enamorados de la novia.

7 años despues.

Era el fin de verano, habia sido un verano distinto. Lejos del alcohol y las drogas, sobre todo de una enorme variedad de mujeres. Este verano solo habia estado con una chica. Una chica preciosa que en el momento que la vi suspire y tire mi cerveza. Llego justo en el momento indicado, sonaba la cancio adecuada, era un anochecer hermoso y sobre todo el momento adecuado.
Esa mujer saco en todo aquello que habia guardado en su sonrisa. Habia dicho que me habia enamorado otras veces pero dios esta vez, me volvi creyente hasta en los angeles. Y su mirada, su voz, y su pelo no era todo lo que me encantaba, si no su forma de ser. La forma en la que tomo la botella de ron y le bebio lo habia visto en pocas, su etilo tan digno en fumar me erizo la piel. Y cuando llego el momento el momento en el que me beso. Benditos sean sus labios, me senti en el paraiso y no pude evitar desear que fuera la madre de mis proximos hijos. Y esto me sorprendia ya que yo jamas habia pensado en algo tan varbaro como hijos. Yo solo pensaba en dinero, drogas, alcohol y manipular gente.

Era de mañana estabamos en la habitacion que daba directo al mar, las cortinas eran delgadas y el sol las transpasaba reflejando en las sabanas y en la piel de mi amada. Por eso amaba depsertar antes para poder ver el amanecer en su cuerpo, sabia que el sol tambien se habia enamorado de su silueta y su piel.
Ella sonrio ligeramente sin abrir los ojos, estaba teniendo un buen sueño, tal vez soñaba conmigo. Me acerque a ella y bese su hombro, tenia olor a coco.
- ¿que hora es?- pregunto abriendo sus enormes ojos miel, sin gota de maquillaje. Ella susurraba.
- si te digo te iras- le dije acercandome a sus labios.
- amor sabes que tengo que trabajar, y tu tambien. Y aun asi trabajamos juntos en la playa- dijo subiendo su pierna en mi y abrazandome. Ella y yo trabajabamos en una plaza por la playa, ambos eramos meseros de un restaurante de hamburguesas y ese tipo de cosas (claramente me habia metido a trabajar ahi solo por ella)- en el lugar donde nuestro hermosa y dramatica historia de amor inicio, que mas puedo pedir?
- querias un perro, un san bernardo- abrio los ojos de inmediato y sonrio- hoy saliendo del trabajo iremos por uno, vi que en PetCat habia uno, si tenemos suerte lo ganaremos.
Ella empezo a reir de alegria jamas la habia visto tan feliz por algo, ni conmigo y debo admitir que fue un poco extraño para mi.
- Darnelle- dijo levantandose de la cama para meterse a la ducha- eres el hombre que mas feliz me ha hecho.
- tu a mi April- dije mientras la veia meterse en la tina- has pensado en un nombre para el cachorro?
- claro, se llamara Ades como el dios de la muerte. 
- me encanta.
Ella me habia cambiado, habia limpiado mi alma y me tranformo en una nueva y mejor persona. Yo antes vendia droga y no le daba importancia a mi vida, las personas me valian verga literalmente. Pero ahora... no se que haria si algo le llegara a pasar a ella. O a su familia.
Cuando fuimos por el perro comprobe  todas y cada una de mis teorias, ella era el amor de mi vida.
En la noche ella iria a cenar con sus padres como de costumbre. Yo fui a la playa y prendi una fogata, conecte mu celular a una bocina y puse musica.
Prendi un cigarrillo y me puse a pensar en lo rapido que habia pasado el tiempo. Hace 4 meses yo era un vil perro y ahora habia sido domesticado. Mire a Ades, estaba acostado en una toalla mientras dormia.
- te enamoraras de ella, compañero- le dije.
"Pero miren que papucho me vengo a encobrar" escuche que decian, la voz me era conocida. Voltee para ver quien era y eran mis amigos que venian conmigo con 3 hieleras llenas de bebidas alcoholicas.
- desde que tienes mujer has olvidado que antes tuviste hombres- dijo Hans, era el organizaba las mejores pedas de toda la costa. Hasta habia salido en television por su gran "talento" para mi era un idiota de huevos. Ellos habian sido mis amigos desde la secundaria. Pero antes los consideraba amigos de copas.