[SaintSeiya] Algo Más Que Guerras

Capítulo 5: Historias y confesiones

Luego de cenar, todos en el Santuario se iban a dormir y nadie tenía permitido salir de su lugar, con excepción del personal que estaba de guardia y custodiaba por la noche. Por supuesto que siempre estaban aquellos que gustaban de lo prohibido y se escabullían en las sombras, "alguna" hasta la casa de Leo, otra a la de Escorpio y otros, como DM, que se iba a un lugar casi desconocido, donde siempre se sentaba a mirar las estrellas.

Este espacio estaba oculto entre las grandes masas rocosas del santuario, era un apartado con una vista bellísima tanto del cielo nocturno como de Rodorio a lo lejos y nadie sabía de su existencia puesto que era algo rebuscado llegar allí. Había una vegetación muy particular, aunque el ambiente por esos alrededores era muy seco, esto parecía un enorme jardín.

Luego de la cena tan "especial" y llena de sorpresas, el canceriano se retiró a este lugar, como hacía cada tanto y se sentó en el suelo. Lo cierto era que después de ser resucitado por Atena, DM no era el mismo, algo le había quitado ese ánimo tan particular y propio de él.

Dita: - ¿Pensativo Krabba? - dijo mientras se acercaba de la nada.

DM: - Carajo pesce, casi me asustas ¿Qué haces aquí? -

Dita: - Te mandé mensajes, te llamé y no atendías; supuse que estabas aquí. ¿Qué sucede que estás tan raro? - dijo mientras se sentaba a su lado.

DM: - ¿Raro? Bah... tú y tus estupideces- dijo y se recostó en el césped con las manos detrás de su cabeza.

Dita: - No te hagas el tonto conmigo porque te conozco bien, y aunque no te conociera, tu cambio de actitud es muy evidente. Quiero que me digas qué te pasa. - y se recostó también junto al italiano.

DM: - No lo sé... Me siento extraño. – Suspiró buscando las palabras correctas e intentó compartir su frustración. - ¿Tú crees que somos los malos de la historia? A pesar de todo esto, no logro aceptar a Atena como una líder, no tengo motivo para dar mi vida por ella y pues... no sé qué debo hacer ahora...-

Dita: - Ya veo, me pasa igual... Creo que Atena está corrompida, pero no podemos quejarnos Krabba, ella nos devolvió la vida. -

DM: - ¿Quién dice que no puedo? Yo no le pedí volver... Ella no está y no tendré que soportarla, pero no puedo sentir esa devoción que los demás tienen, y el problema es que no puedo tampoco enseñarle a un discípulo a tener una lealtad que yo mismo no tengo. -

Dita: - No había pensado en eso. Yo sólo pensé en entrenar a Aynur para que tenga su cloth y librarme de más responsabilidad. Tengo cosas que hacer...-

Ambos jóvenes hicieron una pausa, perdidos en sus propios pensamientos, analizando las palabras del otro.

DM: - ¿Tú crees que hay algo bueno en mí? -

Dita: - ¿A qué vino eso? –

DM: - Responde...-

Dita: - Creo que sí, por eso estas vivo. -