I Need You -2daT°. LaBellaDurmiente.(Zayn&Tú)Terminada ©

Capítulo 4O

Estaba tomando sol en el jardín de la casa. Los chicos estaban jugando al fútbol mientras que Eleanor y yo nos quedábamos con August mirándolos jugar. Miré a Eleanor, quién estaba sacándome una foto. Reí. 

—____! Cuidado! — dijo Eleanor mientras se corría. Yo fruncí el ceño y levanté mi vista. Vi a Zayn como él me levantaba en sus brazos. Yo le sonreí y él a mí. Comenzó a correr por todo el gran jardín. 

—Zayn! NO! Bájame!— Dije entre risas— Vamos a caer!

—Y nos levantaremos juntos — me miró. Observé sus ojos mieles y brillantes. Sonreí. Sentí como él Me bajaba de sus brazos, puso sus brazos en mi cintura, y yo en su pecho mientras lo miraba a los ojos y él los míos. 

—¿Por qué me has traído tan lejos de los chicos? — pregunté al observar que estábamos a tan solo unos pasos de los caballos. August estaba jugando con Louis y eso me calmaba. No me gustaba dejar a mi hijo solo. 

—Porque...— se separó de mí y sacó algo de su bolsillo. Una cajita de tercio pelo azul, tenía él en sus manos. Fruncí el ceño levemente mientras sonreía— Recuerdas cuando te pedí en el partido que vuelvas conmigo?— preguntó y yo asentí — Fue muy informal eso... Por eso, quiero preguntarte... ____ Tomlinson, quieres ser mi novia oficialmente? Te amaré pase lo que pase, y no dejaré que nadie se interponga entre nosotros. Lo prometo— dijo él. Sonreí. 

—Claro que sí Zayn— él se levantó y me sonrió. Me abalancé en sus brazos, me dio vueltas por el aire mientras me daba un beso largo y tierno en los labios. Sonreí en medio de este y me separé de él mientras me dejaba en el cesped. 

—Hay... un baile esta noche... En la playa— dijo Zayn...— ¿Quieres venir?— Le sonreí — 

—Claro que sí — lo abracé, él también a mí. Me separé de él y comenzamos a caminar hasta los chicos. Todos nos sonrieron. 

—___! Vamos a comprar vestidos para esta noche? — me preguntó entusiasmada Eleanor. Reí y asentí con la cabeza. Subimos a mi habitación para colocarnos la ropa. Los chicos se encargarían de August mientras que nosotras íbamos a comprar los vestidos. Eleanor y yo íbamos con Aron, él nos cuidaba. Entramos a una tienda del centro comercial, donde Eleanor vio un vestido para ella. 

—Oh dios! Mira _____! Ese vestido es hermoso!— sonrió entusiasmada mostrándome un vestido rosa. En la cintura para abajo era rosa y arriba blanco. Me acerqué y lo miré encantada.— Es perfecto para ti— me sonrió. Reí levemente y lo tomé. 

—Iré a probarmelo — sonreí. Ella asintió y me esperó sentada en uno de los sofá individuales. Entré a un vestuario y me lo probé Me quedaba a la perfección y me gustaba. Hacía resaltar mis ojos y mis pestañas negras. Sonreí y salí a mostrarle a Ele. Ella me sonrió.

—Te queda hermoso!— Exclamó corriendo hacía mí — Definitivamente es para ti! — sonrió — 

—¿Sí? 

—Sí, ____, debes comprarlo, es muy bonito — contestó—

—Lo compraré — sonreí. Ella celebró con pequeñas palmas. Me enseñó un vestido que se iba a comprar, consistía en un vestido con una cola detrás hasta las rodillas y una pollera adelante. Era rosa de gasa, muy lindo. La miré con una gran sonrisa. Me cambié nuevamente y fuimos a pagar nuestros vestidos. También compramos en conjunto con el vestido, las sandalias, blancas para las dos. Salimos y con Aron nos dirigimos hacía la casa de los chicos. Guardaríamos bien los vestidos allí y luego llevaría a August con mi suegra. Hace mucho no veía a Tricia y tenía miedo de que me regañe y me cuente lo tan triste que había estado Zayn cuando me fui. Suspiré al dejar las cosas en la habitación. Eleanor fue con Louis y yo bajé las escaleras cabizbaja. August me tomó de las piernas y me sonrió. Besé la cabecita de mi hijo y él comenzó a correr con Harry, Niall y Liam. Sentí brazos rodearme la cintura. Miré hacía mi derecha y estaba Zayn observándome curioso. 

—¿Estás bien cariño? — Me miró a los ojos — 

—Sí...— afirmé no tan segura. Abracé a Zayn y él me refugió en sus brazos. 

—Te conozco, cielo, y hay algo que no está bien. — dijo en tono de preocupación. 

—Sólo que... Tricia estará enojada conmigo, Zayn, Seguro no querrá verme más y no lo sé... — él rió levemente mientras tiraba su cabeza hacía atrás. Fruncí el ceño. — No te rías — Dije Cruzándome de brazos y dándome la vuelta. Sentí sus brazos a mi alrededor abrazándome y dándome besos en la mejilla mientras sonreía. Sonreí de costado y agaché mi mirada. 

—Eres hermosa — Besó mis labios — ____, mi mamá no te guarda rencor. Ella te adora, y ella se ha enojado conmigo por todo lo que hemos pasado. Tricia siempre me decía que no debía perderte, porque nadie sabe lo que luego ocurre. 

—Zayn... — lo miré a los ojos — Te amo — Sonrió — 

—Y yo a ti, cariño — Besó mis labios mientras yo escondía mis manos en su pecho y él me abrazaba por la cintura. 

—Ya, ya, déjenlo para luego — rió Harry. Zayn tomó un almohadón del sofá y se lo tiró. Reí— ¡Oye! 

—Cállate — dijo Zayn — 

—Oblígame — desafió divertido Harry. Zayn lo miró alzando una ceja — Ya, está bien, me callo — Contestó rápidamente Harry asustado, reí — 

—Bueno, ¿Llevamos a August? — preguntó él mirando la hora. Suspiré y asentí levemente con la cabeza. Tomé un bolso de August.— August! — lo llamó Zayn y mi hijo vino corriendo. 

—Ti papi? — preguntó él sonriendo y mirándonos con sus manitas juntas — 

—Vamos a la casa de la abuela Tricia? — mi hijo sonrió abiertamente.

—¡Ti! — celebró. Suspiré y Avisamos que ahora volvíamos. Acomodé la bolsa en mi hombro y tomé la manito de August. Zayn tomó la otra mano de nuestro hijo y comenzamos a caminar.

August y Zayn hablaban entre ellos y reían mientras me miraban. Yo fruncí el ceño.

—¿De qué tanto hablan, eh? — los miré. 

—De nada mami — contestó August. 

—¿Seguros? 

—Estábamos hablando de que eres muy hermosa, cielo. — me sonrojé. Sonreí y continuamos caminando. August estaba en los hombros de Zayn, él sostenía sus piernitas y August lo abrazaba por el cuello para no caerse. 

—Zayn.. Ten cuidado, por favor — dije mirando como Zayn Se agachaba por medio y subía luego, haciendo reír a August.

—Tranquila, cielo, no le pasará nada. — sonrió. Suspiré. Caminamos unas cuadras más, riendo y hablando. Llegamos a la casa de Tricia, mis manos comenzaron a sudar, mis piernas a temblar. ¿Qué pasará ahora?