña al tener muchas miradas sobre ella.

─No deseo hablar contigo.

Miró a Yeonwoo quien sonreía con superioridad, se mordió el labio tratando de no escupir veneno contra ella, un agarre en su brazo la hizo detenerse.

─¡Jisoo, espera! Tengo que explicarte.

Jisoo se detuvo y se dio la vuelta para estampar la palma de su mano con la mejilla del chico.

El chico se quedo sin decir nada más, estaba en shock también.

Jisoo mordió su labio inferior tratando de retener sus lágrimas.

─Eres un maldito hijo de perra, quiero que tú te vayas a la mierda, al igual que todos esos homosexuales ─Le escupió esas palabras con rabia.

No podría creer lo que había hecho el chico, su novio,  quien se supone que la amaba le había traicionado de una manera tan sucia y humillante.

─ ¡Jisoo!—─las voces de los amigos se Jisoo se escuchaban por pasillos de la escuela.

Necesitaba irse de allí.

El aire estaba faltando en sus pulmones de la adrenalina.

Jisoo avanzó, no tenía ánimos de ver a nadie, ni siquiera a sus amigos.

No quería ver a nadie.

─ ¡Por favor, Jisoo! ─MoonByul, Solar, Minah, corrían detrás de la chica.

Jisoo dejó la escuela, busco entre sus contactos a quienes le escucharían y darían consuelo en su estado se animo.

Se hizo bolita en la banqueta de la calle, dejando salir sus lágrimas.

Más que nada le dolía la traición de ser usada y engañada como plato de segunda ¿Cómo le había hecho todo eso su ex novio?

─Youngbae oppa, por favor. Ven por mi ─Sollozó para cortar la llamada.

El mayor sabía donde estaba la chica, era horario de clases, la escuela no estaba muy lejos si iba en automóvil.

Jisoo lloró, lloró descargando todo lo que su pecho guardaba.

Tal vez si se lo merecía, merecía esa humillación por hacerle hecho tanto daño a quienes amaba, pero que podía hacer para cambiarlo, sus padres le habían enseñado estrictamente cómo debía ser, con quienes juntarse, si no habría problemas.

Tantas personas con las que hubiese querido ser cercana, pero jamás pudo.

Jamás quiso herir a Seokjin, quien fue su primer amigo y su mejor amigo en todo.

No le quiso hacer daño a Jennie, jamás hubiese querido eso, pero temía de que sus padres supieran de sus preferencias o que estaba enamorada de ella. Temía de que sus padres mandarán a hacer algo a Jennie, eran desventajas de tener a padres quienes minaban dinero y eran de mente cerrada.

Alejó a tantas personas por temor a que sus padres hicieran algo malo a quienes amaba, además tenía miedo.

Una persona en quien confió le había lastimado hace años, por eso sentía algo de rencor contra aquellas personas quienes tenían preferencias diferentes.

Un auto se estaba acercando a ella, Jisoo limpió sus lágrimas y se levantó del suelo.

─Jisoo, pequeña.

La persona dueña del automóvil salió del vehículo para abrazar a la pelinegra quien se deshizo en los brazos del chico moreno.

─Por favor, sácame de aquí ─Le imploró con las pocas fuerzas que le quedaban.

Se sentía tan rota y humillada.