Nerd maldita

capítulo 4

Me desperté en mi cama. Me dolía la cabeza. Me levante y salí del cuarto. Baje las gradas y encontré a los demás en la sala.

—¿que pasó?

Mi mamá, papá y Angus se levantaron y me abrazaron. Los recuerdos llegaron y me puse a llorar de nuevo. Me llevaron al despacho del Alfa y cerraron.

— dinos que pasó– demandó mi padre.

—me aburrí y me vine acá. Quería ver tele y escuche una voz. La busque y ví la sombra de mis pesadillas: el lobo negro con ojos rojos. Me atravesó y siento que cambie o algo así. Creo que los ojos, orejas y garras de un lobo. Y que tenía pensamientos de sangre, muerte. Salió de nuevo y solo recuerdo negro.

Abrace a mi mamá y empece a llorar de nuevo, tenía demasiado miedo. Me ayudaron a subir por mi medicina y me la dieron. Me dejaron y yo solo me quedé viendo a la ventana estática, no quería moverme. Creo que vi la maldición en su forma, no quiero transformarme, no quiero morir.

—ya está servido– me asuste y voltee a ver a Aiden.

— no te escuche entrar.

— estabas demasiado metida en tus pensamientos– voltee de nuevo a la ventana– ¿que pasó anoche?

—no te puedo decir.

Me levante y baje al comedor. Me sirvieron y empece a comer. Al terminar, ya me iba pero mi papá me detuvo, de nuevo. Creo que se está haciendo costumbre.

—toma aquella caja– me acerque y ví que era mi medicamento, ya me quedaba poco.

—¡gracias!

La agarre y subí de nuevo a mi cuarto. Me tome la que tocaba y guarde el resto en mi armario, me daba pena que vieran. O se burlaran de esto.

****************

Paso una semana y ya teníamos que ir al colegio. Angus me acompaño a recoger nuestros horarios. En el almuerzo se separó y me tocó comer sola. Iba de nuevo al salón, pero aparecio Owen con dos tipos más.

—Pero miren, la nerd Alfa que ni entrenar puede por ser débil– lo dijo en mi oído. Sentí de nuevo ese olor y me resisti esta vez. Me le quede viendo– a mi error, no los he presentado, él es Teo y él Oscar.

Yo solo me voltee y sentí que me echaron algo, para echarse de nuevo a reír. Me toque el pelo y era miel. Fui al baño y empece a lavarme el pelo, iba a quedarme pegajoso. Genial, primer día y ya arruinaron mi pelo. Después logre quitarmelo y llegue al salon, tarde.

— señorita Miller, llega tarde– señale con los ojos mi pelo y pudo notarlo. Asintió y me fui a sentar.

El día paso y me fui corriendo de ahí en carrera con Angus, obviamente yo gane.

— ¡ no es justo!– le saque la lengua y corrí hacia casa, chocando con Aiden—lo siento– me levante y lo levante a él.

Me sonrio y siguió su camino, yo me fui al cuarto a estudiar y hacer el proyecto para mañana. Estaba a media elaboración cuando ví el calendario, faltaba un mes y medio para mi transformación. Lágrimas se escaparon, y tenia miedo, no quería morir.

—Necesito ayuda– voltee a ver a mi hermano y vio mis lágrimas— no Abi, ya habíamos hablado de esto

—tengo miedo

Él me abrazo y nos sentamos en la cama, donde yo me puse a sollozar— tu sabes que estaré ahí contigo.

Me quedé llorando en él hasta que me quedé dormida.

Al rato me despertó y me ayudó a levantarme, ya era hora de comer. Baje apoyada en él y llegamos con el resto, mi madre al verme me comprendió en seguida y me abrazo.

—no quiero morir– dije en susurro

—no vas a morir, te lo prometo.

Me sento en el sillón y yo me acosté. No tenía mucha hambre, vi que la señora y el Alfa me veían con ojos de lástima. No me gusta que me vean así, como algo sin salvación, cosa que soy pero no quiero recordar. No aguante mucho y me dormí de nuevo. Sentí alguien cargarme, oli el aire y era Owen.

— no menciones nada– dijo dejándome en la cama. Lo acerque un poco y lo oli. Se separó y se fue de mi cuarto.

Ya era de mañana y me encontraba abriendo mi casillero.

Baam

Confeti había salido disparado a mi cara al nomás abrir mi casillero. Se oía las risas del trío que estaba detrás mío.

—Hola, nerd– dijo Teo echándose a reír de nuevo.

—veo que no calculaste nada– dijo  Owen

—Tonto– le patie su pie y sali corriendo a la biblioteca.

Entre y fui directa a la sección de maldiciones. Encontré uno y lo abri.

“solo la bruja creadora de tal enigma puede cancelarlo o anularlo, si otra lo intenta morirá”

Una lágrima bajo y la limpie. Devolvi el libro y me fui. Iba tan sumida en mis pensamientos que no me fije que venía alguien hasta que choque con ella.

—lo siento– dijo la pelirroja recogiendo sus libros.

—no importa– digo ayudándole

—Nerd– dijo Owen en mi oído.

Yo respire para tranquilizarme—¿Tu también?— abri los ojos y la vi confundida— lo de nerd– asenti no muy convencida—¡no estoy sola!– chillo y me abrazo.

—Soy Abigail, Abi

—Tamara, Tami, si quieres.

Nos quedamos charlando hasta que ya era hora de irme. Llegue corriendo y entre, todos estaban en la sala viendo tele. Subi a mi cuarto y abri el armario. Saque la caja para tomarme la que tocaba, el proceso de siempre.

Baje a cenar, con la mirada odiosa de Laura y Owen. Al terminar sali con mi papá al bosque. Cada cierto tiempo íbamos a ver que tan avanzados estaban mis sentidos pre transformación, así le gusta decir a mi papá para evitar decir maldición.

Llegamos y me pare enfrente de él. Asintió y cerré los ojos. Oli y oí la cascada a 12 km, después las pisadas de algún lobo, luego el suelo, sus organismos, la lava, el aullo del lobo.

Abri los ojos y mi papá estaba enfrente sosteniendome, baje a mis manos y vi las venas negras, utilice demasiado. Relaje mi respiración y me solté. Esta vez llegue más lejos que la última vez. Mi papá me dio una pastilla y la trague de un solo. El color fue bajando, hasta desaparecer.

Regresamos a la casa y subí a terminar el proyecto. Luego lo guarde y me acosté, bajo la atenta mirada de unos ojos rojos.