A.U. Killua Zoldyck es un mitad lobo y mitad humano, quien apesar de sus 18 años no conoce el mundo exterior debido a su Padre; él tiene que hacerce cargo de la familia, y al aburrirse decide salir de su hogar en busca de diversión, aún sabiendo que...
Killua se movía estrepitosamente sin importar herirse por las cadenas que lo aprisionaban con fuerza en un frondoso árbol. Con los ojos de Lobo ardiendo y los colmillos al descubierto trataba de zafarse ante la mirada de dos personas.
—¡Liberenme!
Gon solo lo observaba con los ojos abiertos llenos de asombro mientras Mito lo miraba con el ceño fruncido con ambas manos posadas en sus caderas.
—¡Podrías calmarte! ¡Si lo hicieras te soltaría mas rápido!— grito Mito ya algo desesperada pero Killua se seguía moviendo sin hacer caso omiso a la petición.
¿Como Diablos había quedado así?... Pues...
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Gon se quedo sin aliento cuando la boca de killua chupaba y mordisqueaba su pezón izquierdo logrando en sacarle leves suspiros, sus músculos se relajaban en el agarre que le ofrecía en todo su cuerpo. Killua se mordió el labio de los débiles sonidos provenientes de la boca ajena que se encontraba indefenso abajo suyo, lentamente se separo un poco solo para poder posar sus ojos azules en su torso desnudo, grabando cada marca que había dejado, memorizando arduamente hasta el mínimo detalle.
—Maldición..— susurro, a pesar de ser las dos únicas personas en el pequeño bosque, y el problema era que el auto control se empezaba a esfumar ante tal aroma jodidamente exquisito que llegaba fácilmente a sus fosas nasales traicionando sin esfuerzo alguno sus sentidos
—¿C-Como.. te llamas?— Gon ronroneo deliberadamente, sin darse cuenta en la forma que lo había dicho provoco que a Killua le recorriera un escalofrió por todo su cuerpo, el marrón dorado de sus ojos estaban nublados pero finalmente dedicando su vista en esos ojos azules que lo penetraban cada vez mas.
—Killua...yo..me llamo Killua— fue lo único que logro articular, comenzando a cariciar su abdomen.
—A- aaaahh— canturreo, arqueando su espalda —Yo...me llamo Gon.
En un movimiento delicado abrió sus piernas, girando su cabeza hacia la derecha, los ojos de Killua se abrieron de par en par al ver lo que hizo, ese movimiento tenia un solo significado... y era en que tenia todo el derecho de marcarlo.
Killua trago saliva al ver su delicado cuello en descubierto, sus instintos se dispararon empezando a saborear la tierna carne, la tentación era mucha y su respiración era acelerada, solo necesitaba morder esa zona. Con lentitud fue bajando sin importar rozar sus intimidades, arrebatandole un fuerte gemido al contrario pero sin detenerse se acerco al cuello lamiendo y succionando con hambre.
Un fuerte sonido retumbar de un sartén se oyó por todo el lugar, el cuerpo de Killua se quedo en shock sin poder mover un musculo, formándose su entorno oscuro, Gon se quedo quieto para después sentir peso extra en su entre pierna, con dificultad lo movía pero dejo de hacerlo al ver a nada más y nada menos que a su tia.
