El Lazo

54 6 6
                                    

Desde hace un tiempo he sentido la necesidad de un abrazo. Algo dulce y tierno pero que a su vez te quita todo el aire de los pulmones, y más si es por sorpresa.
Esa sensación de protección cuando alguien te envuelve en sus brazos como si de una manta de lana se tratase, abarcando cada trocito de ti. Ambas personas tan cerca, notando cada latido de los corazones, bombeando sangre al unísono. La respiración del otro, el movimiento de sus pulmones, la subida y bajada de su pecho.
Es algo salvaje y natural. Algo que es esencial para mantenerse en pie en este materialista y arrogante mundo.

Quiero que me abrazen. Fuerte, muy fuerte. Como si temieran de mi huida. Como si quisieran entrar en mí y acariciar mi corazón.
Lo deseo tanto... Pero nadie me abraza.
Nadie da un paso al frente, se acerca, y me envuelve entre sus brazos. Nadie me acaricia la cabeza. Nadie.

Mi familia me entiende, me calma. Mis padres y mi hermana me abrazan, cuidan de mi. Pero no es lo que busco.

Solo quiero que alguien, alguien externo a mis familiares me abraze. Con intensidad. Que apoye su cabeza en la mía. Solo quiero eso.

No creo que jamás lo vaya a encontrar. He buscado sin descanso pero no hay nadie que me quiera abrazar. ¿Porqué? ¿Hice algo mal?

Solo quiero abrazar y ser abrazado.

Pensamientos que martillean mi cabeza constamtemente.

He probado a envolverme con mantas, y rodar por el suelo de mi apartamento. Pero no es lo mismo.

He llorado sin motivos como un niño y he deseado ese abrazo. Mucho. Todos los días.

No puedo concetrarme en muchas de las coas que hago. Las dejo a mitad, pierdo la motivación. Y entonces me vuelvo a sumergir en el maravilloso mundo de las palabras. De las películas. E intento olvidar la tristeza y necesidad de abrazar. Porque de verdad que lo necesito. Es una inseguridad que me rodea, una desmotivacón en todo. Había olvidado lo que era sentirse mal...

He intentado averiguar la profundidad de mis sueños, de mis ideas y la fuente de los pensamientos que brotan en mi mente.
Pero no la encuentro. Porque lo que me pasa es simple y llanamente que quiero que me abracen. Algo tan sencillo pero esencial.

Anoche me acosté tarde. No podía coinciliar el sueño, debido a la horrible mezcla de emociones. Sentía miedo, incertidumbre, nerviosismo y ante todo tristeza. De verdad que necesito más que nunca ese abrazo.

Pero no vengo solo a hablar de abrazos, aunque podría darme para un capítulo entero o quien sabe, para un libro completo.

Vengo a contarte que es la amistad. Lo que son los lazos. Desde mi punto de vista, claramente. No voy a tirar por la rama amorosa, ya hay muchos escritos sobre eso. Me gustaría hablar de una amistad en concreto, una muy fuerte... Muy... Importante. Voy a hablar de algo más profundo, de esa amistad, que, aunque tierra y tiempo os separen, sabes que esa persona siempre está ahí para ayudarte o simplemente, escucharte. Pero eso ya te lo contaré mas adelante. Ahora es importante que centres tu atención en mi definición de amistad o más bien, en los tipos de amistades que puedes encontrar hoy en día.

Para mi, que me escuchen y se interesen sobre mi es algo muy importante.
No siempre se me ha oído. No siempre he tenido voz. En muchas de mis amistades era "el payaso". Con esto último quiero decir que, para que se me prestase atención, tenía que ser con una broma. Sino, pues no era interesante.
Interesante.
Hago un pequeño paréntesis, en esta palabra, la cual me ha perseguido mucho tiempo. Yo os pregunto, ¿qué es exactamente interesante? ¿Qué es lo que realmente es importante? Eso depende mucho de la persona.
Nosotros teníamos gustos distintos y pensabamos diferente, eso fue lo que nos distanció supongo.
Nuestro lazo fue (y sigue siendo) algo fino a ratos, más reforzado otras veces.

Mi estudioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora