IV: El amanecer

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Bella, mi hermana menor, siempre a sido una increíble luchadora con espada, sabe manipular muy bien el arma y esto convinado con su aspecto inocente siempre le ha dado ventaja al enfrentarse a hombres ya que la mayoría de estos solo la subestimaban por su apariencia, y no creo que en este caso fuera la excepción; y a menos que la mayoría de la tripulación de la española fuese del sexo femenino Bella  era perfecta para mi plan.

Mire a mi hermana con una sonrisa:

-Es hora de que me ayudes hermanita-

Ella sonrió también, pues sabía que era hora de jugar un poco.

-Cuenta conmigo- dijo sonriente la rubia.

~___(tn)~

Falta poco para que venga Zack, pensé al escuchar el sonido de los pájaros y ver que una tenue luz se hacía paso a través de la pequeña avertura debajo de la puerta; comenzaba a sentir claustrofobia y a pesar del frescor que aún pudiese tener la mañana me estaba sofocado, pero ¿cómo no?, era una habitación diminuta,el término cuatro paredes la describe a la perfección, un espacio sin ventanas, con más que una silla, en la que estoy sentada, como mueble y un olor a moho penetrante e irritable hasta este punto; el material de las paredes encerraba el calor y el aire era pesado por la falta de aberturas por las cuales se pudiera renovar el oxígeno.

Me dije a mi misma que esto no duraría mucho y estaba casi segura de que sería  así, las cosas en que pensar empezaban a escasear así que mi mente se tomó la libertad de mandar a mis pensamientos hacía Harry, traté de correrlos pero fue imposible, antes de hoy se había topado con muchos hombres guapos, pero no como éste, además de su increíble físico lo rodea un aura varonil e imperal, llena de seguridad y rudeza, estoy segura de que cualquier mujer caería en la tentación por ese hombre, hasta yo lo hubiese hecho si las circunstancias en las que nos conocimos fuesen distintas.

Después de ese último comentario me obligué a dejar de pensar en ese hombre. No era digno de mis pensamientos y tenía que pesar que pasaría después de salir de aquí.

~Zayn~

Empezaba a disgustarme que nadie se apareciera todavía, no podían tardar tanto ¿o sí?. Esa pregunta me la respondí más tarde cuando visitaba la proa y degustaba  los colores naranjas que empezaban a relucir en el cielo a causa de la llegada del sol, empecé a preocuparme y recordando lo que había dicho ___ empecé a dar ordenes para comenzar con una de las estrategias planeada y usada desde hace años.

La primera vez que decidimos usar una estrategia, lo habían raptado a él, en una de sus paradas, unos  bucaneros españoles desalmados que lo habían encontrado revisando territorio para desembarcar y que pensaban llevarselo para torturarlo por diversión, los españoles no sabían que el barco estaba del lado opuesto de la isla e  imaginaron que era solo un hombre al que habían abandonado en aquella pequeña isla.  ___ había ideado un plan para rescatarlo, cosa que agradecería siempre, pero que le costo días de sufrimiento y agonía además de unas cuantas cicatrices en la espalda. Dos días después de mi captura los españoles ya habían comenzado con la diversión, me amarraron abrazando al mástil mayor de manera que mi espalda quedará expuesta, me habían latigado hasta que quede hecho añicos, por último me habías dejado lo que quedaba de tarde y el resto de la noche, después de ese infierno, amarrado así como estába.

