002| La hermana de Emma.

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El pequeño grupo que se encontraba frente a mis ojos asomaba sus dientes tratando de intimidarnos pero, podía ver el temor que rebosaba en sus ojos como las patéticas bestias nocturnas que son. Lo único que provocaban era risa. 

-Están cruzando nuestro territorio Kent, será mejor que regresen por donde vinieron si no desean morir como los perros callejeros que son.- Hablo con altanería el líder del grupo.

Mi manada gruño,  listos para transformarse y acabar con los pocos desgraciados que nos enfrentaban. Aun que eso era lo que mas quería, mi sentido común me obligaba a mantenerme quieto en mi lugar. Todo por cuestión política. Alce mi mano indicando que se tranquilizaran sin despegar mi mirada de mi objetivo, que emanaba un olor de carne en putrefacción. A pesar que el día de hoy una ligera lluvia adorno la mañana y el olor a tierra mojada se distinguía en el aire, aquel aroma  tan repugnante me abrumaba provocandome un ligero dolor de cabeza. Desde temprano tuve que salir para arreglar varios asuntos y lo único que quería era regresar a casa para descansar. 

-Es irónico que me lo digas cuando esta misma semana uno de ustedes ataco a un humano en nuestro territorio.- mi mandíbula se tenso, detestaba tener que tratar con ellos.

-¿Nosotros?- nos miro su líder, fingiendo estar confundido, volteo a ver a sus compañeros y se burló .- No lo recuerdo, lo siento.- sonrió burlón. 

Sus risas petulantes provocaron que cerrara mis puños, y mis dientes rechinaran de coraje. ¿Se atreven a burlarse de mi? Al diablo la política, al diablo el sentido común. Avance, listo para arrancarles la cabeza con mis propias manos, alertando a mis compañeros y a mis enemigos pero el cuerpo de Elliot se cruzo en mi camino evitando que me acercara más. Mi hermano se paro con firmeza deteniendo mi impulsivo ataque al igual que el de los demás.

-No venimos a pelear pero, si a darles una última advertencia. Díganle a su líder, rey o lo que sea que ustedes las sanguijuelas tengan, que si vuelven a cruzar la frontera nos aseguraremos que haya represalias.- sentencio.

El cuerpo de mi hermano se hizo a un lado confiado de que la reunión había terminado, sin embargo, yo no iba permitir que se fueran impunes. Tenía que demostrar que con nosotros no se jugaba. Que esto iba enserio. Basto con una mirada de reojo a Lincon, uno de mis mas leales amigos, para que este saliera disparado transformando su anatomía en un salto y pasara como una ráfaga de viento de entre nosotros. El cadáver andante, víctima de su ataque, no tuvo ni tiempo de darse cuenta de lo que pasaba cuando el lobo gris ya le había arrancado una de sus extremidades, sus compañeros no hicieron mas que ver atemorizados al resto de mi manada vigilando nuestros movimientos con unos  gritos rogando por piedad de fondo. La gran bestia color gris termino de jugar con su presa arrancándole la cabeza y la lanzo lejos, como si de un bolsa de estiércol se tratase, mientras regresaba a nuestro lado. 

-Ahora si, se pueden retirar.- satisfecho, di media vuelta deseando alejarme lo mas rápido posible para dejar de distinguir aquel hedor con los demás siguiendo mis pasos.

- Eso no era necesario, Owen.- me riño mi hermano caminando a mi lado.

-Claro que lo era Elliot, tenemos que dejar en claro que nosotros no perdonamos nada.- le conteste con firmeza y sin alguna señal de arrepentimiento dando por terminada la conversación.



Caminar por el bosque siempre me a parecido tranquilizador y reconfortante, oír como las hojas del bosque se agitan con la briza o los animales siendo...  bueno siendo animales, siempre me otorgaba la calma suficiente como para hundirme en mis pensamientos y relajarme. Ahora mismo no hacía la diferencia, aunque lo único que rondaba mi cabeza es buscar la manera de que esas sanguijuelas se alejaran de nuestro territorio pues no era la primera vez que teníamos problemas por aquello. Elliot puede que tenga razón sobre no atacar en cualquier momento, por algo lo mandaron de ultimo momento como apoyo, pero no permitiré que bajo el mandato de mi padre un tratado de cientos de años se rompa, si eso significa que debo demostrar nuestra fuerza para mantenerlos a raya, lo haré sin ninguna duda. 

Meant to be.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora