PERDIDA

El Descubrimiento

Narra Hermione:

Estaba enfadada. Otra clase de pociones en la que el profesor Snape me había llamado necia... ¡No lo aguantaba! ¡Y encima nos había puesto un examen del libro entero para la semana siguiente! Me esperaba un buen dolor de cabeza...

Esperé a que salieran Harry y Ron, y cuando lo hicieron, nos dirigimos al Gran Comedor.

Conforme nos íbamos  acercando, empezamos a notar que algo raro estaba pasando ¡había un silencio sepulcral! Pero nuestras sospechas se confirmaron cuando, al llegar, nos encontramos la estancia desierta...

Me sobresalté al oír a Harry.
- ¿Qué pasa aquí? ¡Se supone que es la hora de comer!

A lo que Ron no pudo evitar añadir uno de sus tontos comentarios.
- ¡¡Tengo hambre!!

-Chicos, ¡callaros! Venga, vamos a entrar, a ver si encontramos algo...

Otra vez más, Harry me asustó.
- ¡Mira! ¡Una cana de Dumbledore!

-¡Harry! ¡Un poco de seriedad!- tuve que contener una carcajada.

Me adentré en el Gran Comedor, pero no veía nada fuera de lo normal.

-¡Mira!- dijo Harry.

- Harry, ¡otra vez no! ¡No seas inmaduro!

- No, no. He encontrado algo de verdad... Venid.