Capítulo II: Malas descisiones

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El lobo llevó a Eileen a una cueva y la dejó en un rincón.

-Ahora podré vengar a mi padre, podré cumplir mi promesa, ¡podré matar a la persona más especial en la vida del asesino de mi padre!-  exclamó el lobo hacia Eileen, estaba dispuesto a matarla.

-¿¡Y yo que hice para que me hagas esto!?- gritó Eileen presa del terror -¿A que te refieres con eso?

-Edgar- contestó el lobo -Ese maldito asesinó a mi padre en el día del primer ataque a du insignificante aldea. Le lanzó piedras y lo hirió de gravedad y murió ¡yo solo tenía 8 años! ¿crees que es fácil perder a tu padre y a tu madre el mismo día sabiendo quien fué?- el lobo estaba al borde del llanto, la pérdida de su padre le afectó demasiado.

Eileen comprendió, el lobo que la atacó, quien mató a sus padres, era el padre del lobo de 18 años que tenía frente a ella.

-Si, si sé lo que se siente- dijo Eileen mientras se paraba para luego darse cuenta que el lobo era 20 cm más alto que ella -yo misma vi como tu padre asesinó a los míos, desde entonces he vivido sola durante 10 años, yo los perdí a los 7, solo era una niña, yo... - no pudo seguir, empezó a llorar, lo cuál causó un sentimiento de compasión en el lobo, quien, sin saber por que, la abrazó.

-Mira- dijo Eileen después de un tiempo -podemos ir con mis amigos para hablar al respecto y solucionar el problema.

-Bueno- respondió el lobo.

-Por cierto, ¿cuál es tu nombre?

-Fran, ¿y el tuyo?

-Eileen.

Mientras tanto, los amigos de Eileen intentaban vendar a Edgar cuando escucharon que alguien venía.

-¡Eileen! ¡Escapaste!- exclamó Hanna.

-Crista fué a buscarte- dijo Edgar.

-Estoy bien chicos, solo... - Eileen se apartó para dejar pasar a Fran. Eso causó cierta tensión entre los amigos de Eileen, quienes agarraron sus escopetas.

-¡No! Tranquilos, no nos va a hacer daño- dijo Eileen para tranquilizarlos -solo quiere decir algo.

-Yo solo quería- dijo Fran y se quedó inmóvil al ver que Edgar le apuntaba con su escopeta.

-¡No! ¡Edgar, no!- gritó Eileen e intentó quitarle la escopeta pero lo único que logró, fue alterar la trayectoria de la bala, la cuál fue a parar al tobillo de Fran y este salió corriendo en 3 patas, con una cojeando.

-¿¡Qué has hecho Edgar!?- le reclamó Eileen.

-¡Solo intentaba protejerte!- intentaba justificarse Edgar.

-¿¡Protegerme!? ¿¡Protegerme!? ¡El no me iba a hacer daño! ¡Tú solo utilizaste la violencia sin siquiera conocerlo!- vociferaba Eileen, sus demás amigos habían retrocedido unos pasos por temor a lo que pudiera pasar.

-¿¡Por qué te importa tanto ese lobo!?

Eileen se quedó sorprendida, no por la pregunta, sino por que no entendía el por que se preocupó por el lobo. Mientras pensaba en eso, sus mejillas tomaron un color carmesí.

-Pues... Por que... Yo... ¡Yo si lo comprendí! ¡Sabía por lo que pasaba e intenté ayudarlo!- dijo Eileen y empujó a Edgar.

Como el aún no podía caminar bien, tropezó y calló de muy alto de la montaña. Eileen solo lo vió cuando ya estaba en el suelo.

-No... Que hice ¡no!- susurraba Eileen, sus amigos ya estaban abajo con Edgar y ella bajó también.

Al tocar el cuello de su compañero y darse cuenta de que no tenía pulso, se lamentó de haberle empujado, pero también se dió cuenta de que todavía estaba caliente, así que sacó su libro y lo hojeó para luego parar en una página y dárselo a Roberto.

-¿Y esto para que?- preguntó Roberto.

-Es un hechizo que puede revivir a las personas siempre y cuando el cuerpo siga caliente- respondió Eileen,  puso sus manos en el pecho de Edgar y recitó el hechizo -Ego invocare spitirus de ultra, alquiet un varius viate, noc est anima, rogo ut tibi rediere tempus, ego obsecaramus vos reditum mortuorum- mientras lo recitaba, el cielo se nubló, las nubes formaron un espiral del cual salió una luz que se posó en Edgar. De sus ojos y boca salió una luz ligeramente más blanca de la que salía del espiral de nubes.

En ese momento, Eileen se desmayó, luego llegó Crista corriendo. Cuando vió a Edgar y a Eileen tirados, preguntó: ¿Me perdí de algo? 

[PAUSADA] El bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora