Día 1. Casa de Piscis.
Aynur había llegado por fin a la última casa, y ya Afrodita la estaba esperando en el jardín delantero mientras arreglaba sus rosas.
Aynur:- Buen día maestro, espero no haber llegado demasiado tarde...-
Dita:- Bra dag [Buen día], a decir verdad es demasiado temprano para mi gusto. ¿Desayunaste?-
Aynur:-...emm.. bueno, no es como que haya tenido "el gran" desayuno, pero estoy bien maestro.-
Dita:-¿Qué comiste?- dijo mirándola serio.
A decir verdad, Aynur no estaba acostumbrada a desayunar, pues según ella se sentía pesada para entrenar después. No importaba cuantas veces desde que era niña la castigaban por ello, ella no lo tomaba como algo serio, aun cuando era la comida más importante del día.
Aynur:- Eh... ¿Galletas?-
Dita:- Estas mintiendo, no desayunaste. Vamos adentro que ya debe estar el té.-
Aynur.- Sí, maestro...-
Fueron dentro de la casa de Afrodita y el lugar deslumbró a Aynur. Parecía un pequeño palacio, con muebles estilo Luis XV y hermosísimos adornos de porcelana. Todo estaba bellísimamente decorado, con plantas de interior y arreglos florales por supuesto: el rojo de las rosas resaltaba magníficamente con el mármol blanco de todo el templo; en el comedor estaba todo preparado para el desayuno. Aynur miraba prudentemente como el hermoso hombre se manejaba con delicadeza en todos sus movimientos. Si bien la ropa de ambos contrastaban espantosamente con el decorado de la casa (tenían ropa de entrenamiento), Afrodita parecía no desencajar: por más que se vistiera con lo peor, su elegancia se superponía de una forma inexplicable... Su cabello tan claro y sus ojos celestes lo hacían ver como un príncipe de cuentos. A pesar de eso, Afrodita siempre estaba con cara de pocos amigos, era muy serio y su mirada de verdad que intimidaba hasta al patriarca.
Aynur esperaba sentada, mientras Afrodita se aproximaba con una hermosa bandeja plateada: sobre ella, una tetera de porcelana y unos platillos con masas. La joven se sentía como toda una campesina, no era el tipo de lugar que imaginó y mucho menos esperaba ser invitada a desayunar... con tanto lujo.
Aynur:- Maestro, yo no quiero ser descortés, pero me temo que no puedo compartir ninguna comida con usted...-
Dita la miró casi como si fuera a matarla y entonces cuando la vio, recordó lo de la máscara. Le parecía algo estúpido el uso de esas cosas que ocultaban la belleza natural de las mujeres, y le parecía más absurdo que fuera Atena la única mujer a la que se le viera el rostro, quien a su criterio tampoco era tan linda para ser una diosa.
Dita:- Ya veo, lo olvidé. Bueno, pues entonces quítatela...- dijo sin darle mucha importancia.
Aynur casi se infarta ante la simple indiferencia que su maestro le dio al tema.
Aynur:- ¡Pero maestro... no puedo hacerlo!-
Dita:- Solo estamos nosotros dos aquí dentro, nadie sabrá que te la quitaste. ¿Cuál es el problema que tienen con quitarse esa cosa horrible?-
Aynur:- No puedo... lo que usted me pide yo no...-
Afrodita la miraba fijamente. Aynur no podía detener la taquicardia que le producía esa mirada asesina de Dita, y naturalmente estaba roja de vergüenza ante la idea que si su maestro se lo ordenaba, ella no tendría opción más que obedecer.
Dita:- No quiero perder el tiempo en esto.- dijo en un tono de voz bajo pero firme, como quien amenaza de muerte a alguien.- Vas a decirme cuál es el secreto que todas ustedes tienen con este tema de la máscara. Si yo no sé cuál es el asunto, no puedo decidir si permitirte quedártela u obligarte a que te la saques, ¿De acuerdo?-
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[SaintSeiya] Algo Más Que Guerras
FanfictionFanfic basado en el manga y animé de Saint Seiya. Está pensado para continuar la línea del manga clásico sin necesidad de haber visto o leído ningun spin off (ni tampoco Next Dimension). En lo progresivo del fic desarrollaré historias románticas y c...