¿Y si accidentalmente cayeras en un mundo nuevo y desconocido a punto de entrar en el mayor de los caos?
Durante una guerra civil que una vez ocurrió en un tiempo y lugar inciertos, nuestro protagonista haya lo que para unos sería la mayor de las su...
La fase nocturna fue muy tranquila y apacible, aunque mis planes para madrugar no ocurrieron de la misma forma de la que pensé.
Para empezar, no tenía ni despertador. En la mísera habitación tan solo encontré en la cómoda que había junto al cabezal de la cama un gran camisón blanco de tirantes, que a pesar de estar algo sucio, estaba de una pieza, así que eso fue lo que usé para "dormir".
El problema es que si me acostaba, ¿qué me garantizaba que podría levantarme antes que los demás? Tenía que darme tiempo a encontrar a la bestia, exterminarla, reclamar la recompensa y dividirla entre tres. Es por eso que, sumado a que tenía que hacerme con alguna clase de arma para derrotar al puka por mi cuenta, no pegué ojo en toda la noche.
Aun así, rondando las 6 a.m. ya me encontraba en la pradera boscosa de ayer. Después de todo, en mi mundo pasé noches enteras sin dormir para sobrevivir; así que esta situación no era tan nueva.
-¿Eh? ¿De verdad que aquí estuvimos ayer? La última vez que estuve en la llanura todo estaba reducido a cenizas... –Me cuestioné en voz baja.
A pesar de las frenéticas luchas que ocurrieron el otro día y el caos y destrucción que causó la magia de Michelle, el lugar se conservaba intacto. Los árboles y los arbustos habían crecido de nuevo, y el césped relucía de nuevo. No había duda que vinimos aquí; reconocí fácilmente el lugar en el que estuve huyendo durante... ¿Media hora? Me sorprende la velocidad a la que se ha regenerado el lugar...
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El sol se ocultaba en el horizonte y poco a poco, sin darme cuenta, ascendía y se abría paso entre las nubes; las cuales disimuladamente iban cubriendo el cielo y señalaban una amenaza de lluvia. Una suave brisa agitaba mis cabellos al compás de mis pasos en busca del puka.
Cabe destacar que durante la noche, gracias a un tablón de madera que encontré bajo la cama, pude improvisar un puñal de madera. Bastante afilado para el material con el que lo construí... En mi opinión.
-Silas mató al primero de una patada, ¡no puede ser tan difícil! –Comentaba para darle ánimos a mi subconsciente.
Al cabo de un rato caminando, me pareció ver una extraña sombra acostada a la sombra de un gran árbol.
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