Querido diario, estoy en la biblioteca del campamento. Alfonso está muy contento porque ha encontrado un "tesoro".
Mejor te explico lo que ha pasado:
Hoy hemos jugado a un juego (de mierrda), se trataba de buscar un "tesoro", repito, "tesoro" por grupos.
¡Me ha tocado con Esteban!, y con Alfonso (¿porqué nada me sale bien?). Bueno eso ha dado igual, yo me he encargado de solucionar el problema. Cuando estábamos en el bosque se me he ocurrido la maravillosa idea de dividirnos. Yo me he ofrecido a ir con Alfonso (no te pereocupes, aún estoy enfadada con él). Y así ha sido. Alfonso y yo nos hemos dirigido a lo más profundo del bosque. Después de haber estado unos minutos (unos largos minutos), Alfonso se metió dentro de un arbusto a cagar (cagaba como si se hubiera metido cinco sobres de laxante). En ese momento aproveché para salir corriendo e irme con Esteban.
Lo pasé muy bien con él, aunque no paraba de preguntar por Alfonso (yo le decía que se había vuelto a las cabañas porque se encontaba mal). Pero todo lo bueno se acaba. Al llegar a las cabañas nos encontramos a Alfonso con el supuesto tesoro (era una caja de madera con tres monedas de chocolate en el interior. (Muy cutre todo...).
Me va a costar más de lo que pensaba librarme de este subnormal.Múriel➕
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Crónicas de Múriel
HumorSi te gusta reirte de las desgracias ajenas te invito a leer esta historia. Múriel, una joven beata que escribe en su diario las azañas (si se le puede llamar así) que vive con sus 4 amiguis. Todo va bien hasta que se cruza en su camino un muchacho...