Se sentía vacía, pero había tanto allí
Muchos la miraban desde fuera, y la miraban tan feliz.
Quien habría imaginado que el era su única esperanza.
Quizás el lo sabía, o quizás no...
Quizás pensaba que estaba loca, loca de amor.
Quien podría imaginar que el chico era su salvación, para salir del abismo y callar el dolor.
Para ya no querer pedirle a la muerte que la visitará.
Para decirle a la vida que la abrazara con ganas, para no derramar una lágrima, para esconderlo todo, aunque ella tuviera presente que el podría irse pronto.
Llevándose sus ganas, sus besos y su aroma, el aroma de la felicidad, el que muchos mortales añoran.NC González
