Me quedo helada con la confesión de Christian, no se que decirle.
el solo se limita a observarme con los ojos como platos y mi única reacción es dejarme caer en el sofá que esta frente a Christian.
-¿No dirás nada?-pregunta nervioso.
-¿Desde cuando lo sabes?- pregunto, ya que es lo único que mi cerebro a podido lanzar.
-no se que día exactamente Anastasia, pero ya hace tiempo.
-¿lo supiste antes de que naciera Vanessa o después?
-antes.
-¿Por eso te fuiste?
el no me contesta, pero su silencie solo hace confirmar mis sospechas.
en lugar de confesarme sus sentimientos, escapo como un cobarde para ver si se olvidaba de lo que sentía por mi.
-tienes razón, eres un cobarde, te fuiste solo para aminorar tus sentimientos...¿lo lograste?
-no.
-dime Christian, ¿que fue lo que ganaste huyendo?
-nada.
-exacto, solo perdiste valioso tiempo a lado de tu hija... y de mi.
por primera vez su mirada conecta con la mía.
-no sabes lo arrepentido que estoy Anastasia.
yo lo miro y lamento no ver sido en estos cinco años esa familia que mi niña quiere y necesita.
-Yo tenía medio, tengo...
-¿De que?-pregunto
-de perderles.
-¿Y creíste que huyendo nos conservarías?-pregunto irritada.
-Las mantendría alejadas de mis mierdas, yo no se como canalizar mis sentimientos Anastasia, cada vez que te veía sentía que no podía respirar, era un sentimiento nuevo para mi, y siempre terminaba arruinando todo, por eso me fui, tu y Vanessa son lo mejor que me han pasado en la vida y no quería que terminaran odiándome.
-sinceramente no se que decir Christian...
el tuerce el gesto...-no esperaba que dijeras nada, en realidad ni siquiera esperaba que me dejaras pasar.
yo río.
y el sonríe pero con un rastro de tormento en su rostro.
-Te amo Anastasia, y no espero que tu me ames a mi, solo espero que me perdones por todos lo errores que he cometido.
su confesión me deja helada.
el, al no ver respuesta de mi parte se pone de pie y camina hacia la puerta.
Se irá.
y se que es ahora o nunca, después de cinco años lo acepto pero no doy chanza de asimilarlo, solo lo digo.
-Yo también estoy enamorada de ti Christian.
el frena en seco y gira con su cara de sorpresa.
-¿No me estas mintiendo?-pregunta esperanzado.
y río...-Te amo Christian, hace tiempo lo sé, pero mi orgullo no me dejaba aceptarlo.
el se acerca y esta a pocos centímetros de mi, mi piel se pone de punta por su cercanía.
–¿Porqué fuimos tan orgullosos? –pregunta pegando su frente a la mía.
–Muchas veces pensé en decirte lo que sentía por ti, pero cuando pensaba que ya me decidía a decírtelo pasaba algo entre nosotros y siempre remarcabas el hecho de que la única relación que podia existir entre nosotros era solamente sexual.
Recuerdo cada vez que el tuvo algún comportamiento extraño y que después de eso había reclamos, discusiones y yo terminaba escudandome con eso.
–Era la manera en la que yo creía que me protegía de ti, pensaba que si te hacía creer que no había sentimientos de por medio, no me lastimarías.
–Y aun así te lastime... –dice alejandose de mi.
–Nos lastimamos Christian, yo támbien tuve mucha culpa de todo esto.
–¿Y que va a pasar con nosotros Anastasia?
–Primero que nada quiero disculparme por todo, asumo mi parte de culpa de todo este rollo y me disculpo...
–Yo no tengo nada que disculparte Ana... En cambio hay tantas cosas por las que yo te debo disculpas, a ti y a mi hija.
–Disculpas aceptadas.
–Ahora lo único que quiero, claro si me lo permites, es pasar el resto de mi vida a lado de ustedes dos.
–No creo que sea posible...
Sus ojos revelan sus sentimientos y su alma atormentada.
–Pensé que...
–Pensaste que me pedirías disculpas y yo como si nada iba a aceptar una vida a tu lado, estas en todo lo correcto pero, no podría aceptar esto sin mi pequeña, es ella quien decidira nuestro destino.
Su sonrisa se ensancha y me toma en sus brazos.
–Pensé que me mandarías a la mierda, de nuevo. –dice suspirando.
–No cometeré el mismo error dos veces...
–Te amo Anastasia, creeme que invitarte a tomar una copa ha sido el segundo mejor error que cometí en mi vida.
–¿ah si?... ¿Y cuál es el primero?
–Confiarme de tus pastillas anticonceptivas.
Río a carcajadas.
–Ya te lo he dicho varias veces, la pastilla no tuvo la culpa, fue la gripe.
–Bendito virus entonces...
–Eres un grosero.–Digo riéndome.
El se acerca a mi y me besa.
–Te amo anastasia y juro estar para ti y para mi pequeña por el tiempo que me permita la vida.
–Te amamos Christian.
FIN.
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Embarazada del Billonario
Fanfiction[PERSONAJES PERTENECIENTES A LA ESCRITORA E.L JAMES]