No sabía cómo me sentía en ese momento. Sentí un gran escalofrío recorrer mi cuerpo pero ¿por qué me sentía así? No tenía sentido.
–Pensé que no vendrías... –el pequeño le dijo a Camila, poniendo una cara triste.
–No digas eso, cariño. Se me hizo un poco tarde, es todo –Camila lo abrazó para tratar de tranquilizarlo.
Camila le agradeció a la maestra y después salió del salón, encontrándose conmigo ya que me había salido de ahí.
–¿Nos vamos? –me preguntó.
Una parte de mí se sintió bastante mal al saber que Camila tenía un hijo y bueno, yo pertenecía a las personas que no podían fingir el estar bien o bueno, no se me daba mucho. Así que, había una gran probabilidad de que Camila supiera que me pasaba algo con tan sólo verme.
–Claro, vamos –dije mientras caminaba.
En el trayecto hacia mi coche, yo no dije nada y Camila tampoco, el niño iba unos cuantos pasos adelante de nosotras.
Sentía que Camila no quería tocar ese tema. Sentía que no quería contarme que estaba felizmente casada (aunque no estaba segura) y que tenía un hijo demasiado bello.
Llegamos al coche, quité los seguros y Camila enseguida dirigió al pequeño en el asiento de atrás, poniéndole el cinturón de seguridad después.
–Mamá ¿este coche de quién es? – preguntó el pequeño.
Yo estaba recargada en la parte de enfrente del coche cuando escuché la pregunta del niño y después escuché que Camila me llamó.
–Kendall ¿podrías venir un momento? –me preguntó en voz suave.
Mi corazón en ese momento estaba a mil por hora ¿qué querría?
–Dime –sonreí un poco, mirando rápidamente al pequeño, después a Camila.
–Kendall, él es Ethan, Ethan ella es Kendall, una vieja amiga de la preparatoria –nos presentó.
–Hola, Ethan ¿cómo estás? –sonreí y le estreché la mano al pequeño.
Un poco apenado, la recibió sin problema.
–Bien –dijo simplemente.
–Kendall nos llevará al lugar en donde está nuestro coche y después iremos a casa ¿está bien? –Camila dijo mientras se aseguraba que el cinturón estuviera bien puesto.
El pequeño Ethan sólo asintió.
Camila cerró la puerta y después me miró.
–¿Sorprendida? –me preguntó.
–Un poco –asentí, mirando el piso un momento.
Escuché que suspiró hondo.
–Entiendo –dijo en voz leve –¿Podría explicarte luego? Tengo que llegar a casa...
La miré de nuevo y me sonrió un poco. Con eso bastó para olvidarme de todo lo que había pasado.
–Vamos –sonreí.
Le abrí la puerta del coche y esperé que entrara para después cerrarla. Caminé hasta mi lugar e hice camino hacia el estudio de tatuajes.
CAMILA POV:
Sinceramente no tenía planeado absolutamente nada de lo que había pasado. Obviamente sí tenía pensado hablarle a Kendall sobre Ethan pero, no había encontrado el momento adecuado y por mala suerte, se tuvo que enterar de esa manera antes de que yo pudiera hablarlo. No sabía exactamente porqué sentía la necesidad de explicarle todo a Kendall, sentía que le debía una explicación.
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Sólo tú.
Romantik"Sí dos personas están destinadas a estar juntas, se encontrarán al final del camino aún tras mil tropiezos". Segunda parte de la novela "Ella, mi problema".