Embarazada del Billonario

°CAPITULO 27°

-Mami, ¿Cuando seremos una familia normal?-pregunta Vanessa.

-¿Normal? No pensé que fuéramos una familia anormal...

Ella ríe, - como la tía kate, Ava y el tío Eliott...

Nunca pensé que estas preguntas incómodas llegarían tan pronto.

-Todas las familias son diferentes amor, pero papá y yo te amamos con locura.

-¿Y ustedes dos se aman como la tia kate y el tío eliott?

Dios mío...

-Si cariño.

-¿Y porque no están juntos?

-Porque papá trabaja mucho.

-Ahora trabajarán juntos, entonces trabajarán lo mismo y viviremos juntos como una familia diferente verdad mamá.

-Cariño, no lo sé, papá tiene un horario diferente, será difícil.

-Pero no imposible, eso dice la abuela grace...

-Hablando de la abuela, vístete rápido que iremos almorzar con la abuela.

Ella corre como si de ello dependiera su vida, estoy tan agradecida que tenga una familia que la ama tanto.

Ya que se le mete algo en la cabeza a esta pequeñuela será difícil sacarlo.

~•~

Estamos todos sentados en la gran mesa, haciendo sobre mesa.

-¿Abuela?

-Dime preciosa.

-¿Verdad que lo difícil es posible?

Oh no.

-Claro, siempre lo he dicho.

-Mamá no quiere estar con papá porque es muy difícil, pero papá puede ser posible verdad abuela.

Eliott escupe el vino que tenía en la boca.

Y yo con ganas de hacer un agujero en el piso y enterrar la cabeza.

Todas las miradas están puestas en mi.

-¿Porque le haces malos comentarios a mi hija sobre mi?-Dice Christian molesto.

Dios.

-Jamás le he hablado mal de ti a nuestra hija.

-Niños vamos a jugar.- dice mía.

Todos hacen una revolución en el comedor mientras Christian me mira furioso.

-Jamás pensé que fueras ese tipo de mujer Anastasia.

-Yo jamás le dije a Vanessa que fueras dificil, yo le dije que la situación es difícil, el estar juntos, eso, y piensa lo que quieras.

Me pongo de pie furiosa.

-Anastasia espera.

Me giró hacia el.

-Tenemos muchas cosas de que hablar.

-Creo que no es momento.

-¿Te acostaste con Ryan Freeman?

Oh mi Dios.

Fue una aventura que tuve una fiesta de Navidad del trabajo pero nunca volvió a suceder, ni nos volvimos a hablar.

-No tengo porque contestar a tu pregunta.

-Eso es un sí, maldita sea, quieres que quede como un cornudo en mi empresa o ¿que diablos te pasa?

-¿Disculpa? Pero tu y yo solo tenemos una relación por nuestra hija.