9. Uno con el Otro.

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Bajé corriendo como lo hacía cada mañana desde que había terminado Hogwarts, y es que Delphi me había ayudado a conseguir empleo temporal, en lo que me especializaba en lo que realmente quería, también había dicho, que podía mudarme a su apartamento, claro que mi madre no encontró eso como una gran idea, sería una opción para seguir en contacto con él, y le había prometido a mi madre que eso había terminado aún sin comenzar.

No lo había vuelto a ver desde aquella tarde en donde discutí con tía Fleur respecto a mi balanza de lo que era correcto e incorrecto, una semana después de mi graduación, y ya habían pasado 6 largos meses de aquello, a esas alturas, él y Vic estaban por convertirse en padres, o mejor dicho, estaban por tener a su hijo entre sus brazos por primera vez, la boda había sido hacía 5 meses, y no me había tomado por sorpresa no ser invitada.

—Buenos días –saludó mi padre.

—Buenos días –sonreí, fui hasta él para besarle la mejilla.

—Estás de buen humor ¿a qué se debe?

—Tengo el día libre, estaba pensando en ir un rato al callejón a distraerme un poco.

—Oh –respondió sin más, cosa que fue extraña.

— ¿Qué pensaste? –interrogué.

—No, nada, todo está bien, pero si estás libre ¿por qué no pasas por la Madriguera?

—Luego –resté importancia.

—Lily, tus abuelos no tienen la culpa de la actitud de Fleur, y sabes que tu abuela se puso con uñas y dientes a defenderte.

—Lo sé, pero todos o en su mayoría en esa casa creen que lo que dijo es cierto.

—Bueno, es cierto, te gusta el chico ¿o no?

—Sí, me encanta Ted –solté enfadada –y he detenido mis impulsos porque Victoire...

—Lo sé cariño, y no tienes que explicarme, te creo.

—Gracias –sonreí.

—Me alegra saber que nunca hiciste nada malo, y no usaste tu maravillosa personalidad para actuar...

—Harry –mamá lo reprendió.

—Sólo quiero que sepa que soy feliz de que se diera su lugar, y que no dejara que ese tipo usara su amor para cosas insanas.

Mi madre me observó, así que le regresé la mirada, ya sabía que aún tenían sus dudas al respecto de qué tanto insistí con él, al final, iban a culparlo a él, así no tuviera la culpa de nada, él había sido tan respetuoso conmigo y su relación con Victoire todo el tiempo, la prueba estaba en que me había rechazado.

—Vaya, pensé que no te vería hoy –se burló.

—Lo siento –besé la mejilla de Lorcan.

—No te preocupes, no tengo mucho tiempo esperando, se me hizo tarde, el Ministerio pone más formas cada día.

—Sí, creo que piensan que no tenemos nada más interesante que hacer –reí.

Lorcan y yo pasamos toda la tarde paseando por el callejón Diagon, hacía apenas dos meses que los dos habíamos decidido tener una relación sentimental, nadie lo sabía, claro, posiblemente nadie aprobaría nuestra relación, ya que ni él ni yo, estábamos el uno con el otro por amor.

La historia de Lorcan, era un tanto complicada, y no podía culparlo por no querer nada serio, por no querer ocupar el lugar de alguien especial en su corazón, todo había sido tan complejo, nos habíamos conocido en Hogwarts, él y su hermano gemelo, Lysander, eran unos orgullosos Ravenclaw, nos hablábamos, nos llevábamos bien, pero jamás inició una chispa entre nosotros, él se había enamorado de una chica de Slytherin; se habían comprometido una vez que salimos de Hogwarts; y como festejo había decidido ir a una zona muggle muy famosa, una zona que estaba infestada y habían sido atacados, ella había muerto en el feroz ataque en el que se vio involucrado el gobierno mágico de aquél sitio, tensando la diplomacia con el Ministerio Británico, él por otro lado, había salido gravemente herido, y transformado por aquella especie que infectaba aquél territorio, a Lorcan lo habían transformado en algo que no había querido compartir conmigo todavía, y yo seguía... bueno sigo ¿obsesionada? Con Ted.

A Lovely Calling [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora