[SaintSeiya] Algo Más Que Guerras

Capítulo 3 (I): Primer día - Aries

Día 1. Casa de Aries.

Denika se presentó a su primer día con el maestro Mu, temprano por la mañana, acompañada por las otras dos jóvenes. Ellas a diferencia de sus compañeros masculinos, debían estar más temprano para aprovechar al máximo cada hora del día. Altarf y Aynur saludaron respetuosamente a Mu quien amablemente les dio autorización de pasar por su casa y continuar su camino.

Mu:- Buen día Denika, ¿Cómo estas hoy?-
Denika:- Muy bien maestro, gracias. (Definitivamente tiene bonitos ojos, incluso sin su armadura se ve muy bien.)- pensó mientras observó a Mu de pies a cabeza detrás de su máscara.
Mu:- ¿Deseas desayunar? Estoy por hacer algo de té.-
Denika:- Se lo agradezco pero no se moleste, ya desayuné antes de salir.-
Mu:- Oh... bien. De todas maneras preferiría que desayunes aquí a partir de mañana ¿Sí? Mientras debas volver al recinto, procuraremos compartir la mayor cantidad de actividades posible.-
Denika:- Sí maestro.-
Mu:- Bien. He notado que tienes un interesante manejo de la psicokinesis y me interesa pulir bien esa habilidad, pues veo que el entrenamiento físico lo tienes perfectamente aprendido.- dijo mientras caminaba lentamente hacia el templo.
Denika:- Eh... (Asombroso! Así que esa es la capacidad de un santo de oro! Nadie lo había notado antes)
Mu:- No te sorprendas si yo lo he notado, de verdad que lo supiste disimular frente a los demás, fuiste muy hábil para usar tu poder.-
Denika:-...(Dios mío! Pero qué... Será que lee la mente?? Los santos de oro pueden leer mentes?! Espero que no haya visto lo que pensé recién! Diablos, qué vergüenza!!)
Mu:-Y en caso de que te lo preguntes, no leo la mente. Sólo noté tu reacción de sorpresa..- dice amistosamente.
Denika:- Ah.. Emm.. Entiendo, maestro..- (No hay forma que le crea, este sujeto lee la mente!)
Mu:- Bien, espérame aquí un segundo, iré por mi té y luego comenzaremos con algo sencillo ¿Sí?.-
Denika:- Sí maestro.-

Denika era una joven no muy alta, de figura delgada, cabello largo plateado (prácticamente blanco) y ojos grises-celestes; en efecto era muy flexible y parecía que nunca se cansaba. Emanaba un cosmos especial, que sólo habría sido detectado ligeramente por Shion y Mu, siendo casi imperceptible por el resto. Mu intentaba ser el mismo de siempre y su trato era el mismo que tenía con cualquiera, hablaba lo justo y parecía no molestarle ni afectarle para nada el hecho que Denika fuera mujer. Eso parecía...

Pasaron la mayor parte del día entrenando la psicokinesis de la jovencita, la cual no dejaba de admirar el enorme poder del lemuriano. Mu había pensado que lo básico de su entrenamiento debía ser el manejo de los 4 elementos, por lo que instruyó a Denika para que pudiera controlar el agua en primer lugar.

Mu:- Debes ser capaz de manejar el agua como si fuera parte de tí misma, debes sentirte como el agua y sentir toda su composición como tuya... de esa manera podrás hacerla fluir a tu voluntad-

Denika ponía lo mejor de sí misma, pero el agua era un elemento que no le resultaba fácil... además comenzaba a ponerse nerviosa, no quería fallarle a su maestro pero también era difícil concentrarse.
Una vez que Mu vio a su alumna concentrada, decidió dejarla intentar a solas, lo que le daba tiempo a él de restaurar las armaduras pendientes en el otro extremo de la galería.

Denika:(Qué nervios! Si me seguía mirando así iba a morir de vergüenza, me siento increíblemente inútil comparada con él. Dicen que es el último habitante de Jamir, el único capaz de revivir una cloth. Debo aprovechar que es mi maestro y aprender de él tanto como pueda!)

Mientras Mu reparaba las cloth, Denika no podía evitar mirarlo de reojo cada tanto. Aunque le tenía una gran admiración por su condición de santo de oro, no podía pasar por alto que su maestro era un hombre muy interesante y le transmitía una enorme sensación de respeto; Mu tenía ese efecto en mucha gente, era un sujeto silencioso y agradable, pero bastante frontal cuando debía. Claro que ella desconocía el efecto de su presencia en él...