Querido diario, ya he llegado al convento. Las monjas ya me hen dado la ropa (de monja gordaca). La monja que me ha recibido (que también es la que me ha dado la ropa) tenía cara de besugo, como si nunca la hubieran desvirgado en su vida. Antes de irme de mi pueblo de mala muerte, mis amigos me regalaron cosas que me podrían animar:
Rojelia me regaló un condón XL; Enrique 1000€ para que pudiera comprarme cosas; Eustaquio un llavero de Jesús en holograma bailando el gamna style (o como se llame); y Alfonso (que me cae mal), una bolsa de heroína.
Las monjas ya han apagado las luces
Hasta mañana.Múriel➕
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Crónicas de Múriel
HumorSi te gusta reirte de las desgracias ajenas te invito a leer esta historia. Múriel, una joven beata que escribe en su diario las azañas (si se le puede llamar así) que vive con sus 4 amiguis. Todo va bien hasta que se cruza en su camino un muchacho...