☔Bam|Gwa|Bi☔ |Noche y lluvia| «SEVENTEEN» «The8 Y Tú» «Minghao» «Xú Mínghào»

06

Éste día no iba como esperaba.

No podía encontrar a Minghao, había perdido mi sombrero, y mis ojos no dejaban de llorar en todo el festival.

Además de que me era imposible tomar atención.

Las chicas a mi lado intentaban calmarme, me prestaban su sombrerito pero no era del mismo color que el que tenía.

¿Por qué no puedo concentrarme?

Ya hasta tengo preocupados a los maestros.
 
—Vamos Sofia, no llores, vamos, ¿Qué diría Hao si te ve así? — Murmuré hacia mí misma, tratando de reconfortarme.

Minghao seguramente me mimaría, y me diría que todo está bien.

Suspiré un par de veces, limpié levemente mis mejillas y ojos.

— Ya casi termina, ya casi termina. — Mi murmuro seguía a cada paso que daba.

Siempre fui una niña llorona.

¿Pero por qué era tan sensible en este preciso momento?

Es una fiesta de cumpleaños para la escuela...No puedo estar así.

— ¡Y hasta aquí termina la marcha de primaría! La escuela: "Mi mundo unido", está agradecida por su atención y sus felicitaciones.

La voz del presentador, se oía tan cerca, ¡Había llegado! ¡Al fin terminó!

Jamás estuve tan feliz de que un desfile acabara.

— Ahora, por favor, disfruten del festival que se encuentra en este mismo parque, comida, juguetes y juegos, los esperan, ¡Eternamente agradecidos por la educación de sus hijos, ésta escuela esta muy contenta!

Miré a todos lados, las filas del frente se estaban disolviendo, y poco a poco dejaban el camino libre.

Hasta que pude visualizar a ciertas personas.

— ¡Mamá, papá! — Salí corriendo hacía ellos. — ¡Papá, mamá!

— Y oppa, tu oppa.

Esa voz molesta...Ugh.

Había abrazado a papá, el cual me cargó entre sus brazos, y sentí la necesidad de no llorar otra vez.

Observé a mi hermano mayor, desde los brazos de papá.

— Ah sí, y Vernon.

— Oh, vamos, ¿Estás feliz de que esté aquí?

Si recuerdo bien...

Vernon es un experto para echar a perder muchas cosas.

— Solo no estés muy cerca...

Vernon estaba por reclamarme, pero recordé la promesa que tenía con Minghao, y dejé de prestarle atención.

— ¡Papá! — Alcé la voz, haciendo que mi familia se sobresaltara.

— ¿Qué pasa, Sofía?

— ¡Bájame, bájame!

Y respondiendo a mi repentina desesperación, papá me bajó con cuido, nuevamente en el suelo.

— ¡Vernon, ven! — Tomé sus dedos entre mi mano, y lo obligué a recorrer el parque conmigo.