capítulo 5

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Todos nos dirigiamos al lugar de entrenamiento, donde ya se encontraban los guerreros. Entramos y yo me fui a sentar a las gradas para leer, Owen y sus amigos habían venido también.

-Bienvenidos todos a nuestro primera encuentro entre las dos manadas. De hoy en adelante entrenaremos juntos para mejorarnos mutuamente y compartir tácticas.

Después del discurso inspirador de Alfa, todos se pusieron a entrenar, incluidas las armas. Mi libro, esta vez, era de suspenso. Si es algo así es difícil que logre separarme de él. Estaba en cerrada en mi burbuja cuando sentí y escuche algo acercarse. Agarre el cuchillo a unos centímetros de mi cara.

"Como lo hizo, pero si es una nerd, es imposible" eso decían a mis espaldas. Mi padre vino a agarrar el cuchillo y yo levante la cara para sonreírle. Me la devolvió y fue con los demás. Logre ver al fondo a Tamara. Fui hacia ella y se asustó al verme.

-¿que haces acá?

-soy hija del Beta, tengo que entrenar. ¿Y tu no deberías entrenar?

-es difícil de explicar porque no puedo- se me quedo viendo- mañana te explicó, me da pena y miedo que te lo diga acá.

Asintió y la deje entrenar. Ví un cuarto solo con un saco de boxear. Me fui caminando ahí y cerré la puerta con llave. Me hice una cola y aparte el libro. Le empece a pegar suave y después más fuerte. Así pase la mayoría hasta que desahogaba todo lo malo en él y lo parti en dos. La mitad salió volando contra la pared y yo me quedé sorprendida. Sali cuidadosamente y me fui a sentar de nuevo.

En la cena, mi madre, la luna y yo comíamos normal, mientras los que entrenaron se les notaba cansados. No hablamos nada, así que al terminar me pare y me fui al cuarto. Quería despejar mi mente, por lo que salte por la ventana y empece a correr al bosque. Di varias vueltas hasta que regrese y me encontré a mi familia preocupada.

-¡¿Donde estabas?!

-solo salí a correr para despejarme.

Entre bajo la burla de Owen y me fui de nuevo al cuarto, esta vez para dormir.

En la mañana mi papá me regaño por salirme sin avisar. Yo le dije, como ayer, que lo hice para despejarme, porque sino iba a destrozar algo y eso no quería él. Lo logre calmar y me dejó ir al colegio.

En el receso estaba con Tamara, quería evitar el decirle mi problema pero ella insistía más.

-¿porfa?- hizo cara de cachorrito

-esta bien, pero prometeme que no te vas a alejar de mi.

-hecho.

-mi familia ha tenido una maldición desde siglos por una estúpida cosa. Cada 3 generaciones le cae a alguien. Se trata de que tiene dos lobos, el normal que siempre va andar con la persona y la maldición, que toma el control de todo si se transforma demasiado tiempo.

>>Eso hará que solo mate y sienta placer. La maldición hará que la persona ya tenga fuerza, sentidos desarrollados y rapidez desde su nacimiento y al transformarse aumentarán más. También que sea imposible cortarle al portador alguna parte de su cuerpo. Pero que si siente odio o esta enojado ira matando su alma poco a poco y sus venas se llenen de sangre negra, esto hará que solo se adelante tal cosa. Y a mi me tocó esto.

Termine y me tape la cara. Estábamos sentadas en el árbol, solo espero que no se separe de mi, que no me tenga miedo y huya como mi primera amiga. Antes de Emely, tenía a mi amiga de la infancia, Katherine, éramos uña y carne. Pero cuando se enteró de la maldición se separó de mi, me evitaba y no quería hablarme. Pase sola un tiempo hasta que hace un año llegó Emely y se convirtió en una gran amiga para mi.

Sentí unos brazos rodearme y quité las manos, Tamara me abrazaba-prometo no separarme, y ayudarte.

La abrace y llore, iba a tener una amiga que me ayudaría y que no me rechazo. Nos quedamos un rato así hasta que nos separamos.

-solo tengo una pregunta, ¿como haces con el pelo?- solté una carcajada- en serio, digo, tienes de coloradas las puntas y tu pelo te llega debajo de los hombros.

-uno, el pelo me creció hasta ahí y ya no crece y dos para la decoloración tuve que buscar a una bruja, y tres si trato de cortarme el pelo se romperá el objeto, y en dado caso lo logra empezará a sangrar.

-wow- hizo como que le pasarán escalofríos- que miedo y escalofriante.

-lo sé.

Nos levantamos y entramos de nuevo al colegio, nos tocaba literatura, cosa que ambas no nos quejamos. Esa es mi materia favorita. Faltaban 8 minutos y estábamos a punto de entrar cuando apareció el trío.

-pero miren, las nerds juntas, como decir- dijo Owen poniendo su mano en la barbilla- el dúo nerd.

-como Nataniel- susurre.

-¿que dijiste?- se nos acercó Teo.

-nada.

-bueno, porque es hora de su broma- dijo Óscar agarrando a Tamara con ambos brazos. Yo quería ayudarla, les pegue y la agarre y tratamos de huir, pero nos agarraron a ambas. Se que tengo fuerza, pero no puedo delatar mi secreto. Sacaron unos tijeras y le cortaron el pelo a Tamara. Ella estaba asustada.

Vinieron hacia mi y me puse seria- inténtalo tonto- le dije a Owen.

-ay que miedo- agarro mi pelo y ¡clam! Nada paso. Los tres no entendían y lo intentaron de nuevo, incluso cambiaron porque pensaban que no lo hacia con fuerza. Y como es de predecirse, la tijera se quebró.

-que pedo- dijo Teo. Me solté de él y agarre a Tamara para salir corriendo a la clase. Llegamos a tiempo, ella se cubrió el pelo con un gorro, aunque el profe se fijé nadie nos iba a creer que el hijo del alfa nos hacia bromas pesadas, nadie va a creer.

Al salir del colegio, lleve a Tamara a un salón, a que le cortaran al menos bien el pelo, no le quedó mal.

Estuvimos caminando en todo el parque, luego ella me llevó al Bosque.

-¿a donde vamos?

-ya veras.

Pasamos unos arbustos y era una casa del árbol. Era bastante bonita. Me jalo y entramos, no habían muchas cosas, pero si una tele y colchones.

-Mi padre me construyó esto para pasar el tiempo, luego se convirtió en mi escondite y ahora casi no lo ocupó, por lo que puede ser nuestro lugar de encuentro.

-¡perfecto!

Me lancé al colchón y ella encendió la tele, teníamos tareas pero yo solo quiero disfrutar, nunca había estado en una. Ella encontró una película y la dejó, como nos aburrió empezamos a hablar hasta que se nos fue el tiempo y salimos corriendo de ahí. La acompañe a su casa y luego me fui corriendo a la mía, no es tan malo tener rapidez de un lobo. Llegue y entre, no había nadie. Ignore esto y me fui al cuarto. Cerré la puerta y abri el armario, me tome la medicina y empece las tareas. Pero el tonto de Owen tenía música a todo volumen.

-¡APAGA DE UNA VEZ ESA COSA!

Él solo le subió más, así que saque mis audífonos y puse mi música, con él no se puede hacer nada.

Nerd malditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora