PERDIDA

En camino

Narra Harry

Después de ver como Hermione se ponía roja gritándole a Voldemort, nos ha dicho que este nos esperaba en la Casa de los Gritos.

-Pero, ¿cómo vamos a ir sin que nadie se entere?- Pregunté.

Ron me sorprendió contestándome rudamente:

- A ver, ¿pero tú dónde tienes el cerebro? Iremos por el pasadizo secreto del sauce boxeador.

- Muy bien Ron- Dijo Hermione algo ruborizada. Supongo que no se lo esperaba viniendo de él.

- Está bien, está bien.

Sin más demora nos dirigimos al sauce boxeador. Estábamos a punto de entrar al pasadizo cuando una voz nos sorprendió a nuestras espaldas.

-¿Qué hacéis aquí?

Era Neville, y no parecía que quisiera irse sin una respuesta.

- Vamos a llevarle a Voldemort su serpiente.

- No os lo permitiré, luego nos metéis a todos en un apuro.- Nos advirtió.

- Muy bien Neville, Dumbledore te dará unos cuantos puntos por esto. Ahora, ¿puedes dejarnos?

- ¡No! Nagini no es lo que parece... Dejadme al menos que os acompañe.

- ¡Ufff! Está bien...

Tras ese pequeño contratiempo, nos adentramos en el túnel que nos llevaría a nuestro destino.

- ¿H-H-Harry?

- ¿Qué te pasa Ron?

- ¿T-t-tengo a-algo en la c-c-cabeza?

Me giré y vi una araña del tamaño de mi mano encima de su pelo rojizo.

- ¡Avada Kedavra!

La araña cayó inerte a los pies de Ron y, este, se desmayó.

Tuvimos que arrastrarlo el resto del camino, el cual estaba siendo más complicado de lo que creíamos en un principio...