El segundo día fue peor, aún seguía amarrado como el día anterior, no me habían bajado nunca, ése día los látigos eran diferentes, como si no fuera poco le habían amarrado fragmentos de cristal en la punta y cada vez que golpeaba mi espalda los crístlaes se enterraban  profundo y al sacarlos quitaba pedazos entero de carne, dejando un profundo agujero, luego de saciar su sed de latigazos, tomaron agua de mar y la lanzaron sobre mis heridas, el dolor era insoportable y me desmayaba por momentos; al ver que llegaba la noche me había dado por vencido, había aceptado que iba a morir y que ___ me había abandonado, empezaba a ser víctima de la resignación cuando ya muy entrada la noche el barco empezó a ser atacado por tripulantes del navío "Ángel Caído"; ___ había esperado que se adentrará la noche para ser menos visibles y había funcionado, era muy tarde para darse cuenta de que venían hombres desde tierra en pequeños barcos y de que su navío se aproximaba mientras los hombres antes mencionados atacaban a la tripulación española, se hizo una masacre en la proa y popa de aquella embarcación, mientras a él lo soltaban y llevaban de manera silenciosa a "Ángel caído" que estaba ya muy cerca de aquellos españoles, de manera rápida la tripulación de ___ bajó de nuevo a los barcos y se alejo, para por último dar inicio a un ataque progresivo con cañones con el cual, después de ver destrozado el barco español y haber arriesgado a unos cuantos de sus hombres, se quedaron con la victoria.

Después de marcharnos de aquella isla había quedado en cama por un mes entero, la fiebre me consumía y mis heridas no sanaban, hasta el punto de pensar que moriría, pero ___ me dio toda su atención y cuidados, hasta había raptado al médico,que resultó ser un francés tomado en contra de su voluntad, de aquel buque español para que me atendiera, ese mes de agonía empezaba a quedar en el pasado a medida que iba mejorando; cuando estuve completamente recuperado el recuerdo de aquella pesadilla solo se veía en las cicatrices de mi espalda.

Le debía la vida a ___, desde que eramos  pequeños ella siempre había sido la líder pero era mi turno, no sabía que clase de personas la habían capturado pero no dejaría que le hicieran daño.

Empecé mi descenso hacia los barcos para ir a la costa y en menos de lo que canta un gallo ya habíamos llegado. Iba decidido a entrar a ese bosque cuando salió una chica que me dejo desconcertado, una chica que había destrozado mi pequeño corazón a los 18 años.

~Bella~

Al entrar a casa con Harry éste me empezó a explicar:

-He raptado a cinco hombres con intenciones no muy buenas, claro está. Hable con uno de ellos y me dijo que era española- 

<¿española?,pensé, ¿los raptados no eran todos hombres?>.

- así que deduzco que es un barco español al que nos enfrentamos, Irwin se aventuro a la costa para ver si el barco seguía ahí, y sí, efectivamente lo esta. Sin duda vendrán a buscar a sus hombres faltantes y justamente para eso estas tú- continúo Harry.

-Vas a ir hasta la costa, con algunos hombres en cubierto, buscarás al individuo que haya quedado al mando...-

<¿qué haya quedado al mando?, volví a pensar, ¿No está el capitán en su nave?>. A pesar de las dudas que tenía estuve en silencio y deje que siguiera.

-cuando lo encuentres le dirás que se marche, que ningún barco español es bienvenido en esta tierra. Sí se niega lo acabas allí mismo y mis hombres saldrán para atacar a su tripulación y terminar con esto- concluyó mi hermano.

-Entendido- respondí y fui en busca de ropa más adecuada, mi espada y mi daga.
 
Al regresar, vestida con un pantalón corto color negro, una camisa de hilo blanco, mis botas de marinera respectivas, mi pelo recogido en una trenza, mi daga dentro de mi bota derecha y mi reluciente espada colgando de un cuero en mi pierna izquierda, encontré a los hombres de Harry ya preparados en el jardín frontal frente al bosque, y sin mas empecé a caminar hacía la costa.

Caminamos varios minutos y cuando ya podíamos sentir el olor a mar los árboles empezaron a escasear. Me pare un momento cuando pude ver aquel navío y me extraño Harry había mencionado que era español... pero aquel barco era muy inglés, tanto que portaba la misma bandera de que el barco de su hermano. <Qué raro>.

Salí sola de atrás de los árboles, y me falto muy poco para estampar mi boca con la arena al ver a aquel hombre que me había dañado y al que yo había dejado de la manera mas cruel.

-¿¡Zack!?- logré pronunciar. <¿Qué demonios hacía ese hombre aquí?>.

☆The cradle of the Moon☆ H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora