One

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–¿Ahora los espías se presentan Agente Locke? –le dio una ligera mirada escéptica, dándole la espalda al momento no le era agradable verlo a la cara.

–Ahora soy un Spartan –corrigió recalco la última palabra, era casi como si hubiese sido un disparo directo al orgullo del moreno.

–Yo sé lo quién eres –replicó el Sangheili, no era tonto en lo absoluto.

Camino con lentitud hasta el mapa holográfico dándole una rápida mirada; repasando los puntos que había tomado y los que faltaban.

–Eras un Agente cuando quisiste asesinarme –subió la mirada, ¿en serio ese humano venía a pedirle "eso"?

–Hoy salvé su vida –se justificó haciendo una mueca... los líderes nunca habían sido su fuerte, pero debía hacer un esfuerzo.

–Y ahora buscas a otro Spartan.

Locke no buscaba a un Spartan, buscaban a "él Spartan", a ése que hacía tiempo atrás había jurado...

El Inquisidor pudo notar la ira que emanaba el humano, Locke quería cazarlo.

–El más grande de tu Clan –agrego con rapidez, debía quitarle esperanzas. Ese ridículo Agente no lograría su cometido, así toda la Galaxia estuviese en contra de él.

Quiso reírse, burlarse de lo patético que resultaba el moreno –en parte burlarse un poco de su antiguo yo, quien en su momento también creyó lo mismo– pero de repente el mapa holográfico producía ruidos y la luz azul se volvió una voz que –encontraba molesta– creyó que nunca volvería a escuchar. Y no porque había escuchado de su muerte si no por qué jamás se habían hablado si él no estaba de intermediario.

Una esfera transformó el mapa volviéndolo ondas de luz erráticas.

Tanto el humano como los tres Sangheilis presentes estaban entre impresionados y nerviosos, ¿qué había hecho?

–Deja que busque –era Cortana... y no sonaba para nada amigable–. No nos encontrara.

Dicho eso la esfera explotó, liberando una onda que los aturdió por algunos segundos.

Los guardias Sangheilis se miraban confundidos, esa voz pertenecía a la IA del Demonio, eso significaba que estaban juntos. Eso era bueno pensaron los Guardias... y si era bueno, ¿por qué su líder parecía arder en cólera? ¿por qué el Spartan también estaba furioso?

Ambos desviaban sus miradas, sentían como el veneno corría por sus venas; uno maldiciendo haber accedido a hablarle y el otro maldiciendo al mismo que le había hecho llegar a ese extremo.

A los pocos segundos aparecieron dos mujer; la Doctora Halsey y Sarah Palmer.

–¡Es Cortana! –la mujer de edad avanzada camino hasta donde se encontraban, su rostro era una máscara de preocupación seguida por la Spartan–. Debió tocar los dispositivos de red del campamento, sabe que el Guardián está aquí.

–Locke está cosa (Guardián) es nuestra única opción –Palmer lo miro seria, no tenía ni idea de lo que acaban de escuchar ambos, pero sabía que no era nada bueno.

–Tienes la potencia suficiente para llevarnos ahí –no era una pregunta, sus ojos se dirigieron al Inquisidor que los evitaba.

Sunaion  es una fortaleza del Covenant en Sanghelios, la más grande y la única –paso a su lado, su mirada decía "no, lárgate humano".

Se detuvo antes de seguir su camino, acercando más su rostro a del moreno.

–Sólo nos moveremos con la victoria asegurada –dijo mientras volvía a tomar su camino, aun debían recuperar otras ciudades–. No estoy dispuesto arriesgar las vidas de mis hermanos en su búsqueda; lo siento Doctora, Spartan Palmer.

Dirty DealsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora