10. El Cobertizo.

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Observé el bonito día despejado, recostada junto al estanque, el calor comenzaba a cubrirlo todo, y no podía decir que eso me desagradara del todo, por el contrario.

—Eso sí que es vida, Potter –dijo la voz de Hugo a unos metros.

—Únete a mí, y vive la buena vida –estiré la mano en su dirección.

Hugo no aceptó mi mano, pero sí se recostó junto a mí, sin decir absolutamente nada, y es que desde que había sido honesta con mamá sobre mis sentimientos por Ted, mi vida se había detenido, y estancado ahí, era todo lo que era, la chica desviada, enamorada del prometido 10 años mayor de su prima.

—Es bueno que volvieras –argumentó.

—Tía Fleur no piensa igual.

—Al dementor con ella y su opinión ¿no lo crees? Ni siquiera es parte de la familia.

—Claro que lo es.

—No, ella es la mujer del tío Bill, del que si compartimos lazos sanguíneos, ella sólo es Weasley, porque se casó, pero no tiene tanta suerte –sonrió.

—Eres cruel –sonreí.

—Digo la verdad, además, la abuela ya le dijo que si no quería verte, podía dejar de venir, porque te prefería a ti, sobre ella.

— ¿Y qué dijo el tío Bill al respecto? –cuestioné.

—Respiró por fin, creo que está tan cansado como tú del tema "Lily ama a Lupin, hay que separarlos cueste lo que cueste."

—No había mucho que separar cuando algo es tan unilateral ¿no lo crees así? –reí.

—Aun así, tiene que ser complicado para ti ¿no? Digo, lo amas, pero...

—Llega el momento en que lo aceptas –admití –posiblemente, hubiese podido hacer algo y arruinar la relación de ellos, pero ¿por qué arruinar la vida de su hijo? Al final, ese niño también sería mi sangre, mi sobrino –suspiré.

—Sí, en eso tienes razón, aunque no completamente familiar.

—Nosotros no somos 100% Weasley –le recordé.

—Cierto –rió.

Me recargué en el hombro de mi primo, sabía lo mucho que odiaba que me gustara Ted, pero con el tiempo, había aprendido que era algo que ni él ni yo, podíamos cambiar, y como había dejado de ver a Teddy, eso había sido suficiente para que Hugo me perdonara y quisiera de nuevo.

—Sin duda alguna, ya extrañaba la comida de la abuela –sonreí.

—Lo sé –rió ella –ya era justo que volvieras.

—Así es Lily –admitió Rose –no es como si nos sorprendiera lo dañada que estás –me guiñó un ojo, sonreí.

Al parecer, el tiempo los había ayudado a tomar todo esto con humor, y me tranquilizó, un par de meses más, y las cosas se irán con el clima, y nadie lo agradecía más que yo, bueno, eso pensaba, tal vez, cuando volviera a ver a Ted aparecer ahí, babearía al instante, pero intentaría no hacerlo, verlo y tratarlo como uno más de la familia, un primo más, porque ahora eso era, mi primo.

—O—

Habían pasado 2 meses desde que volví a la vida familiar, pero no había visto a la nueva familia Lupin, y lo agradecía, me había dedicado a poner más de mi parte a mi relación con Lorcan, aunque ambos sabíamos que sin importar que se nos fuera la vida en ello, nos sentiríamos de la misma forma, él con su ex, y yo con Ted.

A Lovely Calling [Teddy & Lily]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora