Prefacio

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-¡¡Me importa una mierda porque lo hicieron!! -

Me agache al ver como otro jarrón de flores volaba hacia mí y terminaba estrellándose contra la pared. Estaba seguro que era el décimo hasta ahora y que probablemente faltaban aun mas.

-Rompieron el tratado y créeme cuando lo digo, se van arrepentir de haberlo hecho.- la pequeña silla de madera que se encontraba frente a Owen termino en cientos de pedazos esparcidos por el suelo .

Mi hermano respiraba furiosamente mientras hablaba, era inútil razonar con el cuándo se encontraba de esta manera así que solo me dedique a soltar un suspiro de frustración, aparte de esquivar cada cosa que encontraba y lanzaba. El temperamento de mi hermano mayor era bastante volátil y difícil de controlar, cosa a lo que todos los miembros de nuestra familia ya estaban acostumbrados. Su grandiosa rabieta termino  con el cerrando las puertas del estudio con una fuerza sobrenatural agrietando por lo menos una de ellas.

Comencé a masajear mis sienes tratando de tranquilizarme pero simplemente era imposible con él, veintiocho años y seguía haciendo este tipo de rabietas y yo cómo su mano derecha iba a terminar con canas verdes del estrés, si no es que calvo.

-Trata de entenderlo hijo, sé que tu hermano es algo temperamental pero sabes muy bien que solo quiere protegernos.-

La mano de mi madre froto con cariño mi espalda, de verdad desearía tener la paciencia de ella, no sé cómo hace para lucir y estar tan tranquila con mi hermano cerca, en especial cuando se comporta de esta manera lo cuál era más seguido de lo que me gustaría.

-Entiendo a Owen, de verdad lo hago, o por lo menos la razón de su enojo; pero no es el Alfa. Somos los sucesores de mi padre y por lo tanto tiene a toda una manada viendo su comportamiento, no puede hacer este tipo de cosas.-solté exasperado recogiendo los pedazos de uno de los jarrones que rompió.

Mi madre se puso frente a mí y acaricio con cariño mi rostro con su delicada mano, a pesar de tanto tiempo parece que los años no lograron disminuir su belleza o su cariño por nosotros, no importa lo que hagamos siempre nos ha demostrado que el amor por sus hijos no dejara de existir.

-¿Seguro que es solo por eso que estas tan preocupado?- me pregunto divertida.

Alejo su mano de mí y se cruzó de brazos con una sonrisa al ver cómo me sonrojaba.

-Obviamente también estoy preocupado por Emma.- murnure ansioso- es mi compañera, el amor de mi vida y es muy importante para ella que nuestras familias se conozcan, no quiero que se arruine todo por algún ataque de ira de Owen.- la preocupación y el nerviosismo emanaban por los poros de mi piel acompañados de un tic en mi ojo izquierdo.

-Elliot tranquilízate , tu hermano sabe lo importante que es Emma para ti, estoy segura que todo va salir perfecto.- Mi madre miro por unos segundos la habitación en donde se había encerrado su primogénito y luego regreso su atención a mi. Trate de sonreír con seguridad y con la esperanza de que tenga razón, por mi salud mental.

-Hablando de Emma, ¿en dónde está? ¿Creí que estaba aquí contigo?. - Camino entre los pedazos de lo que mi hermano destrozo durante su rabieta con cuidado de no pisar nada y se sentó en unos de los sillones de la sala de estar con tranquilidad.

-Lo estaba pero fue a comprar algunas cosas para su hermana, no recuerdo muy bien por qué pero va a llegar antes que sus padres .-

-Es menor que ella ¿cierto?-La curiosidad característica de mi progenitora salio a la luz lista para informarse de cada posible detalle.

Me senté junto a ella y tome una de las galletitas que se encontraban en la mesita de café, que soprendentemente sobrevivió al huracán llamado Owen, antes de que mi madre acabará con ellas como de costumbre.

-Lo es, sólo por tres años y créeme, es todo lo contrario a Emma, solo nos hemos encontrado una vez y pude darme cuenta de ello. Su hermana es toda un caso.-le conté divertido, mi madre me miro con reproche al ver como habla con la boca llena de galleta pero solo le sonreí con cariño y volví a tomar otra.

-Creo que incluso ha tenido algunos problemas con la ley,pero no es una mala persona, tiene un gran corazón como Emma, simplemente no le gusta seguir la corriente y mucho menos que le den ordenes.- Me encogí de hombros mientras tragaba el ultimo pedazo que quedaba en mi boca.

- Una rebelde entre nosotros, va a ser interesante como se lleva con tu hermano.- comentó sarcasticamente e intrigada, mientras tanto, podría jurar que mi corazón se detuvo al darme cuenta de la situación que tendría en mis manos.

- Mierda de sólo pensarlo quiero vomitar de los nervios.- me recargue en el respaldo del sofá y cubrí mis ojos con mis manos.- Por eso estoy tan preocupado. Imagínate, ella puede hacer algo que no le guste a Owen y voy a tener a un lobo gigante tratando de matar a la hermana menor de mi prometida.- los nervios comenzaban a  tomar control de mi cuerpo provocando que moviera mi pierna una y otra vez.

Mi madre soltó una pequeña risa al verme tan preocupado y yo solo la mire con una seriedad que no duro mucho por su contagiosa risa, pero aún así le reclame un poco. El éxito de mi boda dependía de como se llevaran la familia Wardwell con mi familia y el único que ponía en riesgo todo era mi hermano.




Meant to be.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora